Nominar al Presidente de Venezuela como candidato al Premio Nobel de la Paz puede parecer a algunos una ofensa y a otros un chiste, dependiendo de la posición política que ocupen. Pero para otros lo consideramos la más obvia de las propuestas dado el esfuerzo que ha realizado como Presidente para mantener la Paz en el territorio de Venezuela a pesar de las condiciones tan adversas, que en su momento nadie creía que podía mantenerse ni siquiera en el poder menos aun lograr la Paz, después de la muerte de Hugo Chávez.

Sabemos que se rompe con su nominación los cánones con el que suele considerarse la concesión del premio por el Comité Noruego del Nobel, que no incluye sino sectores podríamos decir privilegiados, ya que entre los nominadores calificados por el Comité, no se encuentran sectores populares o sindicales, lo que limita la visión de reconocimiento a quienes luchan por la paz, que como en el caso del Presidente Nicolás Maduro son incontestables.

El Gobierno de Venezuela y su Presidente Nicolás Maduro son únicos en el mundo al considerar que su principal objetivo y tarea es el camino de la Paz y utilizarla como instrumento para resolver, bajo sus principios, las situaciones que se enfrenten por más conflictivas y cerradas que parezcan. La paz abre caminos.

Como instrumento primordial para transitar el camino de la paz y para llegar a ella en los casos específicos y concretos que se ocupen, la paz de Venezuela y que impulsa e irradia el Presidente Nicolás Maduro es el dialogo. El gobierno de Venezuela, como buen heredero de las enseñanzas de Hugo Chávez, no ha tenido ni tiene ninguna restricción a la hora de conservar directamente con sus oponentes, por más radicales que estén y por mucho daño que busquen generar al país y en el país, para llegar a acuerdos y encontrar la solución de la convivencia. De estos esfuerzos puede dar perfectamente cuenta el propio Gobierno del Reino de Noruega que ha impulsado, participado, contribuido, auxiliado en estos esfuerzos de dialogo a los que se ha dedicado el Gobierno de Venezuela de Nicolás Maduro.

La paz por la que se trabaja desde el gobierno de Venezuela, es una paz verdadera. No es la paz del dominio de los ricos sobre los pobres, o la paz del dominio de los fuertes sobre los débiles, ese tipo de paz no debería ni considerarse. Es una paz basada en el respeto muto, la dignidad, la igualdad de derechos, el derecho de conservación de la vida, de los bienes, de su cultura e historia. Es la paz que proporciona el derecho de vivir y gobernarse de acuerdo a sus propios criterios, proporcionados por su pasado y su futuro. Por ese tipo de paz trabaja el Presidente Nicolás Maduro.

Llevado por estos criterio es a ojos vista que a pesar de la profunda crisis económica y política, generada en buena parte por fuerzas internas y externas adversarias de cualquier gobierno que trabaje por su independencia, Venezuela no ha caído en una guerra civil y sin lugar a dudas esto se debe, en parte, a la contención del conflicto por parte del gobierno. Y es que frente a los llamado al caos y la violencia, además del camino del dialogo, el Gobierno de Nicolás Maduro abre e invita a la participación democrática, con la realización de elecciones de libre participación alcanzando los distintos grupos políticos una representación de acuerdo a su apoyo electoral. La democracia es Paz.

La paz verdadera y perdurable de un país la proporciona su institucionalidad y aunque se han recibido ataques directos muy destructivos, la institucionalidad en todas las pruebas se mantiene y programa y ejecuta acciones que benefician a toda la población, sin tomar en cuenta sus posiciones políticas. Convivencia.

En el plano global se puede reseñar 2 iniciativas importantes del Gobierno de Nicolás Maduro como son que en 2017, se otorgó al Presidente Vladimir Putin el Premio Hugo Chávez a la Paz y la Soberanía de los Pueblos, reconociendo su papel en la defensa del multilateralismo y la estabilidad global y más recientemente, el Presidente Maduro ha convocado una Cumbre Mundial por la Paz y contra la Guerra, proponiendo la creación de una Zona Libre de Armas Nucleares en Asia Occidental y exigiendo el desarme del arsenal secreto de Israel y la paz para Palestina, iniciativas con las que se quiere irradiar la Paz como un sentimiento mundial de hechos concretos.

Hoy Nicolás Maduro, manteniéndose sin descanso en esta lucha puede decir que en ¡Venezuela hay Paz¡ nuestro bien más preciado, y por ello solicitamos su nominación al Premio Nobel de la Paz correspondiente.