Poder Judicial i Misión Urdaneta II

Nota de Aporrea: Pedimos disculpas al autor y a nuestros lectores porque por error se le atribuyó este articulo a Roberto Molina. Argenpress.info, siendo su autor el Dr. Roberto
Jiménez Maggiolo.
Dicho lo anterior del Poder Judicial que, pese al proceso revolucionario bolivariano que avanza, todavía este importantísimo o fundamental poder sigue contaminado de pasado, con ineficiencia, intereses ajenos contaminándolo de corrupción monetaria i ética, como todo lo que sucedía en la IV República i que dejó sin castigo, hechos escandalosos como Recadi i similares que, ya no es necesario mencionar o recapitular por bien conocidos; pero que, hasta en la nueva etapa del cambio revolucionario, ofreció absurdos i dictó sentencias inadmisibles, como no ver el Golpe de Estado más genuino del mundo i ofreciendo impunidad a los militares golpistas i a muchas otras acciones delictivas de la irracional “oposición”; no solamente dejando la semilla de una posible gran traición a la patria i hasta abonar confrontaciones civiles próximas a una verdadera guerra civil, sino desvirtuando la majestad de la justicia i el estado de derecho, lo cual únicamente se logra por el respeto a la Constitución i las leyes de la República, algunas de necesidad imperiosa pero que no han podido elaborarse acordes a la nueva Carta Magna por los impedimentos que establecen los representantes del pasado corrupto. Las denuncias i los hechos anormales o arbitrarios de los tribunales de la república, llegan todos los días al conocimiento de toda la nación. Sin embargo, voi a ejemplificar casos que bien conozco, i cuyo retardo en resolverse es debido a intereses i complicidades que escapan a lo razonable en Derecho i a lo inadmisible en lo ético.

Un caso ya notorio, porque he escrito sobre el problema, lo conocen mucho las autoridades del Estado i hasta a en tribunales de la capital, es el de una Iglesia Evangélica situada ilegalmente en la Urbanización Canaima en Maracaibo, problema que venimos tratando, denunciando i anhelando resolver por medios legales i pacíficos, desde hace más de cinco años. En esta urbanización, en zona eminentemente residencial, certificado repetidas veces por el OMPU (Oficina Municipal de Planificación Urbana), por el Consejo Municipal de la Alcaldía i sus diputados correspondientes a la parroquia; por la Asociación de Vecinos en Asamblea i confirmación de su presidenta; por el Departamento Jurídico de la Alcaldía; por la Policía Municipal i su Departamento Jurídico, i su jefe Biaggio Parisi cuando el reclamo i la carta de notificación de la ilegalidad de la iglesia en ese sitio, la entregó este funcionario personalmente i cuando al fin, la Alcaldía de Maracaibo dictó una Resolución Oficial al respecto, firmada por el ciudadano Alcalde de Maracaibo Gian Carlo Di Martino, solicitando el salir la iglesia de ese asentamiento en casas residenciales, desde mayo de 2004, resolución que fue desacatada i apelada por los pastores encabezados por el periodista Hilcias Núñez, quien no vive en la urbanización, como tampoco la gran mayoría de sus “feligreses”; gestión ante el tribunal que con parcializada displicencia o complicidad, le ha ido dando “largo” al planteamiento legal de la Alcaldía i enviado el conflicto a tribunales de Caracas, donde rechazaron la apelación, pero la juez, que dicen ellos mismos (los hombres i mujeres de esa iglesia) que ella es una compañera leal como evangélica, sigue sin resolver nada, buscando salidas no ajustadas a derecho (mientras siguen ampliando i realizando actividades) i continuar agotando la paciencia i cercenando los derechos ciudadanos i los derechos humanos de los residentes de la urbanización, que nos oponemos razonablemente a la presencia de una institución que, lo hemos demostrado, causa innumerables perjuicios a quienes vivimos mui cerca i que, desde un principio, una mayoría de unos 32 vecinos, firmamos una carta de rechazo la cual es del conocimiento de las autoridades, i naturalmente de la juez que, según parece, van a premiar con aun ascenso. Esa jueza (que es lo correcto gramaticalmente, no despectivo) conoce demasiado bien el problema, porque personalmente i por carta de lo he planteado. Además, han hecho grandes modificaciones a las dos casas que ocupan sin permisos (i muchos ruidos i perjuicios de construcción) i ha sido visitada por comisiones mixtas de OMPU en mi presencia, comprobando que no son casas familiares, sino que clandestinamente las han ido adaptando para el culto. Esta grave situación, ha desvalorado el sector i una familia que, viendo la tardanza del proceso judicial ha decidido vender su casa, a pesar del gran aviso que está en el frente de la residencia, más lo que ha hecho por medios publicitarios, nadie se ha interesado en esa vivienda, por estar cercana a una institución religiosa ilegal, sin estacionamientos i con graves perjuicios de ruidos, juegos vacacionales, vendedores ambulantes, automóviles estacionados en todas las cuadras cercanas, incluso obstruyendo la entrada a garajes, (tengo numerosas fotos) fiestas, i para colmo, con la intención de establecer una escuela para niños. También tienen un billar cristianísimo, pues juegan i gritan i alborotan, rezando a Cristo. La vecina al frente es quizá la que más ha padecido de estos serios i graves inconvenientes.

