Auditórium

El Tigre: ¿camino al abismo?

“En la sociedad del conocimiento, el ignorante es el único que puede afirmar que es libre: sólo él es dueño de su espíritu”.

Carlos Raya…


Hace tres meses aproximadamente, los tigrenses en el Estado Anzoátegui sabían muy bien por quien debían votar: el triunfo de la Revolución Bolivariana en este municipio el pasado 23N era inminente. Hoy en día después de la derrota del SI por la Enmienda en este municipio. El alcalde Carlos Hernández no representa ya lo mismo que cuando fue candidato. Los desatinos, la demagogia barata y la insensibilidad humana que emana de su gobierno están asfixiando la poca confianza de los pobladores de este importante municipio. Quizás todo lo malo no esté anunciado todavía, pero el actual alcalde esta pisando un campo minado hacia el breve interinato.

Las promesas lejanas e incumplidas de hacer un gobierno de orientación socialista, son el principal punto débil de este alcalde, que ya empiezan a ser resaltados por la población, medios de comunicación y militantes, como el peor de todos los alcaldes que ha pasado por este municipio.

No es ser pájaro de mal agüero o profeta del desastre pero, a este alcalde por el camino que va lo espera, un corto camino por recorrer hacia el abismo o hacia una “nueva elección revocatoria de su mandato”, él decidirá, lo curioso de todo esto, es que le hace más daño la camarilla de su entorno, que la de los propios chavistas del PSUV, algunos de su camarilla con la presunción de mala reputación. Este novísimo gobierno municipal no ha cambiado en nada y por lo contrario si en cambio, lo ha encaratado todo en menos de 100 días de haber asumido el poder.

Es que hay muchas verrugas en este gobierno municipal, hay errores, enormes deficiencias en el mantenimiento y limpieza de la ciudad, en la ya cacareada seguridad ciudadana, en los derechos humanos etc. Entre otros productos del enorme desconocimiento social.

A mi humilde entender, tres son los grandes desafíos que tiene que enfrentar y vencer este gobierno del cambio. Primero: consiste en que la gente le devuelva la confianza perdida, es decir que vuelvan a creer en él, algo que asombrosamente necesita, pues si bien es cierto hace casi dos meses ganó en buena lid, hoy por hoy luce prematuramente el cáncer de la desilusión popular y la desconfianza de buena parte de los pobladores de este municipio. Segundo: urge reorientar su gestión de gobierno, bajo el esquema de la calidad de vida con rostro humano, atento, eficiente y productivo en el sentir del tigrense, pues pareciera gobernar sin un fin definido. Tercero: se requiere de manera urgente de proyectos para lograr la inversión pública nacional, para levantar la colapsada infraestructura de los servicios públicos elementales: Vialidad, drenajes, acueductos, cloacas, electricidad, aseo urbano etc.

Parece un gobierno mutante (porque pretende cambiar la esperanza por desaliento y la confianza por desilusión) Da la impresión de tener poca capacidad política para entender las necesidades del pueblo, hay muchos comentarios de desaliento para la posteridad, lo que viene a representar una cifra record de impopularidad en tan sólo dos meses. Ni hablar, El Tigre es huérfano del progreso impulsor municipal, y la culpa principal es del gobernante local que no ha entendido en qué consiste su rol principal ¿para esto quería obtener el poder? ¡Tanto luchar para nada y ahogarse en la orilla!

El principal problema de este gobierno municipal del municipio Simón Rodríguez/Anzoátegui no radica medularmente en la falta de capacidad para gobernar, no señores militantes, es la falta de convicción de ser servidores públicos lo que los esta devaluando políticamente hablando. Es la soberbia de unos individuos obsesionados con el poder, y por eso la aplastante derrota del 15F en el municipio, Hoy el PSUV en el municipio, no es el partido pujante, critico, defensor de la moral y la ética revolucionaria y de los valores de una sociedad digna; no nada de eso a escasos dos meses de su arribo al poder en el municipio el PSUV se sectarizó, se volvió ciego, sordo y mudo; dejo de ser congruente con sus postulados socialistas y centró su misión en consolidar los intereses de unos particulares por sobre el bienestar del colectivo tigrense. El PSUV ha dejado de existir como tal para asumir una postura pasiva, cómplice de una acción de gobierno inepta e incomprensible para él pueblo para el cual luchó en el pasado reciente con mucha pasión y ahínco.

Este nuevo gobierno municipal no tiene identidad propia, no se le ve intenciones de combatir la corrupción y si tolera muy bien la pesada herencia que le dejó su antecesor.

Con la maravillosa oportunidad de hacer crecer su imagen y consolidar su arraigo popular, el alcalde desprecia a diario a la dirigencia bolivariana de este municipio en este importante aspecto de la participación necesaria para consolidar posiciones. Este alcalde no sabe lo que tiene en sus manos, ¿acaso no tendrá anhelos, o sueños? No, da señales de ser un estadista, más bien se empeña en parecer estar de paso, sin embargo, si el alcalde desea fortalecer su posición, deberá empezar por acercar a su gobierno a buenos operadores de políticas públicas socialistas y punto. Sino lo hiciera así el PSUV deberá tomar las banderas sociales de lucha más sentidas y para que todo no sea como aquella película “Regreso al Pasado”, ¿Qué no? El tiempo no perdona y es inclemente, como lo dice un militante de este municipio “Si al alcalde Carlos Hernández le va bien, entonces nos irá bien a todos” En estas condiciones actuales de gobierno, el actual alcalde representa el regreso a la alcaldía de los grandes capos de PODEMOS que ya velan sus armas para la próxima batalla. Y para finalizar recuerdo esta frase popular, “El diablo devora el alma del hombre”.

Percasita11@yahoo.es


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Edgar Perdomo Arzola

Analista de políticas públicas.

 Percasita11@yahoo.es      @percasita

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