De Puerto Rico a Maripérez

Comenzaré estas notas de condena a los lamentables hechos acaecidos en las instalaciones de la sinagoga Tiferet Israel, ubicada en la urbanización Maripérez de la ciudad de Caracas, sede de la Asociación Israelita de Venezuela, echando mano del artículo 59 de nuestra Constitución, que señala lo siguiente: “…El Estado garantizará la libertad de religión y de culto. Toda persona tiene derecho a profesar su fe religiosa y cultos y a manifestar sus creencias en privado o en público, mediante la enseñanza u otras prácticas, siempre que no se opongan a la moral, a las buenas costumbres y al orden público. Se garantiza, así mismo, la independencia y la autonomía de las iglesias y confesiones religiosas, sin más limitaciones que las derivadas de esta Constitución y de la ley…”. Y es que a la luz de la Constitución Bolivariana y gracias fundamentalmente al Gobierno de Hugo Chávez, a escasas cuadras de esta sinagoga, se yergue, sin peligro alguno y de manera majestuosa una mezquita, que en igualdad de condiciones le garantiza a la comunidad árabe-venezolana, los mismos derechos de los que goza la comunidad judía en este tierra de gracia, donde afortunadamente profesar nuestra fe, independientemente de la que se trate, no nos pone en riesgo de morir asesinados, por el practicante de una religión distinta a la nuestra, como si sucede por ejemplo en Israel y otras latitudes. Dicho esto, debemos advertir, que en el actual contexto electoral, de cara al referéndum por la enmienda constitucional, un hecho, como hemos dicho, lamentable y grotesco como el que se consumó en la sinagoga de Maripérez, solo puede ser producto de una muy bien planificada operación, destinada por un lado a endosarle toda la responsabilidad de los hechos a Hugo Chávez, como en efecto ha sucedido, en boca de los propios jerarcas judíos y de numerosos “analistas” de los medios de comunicación locales, que una vez más, en su empeño de desprestigiar al gobierno bolivariano, no reparan en asegurar – sin que medie prueba alguna – de que fueron partidarios del gobierno, los ejecutantes de este lamentable ataque. Por otro lado, no debe olvidarse, que hace pocos meses, apropósito de la masacre que el gobierno sionista adelantó contra el pueblo palestino en la franja de Gaza, nuestro gobierno expulsó al embajador del Estado de Israel, de nuestro territorio, como una demostración inequívoca de nuestro desacuerdo, ante los crímenes de Israel y en absoluta solidaridad con el sufrido pueblo palestino, a quien Israel, como lo hiciera Hitler, con el pueblo judío durante la Segunda guerra mundial, persigue, acorrala, humilla, ofende, desplaza de su territorio y extermina, sin el menor pudor y ante el silencio cómplice de la comunidad internacional, el apoyo incondicional de Estados Unidos y la mirada incólume de muchas naciones árabes como Egipto, que solo se limitan a servir de mediadores en una situación donde por capricho, odio y a manos de un Estado racista y criminal, como el de Israel, mueren a diario centenares de hombres, mujeres y niños, y que ahora pretende ser deslegitimada en su profundo contenido humano, ético y moral, calificándola, como la generadora de “…un clima antijudío que se ha desatado en Venezuela como consecuencia del discurso incitador al odio del gobierno nacional. La continua difusión de textos claramente antijudíos en medios oficiales de comunicación, tanto escritos como audiovisuales y digitales [que] exacerban estos sentimientos..” 1 y que por supuesto generan estas agresiones. Es tan burda la maniobra y les ha quedado tan mal hecha, que nadie les va a creer, que precisamente ahora y en este contexto, el Gobierno de Hugo Chávez, va a andar impulsando a sus seguidores a la comisión de actos que por su naturaleza y objetivos, parecieran más bien salidos de los laboratorios de guerra sucia, que se han puesto en marcha en nuestro país, bajo las directrices del denominado Pacto de Puerto Rico, que bajo las ordenes de Washington, con dinero de la CIA y apoyo incondicional de la oposición fascista venezolana y del Partido Político “Globovisión”, pretenden incendiar el país y sembrar el caos como ya lo hicieron en el pasado durante el golpe de estado de abril, el paro petrolero y las guarimbas. Mientras la oposición necrófila venezolana, siga por ese camino, nuestro pueblo seguirá como siempre, alerta, digno, alegre, conciente y movilizado, evitando de manera contundente que esa agenda de odio y de muerte prospere en Venezuela, tierra de gracia donde la vida, la dignidad, la verdad y el socialismo, verán el próximo 15 de febrero, la confirmación de nuestra lucha y la concreción de nuestros sueños de una patria buena, con el triunfo aplastante del SI POR LA ENMIENDA, y que seguramente ameritará otro viaje a Puerto Rico y otro escalada de violencia en Maripérez, por parte de los cipayos opositores de Venezuela.

rubenvillafa@hotmail.es


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Rubén Villafañe


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