(Caimanes de un mismo pozo en planificada espera)

Ramos Allup dialoga con su amigo Ledezma post huelga de hambre

-Hola Antonio: te veo más flaco o, más bien flácido como un alcatraz de los mares del sur –dijo, Ramos Allup en el Urológico san Román.

-Posiblemente sí corruña después de esos cinco días de show en que me deslicé como un sabueso alemán buscando oxígeno de la OEA para medir fuerzas con el gobierno.

-Te felicito Antonio –eres lo que se llama un político tercermundista con olfato democrático caza gazapos con peculiaridades inverosímiles.

-A veces compañero a uno se le sale la clase a ultranza. Es decir, las lecciones aprendidas de nuestros jefes adecos –héroes indiscutiblemente- han sido un libro abierto con aforismos endógenos que nos aferran a la libertad en peligro inminente y como tal traté de demostrar con mi huelga de los cinco días que, para mí fueron de años engañando mis entrañas patrióticas y poniendo en riesgo mi convicción república de existencia de ser o no ser.

-Eres lo que se dice en english: phenomenal –dijo, Ramos Allup, chupándose un caramelo de anís.

-Me siento otro. Algo así como el que viene de combatir de una guerra de batallas contra miles de soldados de plastilina –repuso Ledezma con los ojos cerrados.

-¿Y cuándo viajas para el norte Antonio a entrevistarte con Insulza? –preguntó Ramos Allup.

-Después de esta extraordinaria victoria con que la oposición vuelve a ocupar el lugar que se merece en la órbita de la esperanza mundial y, habiéndome llevado el golpe congresista en Honduras por los cachos, sacándolo del contexto internacional con mi huelga: no sé todavía cuando viajaré, aunque las puertas de todos los organismos importantes se me abrieron de par en par, esperaré. En ese momento se interrumpe la conversación al llegar un mozo de la Floristería Los Tres Encajes con un ramos de flores de cuatro metros en forma de arco con una tarjetita en la parte superior del mismo que pudimos traducir del inglés: “Don Antonio: siga adelante, que Venezuela le pertenece”. Amiga: H.C con un posdata bien simple: Su huelga desconcertó a la OEA. Hubo un momento de silencio impertérrito entre los dos amigos en el que cada uno leyó y releyó el mensaje de las flores como mínimo veinticinco veces sin salir de su asombro cuando llegaban al H.C y, al fin Ramos Allup sacó 10 bolívares y se los dio al mozo que esperaba ansioso su propina que al recibirla se presentó como William Estévez M mancebo adeco y detractor antichavista consumado.

Despedido éste sin consideración alguna. Ramos Allup respiró profundo y emocionado soltó la frase: -¡Cómo te envidio Antonio, eres el guía y tutor de nosotros a la n-enésima potencia del poder!

Fueron instantes aciagos inenarrables: donde agarrados de las manos cantaron el himno del partido blanco y al finalizar cada estrofa le agregaban y con H.C y, así los amigos en burla franca bailaron el alma llanera zapateado y, al final se abrazaron no sin antes, repetir con frenesí: hasta aquí llegó el presidente Chávez.

Restablecida la calma de la felicidad se dieron el abrazo de la paz de sus almas y poco a poco se internaron en el mundo de las ideas con muchos planes y suposiciones a priori que con Antonio Ledezma más rozagante como el que vuelve de una faena productiva con voz trémula de felicidad, le dijo, a Ramos Allup –tú y yo para lo que salga dentro y fuera del país –lo juras –lo juro.

Entonces a comer completo.

estebanrr2008@hotmail.com


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Esteban Rojas


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