Una agenda para el discurso ideológico

Ya no existe un político que de un buen discurso, ahora el mismo no tiene trascendencia porque su significado ha variado mucho. El asunto es que sus orígenes ha venido transformándose en el tiempo y, hoy representa un concepto que genera violencia con amplias consecuencias ideológicas que nos llevan a situaciones graves, aunque el hecho en sí no llegue a toda la sociedad, es lógico, ante el hecho electoral hemos evolucionado y la imagen constituye un icono de acercamiento entre el líder y el colectivo.

Hugo Chávez Frías, ha sabido penetrar al corazón de quienes votaron por él. Ha hecho de la revolución una nueva forma de democracia participativa que tiene como fin construir pensamientos que se mueven con relativa frecuencia y prudencia para darnos una ilusión y esperanza. Teniendo como fin, un consenso que genera una perspectiva del poder desde el enfoque progresista. Esta revolución es un proceso lento y difícil porque nos encontramos ante una postura de cambio que afecto las leyes y lo económico, para avanzar luego sobre la misma estructura del Estado y sus lineamientos diplomáticos.

Constituye una nueva agenda que al principio va a tener requerimientos prioritarios que justificaran una base de criterios pragmáticos, donde será necesario el periodismo de investigación para lograr la verdad y afirmar la movilización legal de una estructura social capaz de modelar el nuevo Estado. Pero, debemos introducir herramientas para la protección ciudadana desde el Poder Judicial, el cual no ha sido tocado y donde existen actores autorizados para la corrupción u destabilización nacional.

En tres o cinco años debemos salir airosos de esta crisis ideológica y económica para lograr que algunas noticias cambien y los venezolanos sepamos discernir con una clara decisión donde se encuentran los factores de perturbación nacional e internacional, donde se encuentran ubicadas las pérdidas agroindustriales, cuando ellos mismos procuran

Protagonizar una corrida bancaria y liquidar la inversión, tomando como guía los organismos empresariales.

El pensamiento es un credo gracias al discurso político que se esta reflejando en todos los países del urbe, menos Estados Unidos. Son juicios que se vienen emitiendo para fortalecer la democracia y salirle al paso a las injusticias sociales. La historia viene dando su sentido económico y social, solo resta organizar al pueblo y llevarlo hacia un sentido verdaderamente democrático donde se tomen las decisiones más acertadas para lograr la defensa de un colectivo que exige para sí un camino hacia la libertad.

El asunto no es tan escarabroso, solo basta delinear las ideas democráticas para lograr redefinir el papel de la ideología en nuestros pueblos desde sus orígenes. El debate público y bien orientado traería esas conclusiones, lo importante es que se vienen dando la discusión de un verdadero caudal de ideas. Es el renacer de la nueva patria, un trabajo que el doctor Rafael Caldera engavetó en Miraflores y que no aplicó las recomendaciones de la antigua COPRE. Ahora la historia fluye con su caballería en un trabajo personalizado y colectivo del actual gobierno bolivariano hacia una idea de libertad y participación política.



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Emiro Vera Suárez

Profesor en Ciencias Políticas. Orientador Escolar y Filósofo. Especialista en Semántica del Lenguaje jurídico. Escritor. Miembro activo de la Asociación de Escritores del Estado Carabobo. AESCA. Trabajó en los diarios Espectador, Tribuna Popular de Puerto Cabello, y La Calle como coordinador de cultura. ex columnista del Aragüeño

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