(Calificarlo de cívico militar es hablar el lenguaje de los amos de la historia y alejarse de la historia insurgente)

El 23 de enero de 1958 fue un golpe de Estado militar burgués

"El movimiento del 23 de enero, no es desde el punto castrense…

Un movimiento democrático…no hubo ni había, en las Fuerzas

Armadas un material propicio para recibir ese tipo de idea porque

después de una dictadura tan larga y una formación militar de corte

Casi fascista…eso no era posible. La instrucción militar difiere

mucho de la instrucción civil. Nosotros fuimos educados en

la escuela militar y se nos inculcaba el desprecio al civil"

Carlos Savelli Maldonado.

 

El 23 de enero de 1958 fue un hecho histórico de relevante consecuencia para el país, "sometido al análisis de políticos, historiadores e intelectuales, con un resultado infeliz, al llegar a la conclusión que el movimiento que derroca a la dictadura fue de carácter popular, ensalzando hasta el cansancio que la acción de las masas, de la gente en la calle y en la clandestinidad fueron los factores decisivos para el desmoronamiento y la salida del poder de la dictadura militar". Desde 1982, durante 47 años, hemos sostenido en líneas escritas, inéditas y de mayor extensión a este breve ensayo, que los hechos políticos ocurridos en Venezuela el día 23 de enero de 1958 no se pueden considerar como un Golpe de Estado Cívico militar.

Pregonar que fue el pueblo quien derrocó a Marcos Pérez Jiménez es hablar el lenguaje de los opresores, induce a la quimera, a la ilusión que los palos, las piedras y las molotov derrocan gobierno. Sólo ello es posible cuando el movimiento popular está vinculado a la teoría revolucionaria y tiene que contar con una estructura organizada que tome en cuenta todas las variables que intervienen en el proceso y considere alternativas de luchas distintas al deseo intuitivo de las grandes mayorías por mejorar sus condiciones de vida. La población mayoritariamente tiene la ingenua creencia, alimentada por década de desinformación histórica, provenientes de sectores interesados de mantener un mito, que erradamente educa para que, en futuras y similares circunstancias, los sectores explotados crean, no se organicen, no se preparen al estar atrapados en el pensamiento que hasta ahora se les ha inculcado: que los hechos de ese enero de 1958 -es masivo y difundido el pensamiento- que es suficiente con el espontaneísmo, la expresión natural de los sentimientos y las emociones, creer que la revolución social va a ocurrir de forma espontánea, sin pensar, mediante la improvisación, la poca o casi nula organización política de las masas, carente de poder militar y armamentos y la ausencia de una correcta e inequívoca teoría revolucionaria, ¿puede, en esas circunstancias tan precarias, derrocar un gobierno?

No se trata de disminuir o desconocer méritos a lideres políticos, ni a individualidades de los distintos sectores que integran la vida en sociedad, de lo que se trata, eso sí, es de establecer las causas, el origen y las razones históricas que hicieron posible el golpe de Estado de 1958 y valorar el verdadero protagonismo de las masas populares, de las clases dominantes y de los factores extraterritoriales de poder, en tal acontecimiento, su influencia, presencia, su participación como sujeto social, su relevancia e importancia como factor que haya pesado en la caída del régimen.