Esta es una muestra o denuncia que se pude comprobar, del daño que hacen tribunales i jueces que a la usanza de la IV República; se creen intocables árbitros de los derechos humanos de…¡los demás! ¡I cuidado con ofender la majestad de la justicia!

Otro caso que conozco es el de un colega médico, otorrinolaringólogo, hombre de honestidad comprobable e intachable, con una bella i decente familia con hijos orientados hacia el estudio i la eticidad de su conducta, quien se me acercó una vez cuando presidía la Comisión Legislativa del Estado; no confundirla con la Asamblea Legislativa anterior, que era nido de corrupción. Desde entonces hemos establecido una gran amistad i conozco su problema el cual le ha interferido gravemente su labor de años en el Hospital Chiquinquirá de Maracaibo, como Jefe de Servicio de ORL, impidiéndole trabajar, impidiéndole operar, ejecutando demandas en su contra, etc., con la complicidad del Colegio de Médicos del Estado i de su Tribunal Disciplinario, presidido el colegio, por una casi desconocida médica, dejada i dirigida en el cargo por la diputada a la Asamblea Nacional, Dra. Dianela Parra, una activista adeca que ha desmejorado la imagen que tenía en otros tiempos, por ese dogmatismo partidista que todavía esta gritando fraude i hace oposición irrazonable. A este colega afectado por varios flancos, le han seguido ataques hasta en su desempeño privado, afectando su consultorio en una clínica de la ciudad i en muchos otros aspectos rebuscados, como si se tratara de una venganza de algunos otros colegas que aspiraban a su cargo en el hospital, i se han valido de sus conexiones judiciales para hacerle la vida casi imposible como ciudadano, afectando a sus pacientes de hospital i de su clínica i ocasionándole gravísimos daños económicos i morales. Sería interminable narrar todas las barreras judiciales, los problemas creados a voluntad i los prolongado de todas las etapas de los diversos procesos, por un poder judicial que se ha apartado de la justicia i de la ética. Un mal abogado, i peor, un juez inculto, indisciplinado o venal, hace más daño que hasta un mal médico. El mal médico puede dejar morir a un paciente que ha podido salvarse i queda un dolor que el tiempo mitiga i se olvida, i la mala práctica (otros dice incorrectamente malpraxis) jamás es voluntaria; ningún médico quiere que se le muera el enfermo. Pero, un abogado o un juez, crea un daño colectivo, permanente i duradero que pude extender su noxa hasta varias generaciones como hacen las guerras, cuando obra voluntariamente haciendo mal para complacer a su cliente. El estado de derecho del mundo civilizado, lo estructuran las leyes i, los jueces son los guardianes neutros, imparciales i justos, que cuidan tan preciado tesoro de los pueblos. Sin justicia, no puede haber felicidad, armonía i paz. Esto es cosa de los hombres con conciencia de libertad i justicia; lo divino no tiene nada que ver con esto, porque pertenece a la nueva mitología. Es la conducta humana i lo ético, la única fuente de la calidad de la vida i de la dignidad del hombre civilizado.

Por eso mi llamado a emprender una nueva misión −quizá la más importante i fundamental− para la cual propongo el nombre del héroe zuliano Rafael Urdaneta, cuyos méritos todavía muchos no conocen, aunque la intención de lograr un Poder Judicial que honre a la patria de Bolívar, si es una necesidad que todos los venezolanos comprometidos con la grandeza i la soberanía de la patria, sí estamos conscientes de sentirla. “La justicia –repito una vez más las palabras del Libertador− es la reina de las virtudes republicanas”.



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Roberto Jiménez Maggiolo


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