La encrucijada

Con reservas internacionales aproximándose a los 38.000 millones de dólares, deuda externa cercana a los 30.000 millones de dólares, inflación del 27% proyectada para fin de año y persistencia del mercado negro, Venezuela afronta una encrucijada con tres caminos bien definidos en materia de política cambiaria. Estos caminos son:

1. Mantener el control de cambio y el tipo de cambio actual de Bs. F. 2,25/US$

2. Mantener el control de cambio y devaluar el bolívar llevando el tipo de cambio a por lo menos Bs. F. 3,0/US$

3. Iniciar una política sistemática de revaluación del bolívar que conlleve eventualmente a la suspensión del control de cambio. Hemos sugerido en anteriores artículos llevar el tipo de cambio a Bs. F. 1,0/US$ en un lapso de 105 días hábiles, lo cual aumentaría el salario mínimo en dólares desde $372 (su valor actual) hasta $799, sin cambiar su valor actual en bolívares (Bs. F. 799).

El repunte del dólar paralelo en los últimos días pone en evidencia la ineficacia de la política de emisión de bonos y venta de notas estructuradas para bajar la cotización de aquél. Esa política fallida continuaría de optar el gobierno por cualquiera de las dos primeras alternativas.

Sólo la tercera alternativa tiene posibilidades reales de éxito, pues su aplicación llevaría en escasos meses a la reducción sustancial de la inflación y a la reactivación del aparato productivo del país, toda vez que con la apreciación del bolívar se reducirían significativamente los costos de producción (maquinarias, equipos e insumos importados, mano de obra y financiamiento). Por el contrario, las opciones 1 y 2 conducen al aumento de dichos costos, depresión económica y mayor inflación.

El blindaje más efectivo contra la inflación para un país con las características de Venezuela es, sin duda alguna, una moneda fuerte.

Existe la creencia bien arraigada en la gente de que el bolívar cada vez va a valer menos y por ello tratan de proteger sus ahorros adquiriendo divisas fuertes. Por lo tanto, es necesario crear la expectativa contraria en la población, es decir que el bolívar cada vez valdrá más.

La revaluación de la moneda permitirá pasar de una cultura devaluacionista a una revaluacionista. Una vez que esto ocurra se debe proceder a la suspensión del control de cambio con la seguridad de que no se producirá una fuga exorbitante de capitales. Si Venezuela fue capaz de erogar 9.500 millones de dólares con la compra de bonos argentinos, no hay duda de que también será capaz de desmontar exitosamente el control de cambio y acabar por siempre con el mercado paralelo.


eudesvera@cantv.net


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Eudes Vera

Ingeniero Electricista, UDO, 1969. Jubilado UDO como Profesor Titular en 1994. Maestrías y Ph.D.en Ingeniería Eléctrica en la Universidad de Pennsylvania (EEUU), Aston y Hatfield, Reino Unido.

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