Edgard Sánchez desde México: reclama una clara posición antiimperialista en la solidaridad con Venezuela

Edgard Sanchez, dirigente del PRT de México

Edgard Sanchez, dirigente del PRT de México

17 de junio de 2017.- Edgard Sánchez es dirigente del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), sección mexicana de la IV Internacional. También es integrante de la Dirección Política Nacional de la OPT (Organización Política del Pueblo y los Trabajadores) un proyecto de partido amplio de trabajadores donde confluyen varias corrientes y militantes y cuya convocatoria a formarse fue iniciativa del Sindicato Mexicano de los Trabajadores (SME).

Hemos querido realizar esta entrevista con la finalidad de obtener una visión de un luchador social desde el exterior.

Aporrea.org.-En días pasados han ocurrido sendas declaraciones de intelectuales de todo el mundo a favor o en contra sobre aspectos de la situación política en Venezuela. ¿Cómo ve a la luz de estas declaraciones la situación en Venezuela?

R.- Me parece equivocado el punto que focalizan alguna de esas declaraciones. La prioridad en este momento en relación a la situación en Venezuela -y especialmente visto desde el exterior- es pronunciarse contra la actual ofensiva de la derecha que apoya y promueve el imperialismo. Es decir, la situación actual requiere una clara posición antiimperialista. Estoy de acuerdo en que es posible analizar e incluso criticar diversos aspectos del proceso bolivariano. Pero no es posible omitir o eludir una clara posición contra la ofensiva golpista de la derecha. El actual es un intento de derrocar por cualquier medio al gobierno chavista legítimamente constituido, hacerlo con el apoyo del imperialismo yanqui y provocando incluso su intervención militar. Y sobre eso es lo que en primer lugar hay que definirse. Es una ofensiva internacional, no solo mediáticamente (que por medio del control de los medios de comunicación insiste en presentar al gobierno de Venezuela como una dictadura), sino prácticamente. En México, en estas semanas, ha habido por lo menos dos eventos públicos a donde se invitó a la Embajada de Venezuela a exponer su punto de vista que han sido saboteados por un grupo como de cien venezolanos de derecha radicados en nuestro país. Primero fue en un acto público en la Ciudad de México, en una demarcación gobernada por el PAN (Partido Acción Nacional) el otro partido de derecha en México y el siguiente fue en la Universidad de Querétaro. Adicionalmente el gobierno de Peña Nieto y su canciller Videgaray, participan activamente en la ofensiva de Almagro y la OEA contra Venezuela. Son de un cinismo repugnante las declaraciones de funcionarios del gobierno mexicano pretendiendo dar lecciones de democracia a Venezuela, cuando son recurrentemente responsables de fraudes electorales para imponer al PRI (los más recientes apenas al inicio de junio) y que con el pretexto de la llamada "guerra al narcotráfico" han militarizado al país y han abierto una ola de violencia con decenas de miles de desaparecidos y probablemente más de cien mil personas ejecutadas. La ola de violencia que vivimos en México ha puesto en la mira incluso a defensores de derechos humanos y a periodistas. México es uno de los dos países donde ocurren el mayor número de asesinatos de periodistas. Y frente a esta grave crisis de derechos humanos, lo que priva es la mayor impunidad. Justamente la canciller venezolana Delcy Rodríguez ha retado a Videgaray, el canciller mexicano, a debatir públicamente y dar la cara sobre sus hipócritas acusaciones contra Venezuela. Videgaray ha dicho que México a diferencia de Venezuela sí se abre al escrutinio internacional. Lo que no dice Videgaray es que efectivamente un grupo de investigación internacional, apoyado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, analizó el caso de la desaparición forzada de 43 estudiantes de Ayotzinapa y que al demostrar la falsedad de la versión oficial de lo ocurrido, lo que la Procuraduría de Justicia mexicana llamaba "la verdad histórica", el grupo internacional fue obligado a salir del país y sus conclusiones y recomendaciones congeladas. Peor aún, el grupo internacional chocó con la puerta que nunca se les permitió abrir: la del ejército, los cuarteles militares, empezando por el de Iguala, ante la evidencia de la participación de esta fuerza militar en la desaparición de los 43. Una de las principales conclusiones y demandas de ese grupo fue la denuncia de que nunca se le permitió interrogar e investigar al ejército.

