Foro Social Alternativo fomentó debate desde la izquierda en contraste a la institucionalización del FSM

Delegados del FSA participaron en la marcha Por Todas Nuestras Luchas

Delegados del FSA participaron en la marcha Por Todas Nuestras Luchas

Credito: G. Gómez - Aporrea

Del 23 al 29 de enero, 10 organizaciones sociales y políticas locales decidimos configurar una respuesta por partida doble. Grande o pequeño, lo realizado durante esa semana representó nuestra real capacidad de organización, independiente y autogestionada, acumulada tras años de actuación en un contexto tan particular como el venezolano. El Foro Social Alternativo, en primer lugar, confrontaba la progresiva institucionalización asumida por el Foro Social Mundial tras media década de andadura, contrariando aquella génesis que hablaba de la convergencia y protagonismo, diverso y contradictorio, de un multicéfalo "movimiento de movimientos". El FSM ha servido de catapulta y legitimación de una serie de líderes, gobiernos, instituciones, ONG´s y partidos políticos de izquierda de mayor capacidad cuantitativa y económica, y por ende con mayor posibilidad de realizar lobbys a su favor, marginando en el trayecto posturas incómodas, radicales y/o "minoritarias". En segundo término, y con mayor peso dentro del FSA, articular una réplica al panorama político local generando un espacio autónomo para la relación de diferentes movimientos sociales criollos, cuyas diversas subjetividades y reivindicaciones ofrecieran diferentes visiones ajenas al maniqueísmo que ha primado en los últimos años en Venezuela.

El FSA se realizó en tres espacios de la ciudad: la Universidad Central de Venezuela, el Colegio de Ingenieros y la Organización Nelson Garrido; desarrollando a su vez tres tipos de actividades: foros y conferencias, talleres teórico-prácticos y una muestra de documentales independientes y videoactivismo. Dentro de los primeros, la oferta fue diversa y caleidoscópica. Los invitados internacionales compartieron sus experiencias y horizontes, resaltando la intervención del irlandés John Holloway sobre "Cambiar el mundo sin tomar el poder", ante un auditorio atento y rebosante cuyo debate alcanzó las cuatro horas. Daniel Barret (Uruguay) habló sobre "Horizontes de cambio en América latina", Ezequiel Adamovsky (Argentina) sobre "Nuevos movimientos sociales y anticapitalismo para el siglo XXI", Frank Fernández (Cuba) "Anarquismo en Cuba", Cristian Guerrero (USA) "Ecologismo radical en los EEUU", Javier Garate (Chile) y Andreas Speck (UK) "Relación entre armamentismo y trasnacionales", Crítica Radical (Brasil) "políticas de izquierda en América latina", Ricardo García (México) "Autonomía y magonismo en México", Rob Block (USA) "Movimiento contra las cárceles en EEUU" y Cristina Dunaeva (Rusia) "Guerra en Chechenia y el movimiento antimilitarista en Rusia".

La contrapartida local no fue menos interesante, abriendo la semana Domingo Alberto Rangel con la conferencia "Fundamentalismo islámico y globalización". Otras intervenciones fueron las de Humberto Decarli "Militarismo y cambio social en Venezuela", Maria Pilar García y Amigransa "Luchas ecológicas actuales en Venezuela", Francisco Prada "Invasión extranjera y respuesta integral", Ricardo Benaím "xenofobia y antisemitismo", Lenin Ovalles "Cultura urbana" y Alfredo Vallota "Bases del socialismo del siglo XXI". La asistencia lamentó la ausencia de Douglas Bravo, cuya conversación sobre "Propuestas para hoy y el futuro" tuvo que ser suspendida por la repentina muerte de su progenitora.

Prácticas para activistas Los talleres del FSA ofrecieron una serie de herramientas para activistas de movimientos sociales, siendo realizados por el aporte voluntario de diferentes organizaciones. "Introducción al videoactivismo" fue facilitado en dos días por Sonya Angélica Diehn, co-fundadora de Indymedia Arizona y productora de Pan Left producciones (USA), compartiendo nociones básicas para realizar un proyecto audiovisual independiente. "Derechos Humanos en tiempos de crisis" fue realizado por Carlos Nieto, de la ONG local "Una ventana para la libertad" y coordinado por la Cruz Negra Anarquista Venezuela, difundiendo estrategias jurídicas para la defensa de los DDHH. El "Taller básico de sonido" estuvo a cargo de Fabian Unlogistic, de la banda francesa Unlogistic, enseñando técnicas de grabación y amplificación artesanal para músicos. Los dos últimos talleres fueron gestionados por la Internacional de Resistentes a la Guerra, uno de los grupos antimilitaristas más antiguos del mundo. El primero versó sobre "Acción directa no-violenta", enseñando sobre desobediencia civil y los pasos para realizar una campaña; y el segundo "Objeción de conciencia y antimilitarismo", para promover la organización y acción sobre el tema.

Durante toda la semana se realizó la "Primera muestra de documentales independientes y videoactivismo", con una sesión en la UCV y todos los días desde las 7 de la noche en la Organización Nelson Garrido (ONG). Proyectando audiovisuales de 8 países diferentes en dos funciones simultáneas, el documental más comentado y celebrado fue "Nuestro petróleo y otros cuentos", el video censurado por el gobierno venezolano y emitido en tres sesiones diferentes con una sala al tope de su capacidad.

Tejiendo nodos, construyendo autonomía La sede de la ONG se convirtió en el epicentro de disidencias y contraculturas durante esos días. La planificación previa contemplaba servicio de desayuno y almuerzo diario para 60 personas, pero en la práctica –y con agua adicional en la sopa- se sirvieron más de 100 platos para satisfacer incluso a los múltiples damnificados del FSM que trataban de alejarse algunas horas de la militarización y discriminación del evento oficial. La nutrición atendió a los detalles: menú paralelamente vegetariano y con carne, café adquirido a cooperativas campesinas de Portuguesa y galletas compradas a empresas pequeñas y familiares. Asimismo, diversos grupos realizaron reuniones en su seno durante la semana, como es el caso de la asamblea realizada por Acción Global de los Pueblos (AGP) y el Encuentro Internacional Anarquista (13 países, más de 50 activistas) que acordó la llamada "Declaración de Caracas".

Durante siete días, la ONG también fue sede de la "Feria de material independiente", una serie de puestos de venta de libros, publicaciones, franelas y música que arrojó como saldo dos millones de bolívares en ventas para contribuir con el financiamiento verdaderamente autogestionado del evento. La vocación autónoma e independiente del FSA se nutrió de infinidad de aportes, como por ejemplo la donación de publicaciones para la venta por parte de la Fundación Era Ecológica, Federación Libertaria Argentina (FLA), Colectivo Autónomo Magonista (México) y la cesión de docenas de franelas y un videoproyector por parte de Brennan Wauters (Canadá). Earth First! (USA) cedió buena parte de sus porcentajes de venta de materiales y otros colectivos e individualidades como la Federación Anarquista Ibérica (FAI), banda anarcopunk "Los Dólares", Feria del Libro Libertario de Montreal, entre otros, realizaron actividades en sus países para enviar dinero para el evento. Esto, sumado a cuatro meses previos de organización de actividades benéficas por parte de los organizadores locales, sumó los siete millones de bolívares de gastos del FSA. Casi un tercio de ellos fueron destinados a la impresión del periódico "Alterforo".

También se apoyo la movilización convocada por organizaciones indígenas y ambientales del Zulia contra la explotación del Carbón el viernes 27, en donde a pesar de los intentos de agresión física por parte de los grupos chavistas, se hizo patente la demanda de autonomía acusando al Estado venezolano (y no solamente a Carbozulia) de la política de desarrollo minera en consonancia con el IIRSA. Este no fue la única intimidación del gobierno contra el Foro Social Alternativo, pues durante la semana automóviles de la DISIP (policía política) estuvieron rondando la ONG.

El objetivo de construir un espacio, durante una semana, disidente tanto del gobierno venezolano, de la izquierda estadocéntrica criolla y de los partidos políticos tradicionales, difundiendo en consecuencia una multiplicidad de visiones y propuestas, sin logística ni espacios cedidos por el Ejército venezolano, fue sobrepasado con holgura. El segundo objetivo, reconstruir el tejido social de base, potenciar redes y movimientos transformadores autónomos y beligerantes, así como nuevas formas de hacer política es una tarea que trasciende el espacio temporal de una semana, y para lo cual cada una de las organizaciones convocantes del FSA ha venido motorizando, en diferentes niveles y dimensiones, variadas dinámicas en sus trayectorias. La recuperación de las diferentes agendas políticas de los movimientos (ecologistas, estudiantiles, vecinales, feministas, indígenas, juveniles, urbanas, campesinas y ciudadanas), es el reto emancipador a futuro en una realidad política signada por los calendarios electorales y la imposición de agendas desde las diferentes cúpulas.

Equipo de medios FSA
http://www.fsa.contrapoder.org.ve



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