Históricamente Venezuela ha sido acechada por el imperio. Esta vez quienes transitamos por sus espacios observamos cómo la crueldad y la criminalidad del fascismo, es decir, la derecha fascista agrede al pueblo bajo la anuencia imperialista.
Hay una guerra asimétrica, no convencional, desplegada en nuestro país que se traduce en boicot, acaparamiento, contrabando, usurería, estafa y cuatro hojas más de etcétera.
Por ejemplo, son apreciables los oligopolios de los alimentos, productos de farmacia y cosméticos, se han convertido en verdaderos cárteles criminales y han elevado exponencialmente sus márgenes de ganancia en los últimos tiempos.
A su alrededor gira una retorcida red de bachaqueo, contrabando, extorsión, secuestro, especulación y terror psicológico, éste componente está conformado por un ejército de lacayos de la desinformación y la malicia informativa.
Otro ejemplo, es que detrás de los brillantes neones de Locatel, Farmatodo, Excelsior Gamma, Central Madeirense, o dentro de los encantadores empaques de Polar, Protinal, P&G, se esconde "el enemigo invisible".
Luego, en esta agenda criminal el FMI, pretende legalizar internacionalmente la imagen de quiebra de Venezuela, aferrándose a las proyecciones de Dólar Today, mampara propagandística de bancos y corporaciones de Wall Street para destruir el bolívar.
En este maniqueísmo el FMI toma como fuentes e insumos para sus caóticos reportes sobre Venezuela las mediciones de un opinador de la farándula financiera Steve Hanke (sirviente imperialista) y a un conjunto de consultoras y agencias que trabajan directamente para los centros de poder financiero, es decir, actores privados que trabajan por fuera y sin permiso de Estado alguno, percibiendo ganancias astronómicas por destruir pueblos.
Estamos es una guerra sin cuartel y sin fusiles. Cuando el FMI se refiere a la inflación (720%), al desempleo (17,4%) y a la caída del PIB (8%) en Venezuela, lo que en realidad está ejecutando es el diseño de expectativas y panoramas económicos que persiguen tres objetivos fundamentales:
1.- Impedir que Venezuela pueda acceder a préstamos internacionales;
2.- Instigar un clima de impago de deuda y de quiebra inevitable;
3.- Guiar al capital nacional y extranjero para que mantengan su estrategia de hiperespeculación adaptado a los objetivos establecidos por la criminal agenda golpista.
Hay dos objetivos fundamentales de la Guerra No Convencional que se le está imponiendo ahora mismo a Venezuela:
1- Quebrar la moral del chavismo y su construcción ética,
2.- Desarticular la unidad patriótica y bolivariana de la Fuerza Armada Nacional.
La historia nos enseña que no existe país que haya logrado resistir el asedio de fuerzas enemigas estando divididos pueblo y ejército. Hoy más que nunca el pueblo debe permanecer unido. ¡Unidad!