Es el Papa quien los llama para halarle las orejas

La iglesia católica venezolana se encuentra en franco desmoronamiento de su moral y su estructura misma como consecuencia de la postura antidemocrática, inmoral y perversa contra las decisiones del pueblo venezolano de apoyar a su Presidente y al Proceso Revolucionario Bolivariano.

No es de extrañar que ante tantas denuncias contra sus más importantes prelados por parte de la feligresía y los sacerdotes de los barrios más populares, quienes son los verdaderos dirigentes del pueblo, Su Santidad el Papa Benedicto XVI, haya llamado a los miembros de la siniestra Conferencia Episcopal Venezolana para halarle las orejas y darles una reprimenda por desobedecer desde hace ya rato su llamado a no intervenir en la política del país.

Los dirigentes de la iglesia católica venezolana han sido pilar fundamental y sustento de los nefastos y corruptos gobiernos desde hace muchos años en nuestro país, complacientes de sus políticas impopulares y expoliadoras del pueblo venezolano, nunca han estado al lado del pueblo ni de sus luchas, al contrario han protegido a los poderosos intereses extranjeros y de la oligarquía criolla.

Fueron habitues de Miraflores en los grandes saraos, invitados en las grandes cenas, donde daban gracias a Dios por ser ellos los que estaban allí y no el “zarrapastroso pueblo”, cuando hicieron alguna crítica contra el inquilino de Miraflores, caso Blanca Ibáñez, se debió a que le habían quitado ingentes presupuestos, rápidamente el gobierno subsanó la “equivocación” y se acallaron las voces iracundas de la iglesia contra “la inmoralidad que se cometía en Palacio”.

Recordamos, sin embargo, que la lucha no fue fácil para el gobierno y una de sus armas fue detener a un cura español, párroco de San Mateo, quien tenía tiempo traficando drogas hacia su país, al final la lucha la ganó la iglesia y siguieron viviendo felices.

Al llegar el Presidente Chávez a Miraflores la iglesia perdió esos espacios de poder al cual había estado acostumbrado y ya no pudo obtener el dinero que “religiosamente” llegaba desde la casa de Misia Jacinta, las cosas comenzaron a ponerse en su lugar y el gobierno dio inicio a una revisión pormenorizada del verdadero papel que estaban cumpliendo los dirigentes de la iglesia católica venezolana, se dio libertad plena de cultos, como lo señalaba la Constitución del 61, pero que no se aplicaba.

Gradualmente los obispos y su Cardenal Ignacio Velazco iniciaron una oposición a todo cuanto emanaba desde el nuevo gobierno revolucionario, se unieron veladamente con los grupos económicos y políticos en sus críticas y acciones contra el gobierno y como todos sabemos fueron coordinadores, organizadores y actores del terrible Golpe de Estado contra el gobierno legítimo del año 2002.

Sin lugar a dudas que el Santo Padre tendrá un buen momento para oír sus lamentos y lloriqueos pero de seguro tendrá el mejor momento para recordarles que la iglesia debe ser fiel a sus preceptos antipartidistas y que debe buscar los mejores lazos de cordialidad con los gobiernos para logar la convivencia nacional y no profundizar las controversias que son naturales de un país democrático sino ayudar en su solución.

También les alentará a quitarse la sotana si quieren participar en elecciones de partidos y ser candidatos a elección popular o dedicarse a la oración y ayudar al pueblo en sus múltiples problemas que nunca faltan y por otra parte les recordará que vayan a los cerros a recuperar ese espacio perdido que hoy otras religiones han venido abarcando.

luisroberto_m@hotmail.com


Esta nota ha sido leída aproximadamente 1364 veces.



Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter