De Directo a Intrincado: El Penoso Camino de la Transición Hacia la Independencia Alimentaria

Esto se pudiera comprender porque en ese camino deben transitar la población productiva junto con numerosas instituciones, algunas con mucha competencia y gran compromiso, otras con mucha competencia y poco compromiso, sorprendentemente las últimas son las que se divorcian de los intereses del pueblo, las que excluyen los saberes locales y ancestrales, las que tienen poco compromiso con la revolución, las que hacen más intrincado el camino y a veces nos alejan de la ansiada independencia.

Por competencia debe entenderse la incumbencia, pericia, aptitud, idoneidad para hacer algo o intervenir en un asunto determinado.

Dos ejemplos: en noviembre del año 2011 productores de las comunidades: Capote I, Capote II y Pica e Chirere, en San Fernando de Apure, por la iniciativa privada con el apoyo del INIA Apure, recibieron una capacitación para elaborar alimentos balanceados para peces usando recursos locales. El diagnóstico participativo de los 53 asistentes de los cuales 28 eran productores, ajustado a sus necesidades y la capacidad de desarrollar el piso agrícola, muy limitado a tierras de banco disputadas por la ganadería, la infraestructura y la agricultura, permitían con mínimo costo la instalacion de una planta procesadora, Modelo Venezolano, con capacidad de 150 kg/hora, cuya producción anual se estima sobre las bases de jornadas diarias de 7 horas, cinco días a la semana, cuatro semanas por mes y 12 meses.

En ese evento estuvieron presentes profesionales y técnicos de INIA, FUNDACITE Apure, FUNDACITE AMAZONAS, CIEPE, FUDECI y PDVSA Agrícola, quienes pudieron haber entendido el concepto de la producción y procesamiento de materias primas locales como base de desarrollo endógeno y procesos productivos sustentables.

Hasta donde tuve oportunidad de hacer seguimiento no hubo forma ni manera de que las instituciones de Ciencia y Tecnología o INAPYMI puderan atender el monto ridículo que significaba el costo de isntalación de esta pequeña empresa comunitaria, que entre otros, disponía del espacio comunitario para el funcionamiento.

En la última reunión que tuvieron los productores con el represntante de INAPYMI, persona de escritorio caraqueño, déspota con poco don de gente para interactuar con comunidades, el proyecto de planta procesadora que él exigía tenía que tener una capacidad instalada de 1.500 kg/hora. Para él no era importante que no hubiera capacidad de desarrollar el piso agrícola que la sustentara, lo que significa la ausencia y aislamiento de una plataforma de servicios y oferta de insumos industriales en esas comunidades, lo que significa fomentar, capacitar y formar para emprender procesos agrícolas e industriales en áreas de vocación ganadera. La capacidad instalada de la pequeña planta que necesitaban los 28 productores de estas comunidades era de 250 toneladas anuales básico.

La misma actividad de formación y capacitación para producir alimentos para peces usando recursos locales se replicó en el Piñal, Edo. Táchira, a inicios de febrero del año 2013. En el diagnóstico participativo, los 14 productores que asistieron definieron que la capacidad instalada de la planta que ello necesitaban debería procesar unos 300 kg/hora, a groso modo unas 500 toneladas anuales.

La importancia de estas referencias la expresan relaciones matemáticas: cada producor de Apure tendría una participación anual, inicial, de unas 9 toneladas, el equivalente a 0,75 toneladas por mes; cada productor del Táchira, tendría una participación anual de 36 toneladas, el equivalente a 3 toneladas por mes; las acciones del Gobierno Tachirense, difundidas hace dos días, para apoyar a los productores distribuyendo 200 toneladas de alimentos para peces entre 186 producores, tendrían una participación equivalente de poco más de 1 tonelada por productor; y a la distribución mensual de 800 toneladas entre los 700 productores correspondería a cada uno 1,14 toneladas por mes, prácticamente un tercio de lo que cubriría las necesidades de los productores quienes participaron en El Piñal.

La diferencia radicarían en que los productores formados y capacitados funcionando en redes de integración serían totalmente independientes y su producción sería sustentable, la producción y procesamiento de toda o casi toda la materia prima tendría origen local o nacional, estaría realizada por personas de la zona, las relaciones de acopio de materias primas y distribución de productos procesados sería del tipo directo, tanto los productores de materias primas, como los procesadores y los piscicultores, tendrían participación en porcentajes de los excedentes de la agregación de valor.

De los datos de la noticia se deduce que el ahorro por saco es de 68 bolívares. ¿Que importancia tiene ese ahorro cuando producciendo las materias primas y los alimentos, en un escenario mediocre el ahorro pudiera estar en el orden del 50%?

Lo mejor es que la inversión de un sólo mes de la distribución proyectada alcanzaría para instalar la planta, equiparla, dotarla, operarla y organizarla productivamente concatenada con el consumo y la logística.

Lo peor es que de esta propuesta conoció directamente de los productores y de mí como enlace, quien para ese entonces era uno de los representantes de ciencia y tecnolía en el Táchira, coordinador del Fondo Chino, y hasta donde sé, el actual director de de la Unidad Estadal de Ministerio del Poder Popular de Agricultura y Tierra del Táchira, y junto con un profesor de la UNET, capacitado en el evento referido, ha impartido cursos de cómo elaborar artesanalmente alimentos para peces usando recursos locales.

A lo mejor el Gobernador Vielma Mora ni siquiera supo de la propuesta en su oportunidad.

*Ing.Msc.

 

vecontreras@yahoo.com



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