Desde las trincheras de la Vanguardia Ciudadana por la Democracia (VCD), alzamos nuestra voz para denunciar una vez más la sistemática exclusión que el Consejo Nacional Electoral (CNE) ha impuesto sobre nuestra organización y, por ende, sobre miles de venezolanos que aspiran a participar en las próximas elecciones parlamentarias. No es solo una tarjeta electoral lo que nos niegan; es el derecho a pensar distinto, a disentir, a construir una patria donde quepamos todos, sin exclusiones ni vetos arbitrarios.
En Venezuela, el gobierno del presidente Nicolás Maduro ha sido claro en su discurso de inclusión y tolerancia. Sin embargo, acciones como la negativa a aprobar nuestra tarjeta electoral contradicen ese espíritu revolucionario que tanto se pregona. ¿Dónde queda la tolerancia del maíz que todo lo abraza, que todo lo incluye? ¿Dónde está la participación protagónica del pueblo que la Constitución Bolivariana garantiza? Pareciera que, en la práctica, algunos sectores del poder han decidido que solo ciertos colores políticos, ciertas ideas, merecen ser escuchadas.
Nosotros, desde la izquierda revolucionaria, desde la disidencia, no callaremos. No permitiremos que se nos arrebate el derecho a participar en la construcción de la patria. No somos enemigos; somos venezolanos que creemos en la democracia, en la libertad de pensamiento y en la necesidad de un diálogo plural que nos permita avanzar como nación. La democracia no es solo para quienes piensan igual; es, precisamente, para quienes piensan distinto incluso dentro de las filas de la izquierda revolucionaria.
Pensar distinto no debe ser un delito, nadie que lo hago debe ser perseguido ni excluido en un país que se dice revolucionario. La Revolución Bolivariana nació como un grito de inclusión, de justicia, de igualdad. Negarnos la tarjeta electoral es negar esos principios fundacionales. Es convertir la Revolución en un instrumento de exclusión, en lugar de un faro de esperanza para todos los venezolanos y venezolanas, sin importar su raza, religión, biología o preferencia política.
Exigimos al CNE que rectifique su postura y apruebe nuestra tarjeta electoral. Exigimos que se respete el derecho de todos los venezolanos a participar en las elecciones, a ser protagonistas de su destino. No pedimos privilegios; pedimos igualdad. No pedimos silencio; pedimos voz. No pedimos exclusión; pedimos inclusión.
Desde VCD, seguiremos luchando por una Venezuela donde la participación sea verdaderamente protagónica, donde la diversidad de pensamiento sea celebrada y no perseguida. Seguiremos siendo el maíz que todo lo tolera, que todo lo incluye, porque en nuestra patria no hay cabida para la intolerancia política o intelectual ni para el miedo a pensar distinto.
¡Por la democracia, por la libertad, por la patria! ¡Que se escuche nuestra voz!
¡Prestarle atención a esta nota de reclamo y difúndelo antes que sea demasiado tarde!
¡Únete a la lucha por vanguardia.vcd@gmail.com!
