Cuba producirá "pildora del día siguiente" para hacer más seguros los abortos voluntarios

25 de noviembre de 2009.- Autoridades sanitarias cubanas han puesto en marcha un plan para hacer más seguros los abortos voluntarios, con una campaña educativa que promueve el uso de medicamentos y no la vía quirúrgica para la interrupción de embarazos, que es legal en la isla desde 1965.

Se "ha comenzado, de forma limitada aún, la introducción del aborto medicamentoso con Misoprostol, que se irá extendiendo escalonadamente a los 96 hospitales autorizados para practicar las interrupciones voluntarias'', dijo el médico Miguel Sosa, presidente de la Sociedad Cubana de Desarrollo de la Familia, al diario oficial Granma.

Según Sosa, el propósito es que el 80 por ciento de todas las interrupciones se lleven a cabo con este proceder, "una tableta de Misoprostol en la vagina, bajo riguroso control médico''.

El aborto es condenado por la Iglesia Católica en la isla, pero su legalización es considerada como una conquista femenina y una contribución a la disminución de muertes maternas.

Cuba, primer país del continente en despenalizar el aborto y el único de América Latina donde se practica sin restricciones --hasta las 10 semanas--, defiende esta práctica como un logro de la mujer y una medida que redujo muertes maternas.

"Una de cada dos de esas muertes era por aborto en condiciones de clandestinidad inseguras, antes de que se legalizara'', apuntó Sosa.

De 1968 a 1996 se realizaron 3,2 millones de abortos en Cuba, según cifras oficiales. En 2002, las interrupciones fueron de 21,5 por 1.000 mujeres de entre 12 y 49 años, y 49,8 por cada 100 partos, señalan los datos publicados más recientes.

Aún así, las autoridades sostienen que en los últimos 12 años, los abortos y regulaciones voluntarias bajaron un 50 por ciento como resultado de las campañas mediáticas y el mayor acceso a anticonceptivos.

Sosa consideró que el 20 por ciento de los abortos actuales se deben al "fallo de los anticonceptivos'' y anunció que dos nuevos fármacos, Trienor y Etinor, "de alta calidad", se encuentran ya a la venta en farmacias cubanas sin necesidad de recetas médicas.

Esas tabletas contribuirán también a la sustitución progresiva del uso de los dispositivos intrauterinos que, empleados durante largos periodos, pueden generar trastornos inflamatorios en la mujer, dijo el especialista.

Añadió que a partir del segundo semestre de este año comenzará la venta del Levonogestrel, conocido como "anticoncepción de emergencia'' o "píldora del día después'', para cuando ocurren fallos anticonceptivos.

La gragea, que cuesta entre $7 a $15 en países como Ecuador, Bolivia y Chile, inicialmente se producirá en Cuba para 225,000 dosis al año a un precio de venta de unos cuatro centavos de dólar, según Sosa.


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