Aporrea.org.- ¿Qué acciones debemos emprender los venezolanos, en particular la izquierda revolucionaria, entre ellos, los chavistas?

R.- Somos internacionalistas, pero como corriente política no pretendemos ser "profesores rojos" que quisieran dictar la línea concreta que otros compañeros y camaradas de la izquierda revolucionaria deben hacer concretamente. El proceso bolivariano es un proceso vivo, en curso, muy importante y con retos, lecciones y consecuencias en general para la izquierda revolucionaria toda, sobre la que debemos aprender, estudiar, analizara y criticar si es necesario sobre la base de un marco general. Como parte de ese marco general sí coincidimos con la necesidad de una expresión propia de la izquierda revolucionaria, de las fuerzas socialistas revolucionarias e internacionalistas. Pero al mismo tiempo es necesario impulsar la unidad en la acción, la más amplia unidad con el movimiento de masas, ante la actual ofensiva de la derecha y del imperialismo. Y esa unidad en la acción por supuesto incluye al movimiento chavista en general, en cuyo seno es necesario proponer y discutir los enfoques y propuestas de los socialistas revolucionarias para profundizar el curso de la revolución bolivariana, superando las trabas burocráticas y buscando romper con los intereses de los capitalistas, verdaderos responsables de la crisis económica actual. Participar en todas las instancias del movimiento chavista donde se pueda.

Aporrea.org.- ¿Entonces es necesaria y útil la Asamblea Nacional Constituyente?

R.- Más allá de la polémica y las criticas sobre la convocatoria y las formas para organizar esta Asamblea Constituyente, me parece que, con todo y deficiencias que se le puedan encontrar, es una respuesta política frente a la ofensiva de la derecha. La provocación derechista e imperialista busca llevar a una confrontación violenta, que apunte a una guerra civil, que de cobertura incluso a una intervención imperialista directa. Frente a ello, la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente es una respuesta política. Una respuesta que no acepta quedarse en la confrontación violenta a la que está provocando la derecha. Y es una oportunidad para abrir el diálogo. Si la derecha se abstiene de participar, de todos modos, la posibilidad de realizar este diálogo y participación en una Constituyente por parte de los más amplios sectores populares y del movimiento no debe desaprovecharse ni subestimarse. Para la izquierda revolucionaria es también la oportunidad para pugnar y proponer las medidas necesarias para profundizar el proceso bolivariano en una dinámica anticapitalista y socialista. Es un programa que el proceso revolucionario allá debe examinar y acordar pero que seguramente debe incluir medidas como la expropiación a los acaparadores y especuladores, el monopolio del comercio exterior y el rechazo al pago de la deuda externa. Y para ello es fundamental, impulsar la organización propia, autónoma, no burocrática ni corporativa del movimiento popular y de la clase trabajadora.

Aporrea.org.- ¿Percepción del movimiento popular de base en el exterior y qué saldo organizativo les puede dar a las organizaciones y personalidades que recién hicieron público un pronunciamiento sobre la crisis venezolana?

R.- Nosotros como PRT (Partido Revolucionario de los Trabajadores) desde México hemos coincidido con esta importante declaración conjunta que hemos hecho con camaradas y organizaciones de diversos países latinoamericanos (https://www.aporrea.org/actualidad/n309714.html). Con esa orientación discutimos también con más compañeros de la izquierda socialista en México, para tratar también de combatir la intoxicación ideológica, la confusión y tergiversación de lo que ocurre en Venezuela, que los grandes medios de comunicación están difundiendo, apoyando en la práctica la ofensiva de la derecha. Al mismo tiempo pensamos que esta coincidencia expresada en la declaración conjunta debe profundizarse y mantenerse en contacto pues los riesgos por delante son muchos y pueden requerir en el corto plazo mayores acciones conjuntas de solidaridad con el proceso bolivariano y las amenazas imperialistas. Es una tarea necesaria para la izquierda socialista revolucionaria, representada en esa declaración, que contiene al mismo tiempo una posición crítica, no seguidista, pero también una firme postura antiimperialista.

Aporrea.org.- Gracias Edgard por tus planteamientos.



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