Como vocero y facilitador en el área comunal, creo que está ocurriendo algo que posiblemente muy pocos advierten. La línea corporativa de empresas Polar, bajo el pretexto de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE), desde hace cierto tiempo, incluso con Chávez en la Presidencia ha venido impulsando proyectos de apoyo a las Comunas.
Son informaciones que me llegan provenientes de varias experiencias comunales en el país. Gerentes de esta empresa aprovechan intervenir socialmente en Municipios donde algunos Alcaldes “Chavistas” se enfrentan a las Comunas por considerarlas contrarias a la concentración del poder burocrático que controlan ellos como alcaldes o alcaldesas.
Es un campo propicio para que el gran monopolio alimenticio y cervecero penetre dándoles apoyo con eventos sociales cargados de cestas de comida, donde por supuesto de ninguna manera falta la harina pan. Se montan coloridos eventos deportivos con auspicio de todas las marcas de cerveza y refrescos, y lo más grave aún, hay hasta financiamientos que captan a líderes comunales que terminan abrazando a la Polar y no precisamente al PSUV o las estructuras de la revolución. Por eso, Lorenzo Mendoza habló ayer en su rueda de prensa con tanta seguridad y contundencia. Afirmó que “no le interesa la política porque el empresario tiene que dedicarse a la parte económica y el político a la política”. ¡Que barbaridad! Cuándo no hay nada más político que la economía, tal como lo dijo Lenin: “la política es la expresión concentrada de la economía”.
En este sentido, el discurso de la “apoliticidad” y de que más vale la actividad empresarial privada que la gestión pública y la corresponsabilidad de ésta con la organización del poder popular, forma parte del contenido de las charlas que impulsan los personeros de esta empresa. Con ello se produce la invasión aparentemente silenciosa, en la que mientras los revolucionarios nos preparamos para otro proceso electoral, la Polar hace su campaña divertida y cotidianamente.
Que terrible sería para nuestra patria que en vez del “Estado Comunal”, se nos implante el “Estado de Polar”. No me atrevo a imaginar la dolorosa pesadilla de ver a nuestro pueblo embriagado con despecho en alguna taguara de un pueblo que una vez fue liberado de la invisibilidad, evocando el pasado revolucionario al son de una polarcita.
Abogado Comunal falconiano
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