La marcha de los zombies

"Es propio de hombres de cabezas medianas embestir contra todo aquello que no les cabe en la cabeza".

Antonio Machado, Poeta Español.

Creo que la única cosa que podríamos los venezolanos agradecerle a la oposición, es habernos hecho perder la capacidad de asombro e inmunizarnos contra la desvergüenza. Digo esto a propósito de la tan cacareada marcha de ayer, convocada por el dizque Movimiento Estudiantil – las manitas blancas – donde con el argumento del recorte presupuestario a las Universidades, terminó armándose un verdadero aquelarre, donde la principal reivindicación terminó siendo la defensa de Globovisión y la supuesta vulneración de la libertad de expresión por parte del Gobierno Bolivariano.

Como siempre – cuando no –  la fulana marcha fue antecedida por hechos violentos, que comenzaron con la criminal quema de un camión 350, perteneciente a un humilde trabajador venezolano, quien desde hace 17 años surte de jugos y otros insumos a la propia UCV, a manos de un grupo de encapuchados. Hasta las 5pm del día de ayer, según su propio testimonio brindado a las cámaras de VTV, no se había apersonado ninguna de las autoridades de la Universidad, a pesar de haber sido quemado el camión en una de las entradas de esta casa de estudios, por donde salieron los marchantes, sin darse cuenta del hecho y sin mostrar la más mínima solidaridad con este compatriota. Mientras tanto los canales de TV y demás empresas privadas de la comunicación – de la propaganda digo yo – hacían desesperados esfuerzos, primero para servir de tribuna a los pseudos dirigentes estudiantiles y a otros muchos representantes de los partidos políticos de la oposición y segundo para venderle a los televidentes la visión de una marcha concurridísima, que terminó agrupando solo a una pequeña parte de la comunidad universitaria. Sus participantes rabiosos exigían que el Ministro de Educación Superior, Luís Acuña, les recibiera, cosa que finalmente pasó, allí en la sede del Ministerio, ubicado en la Av. Universidad. La Rectora Cecilia Arocha, con un grupo que ella escogió, entró finalmente al recinto acondicionado para recibirle y al tomar el derecho de palabra lo único que dejó claro fue el verdadero contenido político de la marcha: defensa de Globovisión y de la libertad de expresión. Atrás quedó el embuste del recorte presupuestario como argumento principal de la movilización y ante la brillante intervención de uno de nuestros camaradas estudiantes, quien la invitó a vestir a la Universidad de pueblo y a destapar la caja negra del presupuesto para debatir su destino final y el manejo del mismo, no aguantó la urticaria que le produjo escuchar lo que no quería – muy demócrata ella – sin más ni más se retiró con sus acólitos, para irse luego a declararle a sus jefes – Globovisión & Cia -  que “la habían emboscado” – claro para esta gente, el encontrase de frente con la verdad siempre es un atentado, una emboscada – y que el Gobierno, ese mismo que le abrió las puertas y los oídos en la persona del Ministro Acuña, para escuchar y atender sus demandas, “fracasaría en su intento de dividir a los venezolanos” (¿qué dijo Harry, qué dijo?).

Ahora camaradas, ¿qué debate de ideas es posible mantener con esta gente?, ellos no quieren convencernos, quieren vencernos. Se les irá la vida si es preciso en la empresa de acabar con nuestros sueños de una patria libre, soberana y socialista. Su lenguaje es la violencia, el irrespeto, el atropello y la manipulación. En la igualdad en la que creen, es esa en la que ellos nos brinden a los excluidos, a los pobres, reivindicados por este proceso, la oportunidad de morirnos de hambre y de servirles criándole a sus hijos, lavándoles y planchándoles su ropa, limpiándoles sus casas, paseándoles a sus perros y preparándoles su güisqui on the rock. Esa y todas las marchas que convoquen y hagan, no serán de seres humanos, serán de unos zombis, que vienen de las tinieblas de un país que era de ellos, que es de ellos y que será de ellos for ever, de aquél país en ruinas que afortunadamente vive solo en sus cabezas medianas, enanas, que a través de sus canales de televisión, de sus periódicos, emisoras de radio, de sus amos del norte y sus cipayos criollos, embiste y seguirá embistiendo contra todo aquello que no les cabe en la cabeza.

rubenvillafa@hotmail.es





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Rubén Villafañe


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