Por el apagón, en otro lugar, alguien se alegró pues la oscuridad
lo va a ayudar a desempeñar la muy popular función de robar.
Diez mil pares de piernas arrancan sin pagar la cuenta
y en la iglesia nadie se entera de lo que pasa allá afuera.
Mientras, en casa unos culpan al Consumismo y otros acusan al
Imperialismo por este apagón y la confusión de nuestra propia "civilización".
Quinientos años de cotorreo. Se fue la luz. Y sigue el saqueo.
Rubén Blades. El Apagón, de su disco Amor y Control.
Lo del apagón de ayer (01/09/2008) y de los otros que se han venido suscitando con inusitada frecuencia debe llamarnos a la reflexión. Sobre todo porque lo que vivimos aquí en Caracas y en otras principales ciudades del país, es común por allá, en numerosos pueblos de nuestra provincia, donde en vez de apagones, lo que hay es”alumbrones”, que asombran a sus pobladores cuando por fin llega la luz. Nuestro sistema eléctrico nacional es sumamente vulnerable. Basta que en alguna sabana del Guárico se prenda el pajonal reseco, para que un solo cable quemado deje a medio país sin energía eléctrica y subsidiariamente sin bancos, sin comercios, sin transporte (metro, trolebuses y ferrocarriles) y con un caos en las vías por el trafico insoportable e incontrolado que dejan miles de semáforos apagados. Ni que decir de PDVSA, puertos, aeropuertos y toda la burocracia estatal de la que dependen un incalculable número de venezolanos. Pero si vulnerable es el sistema eléctrico del país, absolutamente ofensivo y a la vez inútil resultan quienes lo regentan con una incapacidad pasmosa y una irresponsabilidad extrema donde nadie dice esta boca es mía y en donde el Presidente de la Corporación Eléctrica Nacional sale presuroso a decirle a la ciudadanía, que todo fue solventado y que eso de que un país se quede sin luz es absolutamente normal pues, porque eso no solo pasa aquí, sino en todos los países del mundo (¡?¡¿¿???%&·”66c$$ñ...o). A ello le siguieron las declaraciones del Ministro de Infraestructura y de cuanto funcionario del gobierno salió a justificar lo injustificable. Venezuela es el país de América latina con la mayor capacidad de generación de energía hidroeléctrica y termoeléctrica. No en balde somos la mayor potencia energética del hemisferio. Solo que como no las pasamos vendiéndole electricidad a Brasil y a Colombia, no nos importa dejar a miles de venezolanos a oscuras durante horas e incluso días en aras de una integración que consideramos necesaria sí, pero cuya consecución no debe ir en contra de los intereses nacionales y desfavoreciendo a nuestros ciudadanos. Y ese apagón y los otros que se han venido presentando, son la expresión de una política que de endógeno no tiene nada y que se manifiesta también en el que nos empeñemos en asfaltar calles en Bolivia y Nicaragua mientras las carreteras nuestras parecen una de las caras de la luna. Creo que nuestro gobierno debe sentarse a revisar este y otros aspectos, que resultan pasto del que le gusta rumiar a la oposición vende patria que tenemos, pero que obstinadamente nos empeñamos en sembrar con acciones que se la ponen bombita a estos personeros y a sus amplificadores en los medios de comunicación. Queremos y merecemos de nuestro gobierno una explicación de los hechos – pero una explicación seria, no esa mamarrachada de ayer - con sanciones ejemplares a los responsables, que dicho sea de paso nada tienen que ver con el imperialismo yanqui ni nada de esas pendejadas, sino con nuestra propia incapacidad de formular políticas públicas eficientes y eficaces destinadas a mejorar la calidad de vida de nuestros ciudadanos y no orientadas a generar millonarios contratos que ejecutan mal o no ejecutan para cogerse los reales, una cuerda de vagabundos que no son ni bolivarianos, ni pitiyanquis, sino oportunistas que cual sangujuelas viven pegados del erario público satisfaciendo sus propios intereses. Seguido a la explicación de lo acontecido y a la sanción justa y necesaria, por supuesto debe seguirle el respectivo plan de inversiones que el sistema eléctrico nacional necesita, para brindarnos a los venezolanos un servicio de calidad – por el que además pagamos – que nos aleje del subdesarrollo.
(*)Abogado – militante del PSUV.
rubenvillafa@hotmail.es
