En otros artículos me he referido a la necesidad de desarrollar un nuevo paradigma económico y monetario basado en una filosofía de desarrollo endógeno, propio, el cual estaría conformado por un sistema cuyos elementos, ahorro nacional, política de conversión monetaria 1x1 con respecto a la relación con divisas externas, sistema financiero y bancario fuerte, pleno empleo, que apuntarían a generar riqueza interna creciente y distribución social de la misma. Posteriormente se desarrollarían nuevas políticas basadas en el ahorro que lo apuntalen y lo multipliquen.
En este esquema la política monetaria que adopta el Banco Central es fundamental y requiere para los nuevos administradores apoyar el cambio de paradigma, de lo externo a lo endógeno.
Todo la propuesta descansa en asumir una política nacional de ahorro, no solo sectorialmente o socialmente, dirigido a un grupo determinado, sino como la guía que oriente la acción económica total del estado venezolano y de sus agentes, públicos, privados, comunales, asociativos, familiares y personales.
Sin una política integral de ahorro tenemos menos posibilidades ante las fuerzas y potestades que tienen sitiado a nuestro país.
Una política de ahorro nacional es clave no solo para Venezuela sino igualmente para el desarrollo de los países pobres, ya que permite en primer lugar separarse de las políticas sometedoras y empobrecedoras de los organismos internacionales, los cuales dominados por los países desarrollados no fueron concebidas ni tienen entre sus objetivos, eliminar las causas de la pobreza en nuestros países, que ellos mismos crean.
El paradigma económico basado en el ahorro lleva también a reducir la dependencia de teorías externas al crear nuevas realidades que hoy no existen en nuestros países como es la creación de una masa monetaria creciente, fuerte, que sirve como fuente financiera al país y por lo tanto fortalece la autosuficiencia financiera.
Al crear el objeto ahorro nacional, masa monetaria nacional, es necesario, indispensable crear las teorías económicas para su manejo eficaz, productivo y social, ya que las ideas económicas externas vigentes, no lo contemplan como una posibilidad, son teorías exógenas a nuestros países, ante un déficit financiero ellas plantean recurrir a la banca imperialista de dominación. Con el ahorro se crearía una nueva teoría económica basada en nuevas realidades.
Cuando un país promueve el ahorro, crea reservas que permiten inversión interna sin recurrir constantemente a modelos económicos importados o a financiamiento externo. Esto fomenta el desarrollo de políticas adaptadas a su realidad, en lugar de seguir estrategias ajenas que pueden no ser sostenibles.
Uno de los efectos inmediatos de una política nacional basada en el ahorro, es que incrementa la "fortaleza de la estructura económica" entendiéndola como la capacidad productiva, la resiliencia, la diversificación y la sostenibilidad de una economía a largo plazo, entonces el ahorro juega un papel multiplicador crucial en su fortalecimiento y por supuesto la construcción comunal y el estado socialista.
La transformación económica sin un cambio al paradigma del desarrollo endógeno, tiene muchas carencias las cuales las hemos vivido siempre.
El ahorro nacional proporciona los recursos financieros necesarios para realizar actividades fundamentales donde podemos inicialmente señalar a las inversiones estratégicas que fortalecen no solo a la estructura económica sino también a la estructura social, política y de defensa.
Por lo tanto al fomentar el ahorro nacional se fortalece significativamente el funcionamiento del Estado de diversas maneras, muchas de ellas de una forma directa e inmediata y otras a mayor plazo. En todas ellas el ahorro nacional no solo beneficia a las familias, sino que exige al estado un desarrollo institucional creciente y modernizado ante realidades igualmente crecientes y abarcadoras.
El bienestar nacional construido en un proceso que va del Ahorro a la Transformación.