El enviado del Imperio y el pragmatismo norteamericano

"Mirad que yo envío a mi mensajero, irá delante de mí despejandome el camino"... (Malaquías 3: 1-3, La Biblia Latinoamerica, XVI edición. Ediciones Paulinas. Verbo Divino).


Este epígrafe del antiguo testamento no creo que sea el más adecuado, solo que habla de un "enviado"; pero, a Dios lo que es de Dios, como dice la Biblia en otra parte. Pues, según el amigo Jorge, un argentino avecinado por estos lares centro occidentales de Venezuela, gran viajero y aficionado a la reflexión sobre asuntos de la conciencia siguiendo la filosofía de "Silo y los libertarios", sobre el que Wikipedia informa profundamente; los gobiernos imperiales desde la antigüedad, antes que guiados por el buen Dios, que es toda bondad, misericordia y justicia u otras virtudes; parecen movidos por Satanás y su legión de demonios, promotores de toda violencia, muerte y destrucción, porque todo lo perverso y oscuro acompañan sus ejecuciones y tareas más simples.

Así, el enviado reciente del Imperio Usamericano, nos parece más bien que se adapta más bien a lo que relata don Pío Alvarado y su "Conjunto Prodinube" en un golpe curarigueño titulado "La Chuchurucha", uno de cuyos traviesos dice: "Churucha, Churucha, vino por su alimento y con la misma se va" ...

En efecto, hijo del pragmatismo (de "lo bueno, útil") ese embajador, Grennell o algo así, tal como señaló Maduro en su disertación de Inauguración del año Judicial 2025 o como se llame ese acto protocolar en el TSJ, lo recibió en el Despacho 1 de Miraflores, le hizo unos chistes malos por la risa de Jorge Rodríguez y mostró unos sables del general Rafael Urdaneta, uno de los más fieles bolivarianos (casualidad?), aunque parece que andaba apurado; vino por sus terroristas, los recogió y con la misma se fué, como picado de avispa.

No refirió Maduro otros temas de posibles acuerdos y ya los voceros de la White Haouse han propalado que el objetivo de esa visita era ese:

Recoger a sus Bad boys, recíprocamente el Presidente Constitucional dizque se comprometió a recibir a todos los compatriotas que serán recogidos por Conviasa a través del programa Vuelta a la Patria, inclusive "angelitos" de los llamados trenes; y hay quienes guardan la esperanza (esperanza inútil, como dice cierta canción) de que incluyan en esas repatriaciones a ciertos "líderes negativos" de la oposición, particularmente peligrosos: Guaido, Borges y otros criminales, lromovedores de las sanciones económicas nos han hecho andar a todos "por la calle de la amargura" y toda violencia política y social, la guerra civil, osea: sufrimiento y muerte, toda obra de Satanás. Que es lo que son: satánicos.

El Alto Mando de la Revolución Bolivariana también se guían por el pragmatismo: dialogan con todos esos sectores políticos radicaloides, a sabiendas de que no cumplirán ni remotamente los acuerdos firmados tanto en el exterior como en Venezuela, además de recibir a éste u otros enviados del imperio.

Sabedores de que el imperio USA procura poner fin a esta experiencia democrática popular venezolana y que algunos creen que ya tiene demasiado tiempo. Pero resulta que ahora es cuando está arrancando, en concreto con esto de la transformación del Estado mediante las elecciones comunales en sus circuitos, etc.

Trump ha dicho que "a Venezuela le irá muy bien" (en el futuro próximo, se supone) o que "ya se verá cómo hacer" (con su relación con esta nación, se entiende) y que, en efecto, ha entrado ya en otro plano al envíar a ese embajador, de eso que llaman "diplomacia" que no es otra cosa que defensa de los intereses de cada cual en las relaciones bilaterales entre países (relaciones de igualdad, respeto, defensa de la soberanía e independencia, ha dicho Maduro; es decir, todo bajo el ya socorrido pragmatismo: USA busca el alimento del petróleo y Venezuela alivio de las sanciones).

Por su parte, la revolución bolivariana también requiere acordar sin claudicaciones, aunque hasta donde se sabe en el encuentro con el enviado no dizque no se habló de otros temas, por lo que las palabra clave son: lealtad al bolivarianisno (ya que unos amigos creen que porque Maduro recibió y habló con ese embajador significa algo extrañó, claudicar, pues); de donde se tiene que la otra palabra clave es confianza en nuestra dirigencia; que para volver al epígrafe inicial supone "despejar el camino, allanar los senderos", como también dice la Biblia en los evangelios a propósito de Juan El Bautista; es decir, se ha buscado de manera directa el diálogo con vistas a eliminar las "sanciones", Maduro va en esa línea y el Alto Mando de la Revolución saben de la alta responsabilidad que pesa sobre sus hombros. Ahí están en sus trece, no ceden en lo fundamental.

Estas lineas se las debía a unos amigos, además de agregar que espero les gusten y seguir con la discusión, como decía el maestro Rigoberto Lanz en su conocida columna de El Nacional "A tres manos".



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Luis B. Saavedra M.

Docente, Trabajador popular.

 luissaavedra2004@yahoo.es

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