No se pueden juzgar apriorísticamente los hechos sociales, es la dialéctica histórica la que nos explica la realidad, a través de ella como método llegamos o nos aproximamos a la verdad, mediante la confrontación de argumentos, razonando con rectitud Simón Rodriguiana, dentro de una visión de totalidad, partiendo de los acontecimientos locales, digamos nacionales, vinculados con la explicación política, económica y social, sus variables internas y externa, los factores de poder nacionales y extranjeros, en la búsqueda de las causas que explican el acontecer histórico, en este caso del golpe de Estado del día 23 de enero de 1958, para poder superar lo narrativo de la "historia", del cuento o el mito, la leyenda, la fábula, la narración de hechos y acontecimientos protagonizado por personajes heroicos, casi divinos, creado y recreados por los amos del poder, por la historia oficial u oficialista, quedando, incluso, atrapado no pocos "historiadores insurgente", que repiten las interpretaciones, haciéndose eco, reproductores del sonido de las voces de los vencedores, pues, no son sus conclusiones, sus afirmaciones repetitivas no son producto de investigaciones o reflexiones, de un juicio sometido al pensamiento, a la crítica –"a la que se le debe todo lo bueno que hay en la sociedad"-, como bien lo dijo el maestro del Libertador Simón Rodríguez, "historiadores" que ejercitan la repetidera como loro en jaula, están a la orden del día, difundiendo un conocimiento producido por la minoría triunfante, que no educa para la transformación, que impide el avance en el estudio de la historia y de la sociedad, que niega el pensar y hace imitando que la población reproduzca, en vertiginosa carrera de meteoro, una elaboración e interpretación que no enseña ni eleva el nivel de conciencia, la formación ciudadana, el sentido a la búsqueda de la verdad, para crear las herramientas ideológicas, que permitan un conocimiento destinado a juzgar con rectitud, a ejercer el análisis y el enjuiciamiento profundo y sano, para que en iguales o parecida circunstancias históricas, permita construir un nuevo sendero, una nueva ruta para la vida y la sociedad.

La intención es la interpretación o el conocimiento sobre un hecho social, como el escrito en estas páginas, que se separe de la enseñanza o de una pedagogía cubierta por las emociones, los deseos, y las subjetividades, es obligante al analizar cualquier fenómeno social que acontezca en nuestra América, como la llamó Martí, establecer las relaciones existentes y la influencia de la política y los intereses económicos de Estados Unidos de Norteamérica y de las clases dominantes de cada país, de sus propósitos de acumulación de capital y de los partidos que como instrumentos o medios logran sus fines de asaltar el poder, de manera directa o por interpuestas personas, factores de poder que han usado cualquier medio, incluso las intervenciones militares, en nuestro y otros continentes. El imperialismo ha apoyado, mantenido y sostenido gobernantes y dictaduras subordinado su mandato a sus intereses hegemónicos y cuando ya no les interesan, o las condiciones y circunstancias, que dieron origen a un determinado gobierno o sus intereses o proyecciones económicas cambian, no dudan en retirarle el apoyo y contribuyen a desalojarlos del poder por cualquier medio, convirtiendo un buen número de partidos políticos, con base popular, en representantes suyo y de las clase dominante interna, para el logro de sus propósitos e intereses..

Es conocido que las naciones donde el movimiento popular se torna "peligroso", no obedientes para los planes de predominio hegemónico, el imperio junto a la burguesía interna instaura, apoya y financia a dictaduras fascista y antidemocráticas y encumbran en el poder a dirigentes políticos para que defiendan sus intereses en el marco de la "democracia representativa".

Venezuela no escapaba a esa situación, a esa realidad política de no aceptar gobernantes autónomos e independientes, ello explica el derrocamiento de Isaías Medina Angarita mediante el golpe de Estado en 1945, y el de 24 de noviembre de 1948, los diez años de la dictadura militar y la instauración de la llamada "democracia puntofijista". El golpe de Estado contra Medina Angarita fue una acción planificada y organizada por Acción Democrática, las clases dominantes proimperialistas y los monopolios trasnacionales, en el momento que consideraron que la situación política económica indicaba, en cada caso específico, la opción a seguir: la dictadura militar o el llamado a elecciones, una y otra, son parte de un proceso de dominación, dependencia y control de la soberanía nacional.

Los golpes de Estado de 1945 y 1948 son el punto de partida, el origen de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, he allí las causales que la explica y la hacen posible, así como también los elementos que provocaron los acontecimientos políticos en Venezuela en el año de 1958.

El derrocamiento de la dictadura al final de la quinta década del siglo XX no se puede considerar, de forma estricta, como un movimiento cívico-militar en donde el pueblo organizadamente e insurreccionado logra dividir las Fuerza Armadas, la institución militar e incorporarla bajo una dirección revolucionaria en la lucha contra del dictador de turno.

Precisado lo anterior, podemos afirmar que lo esencial, lo determinante en las causales del golpe de Estado de 1958, no fue consecuencia del movimiento popular, la lucha organizada de los sectores explotados, aun cuando tienen presencia social, pues, existen, son parte integrante de la nación y están presente dentro del escenario espacial, en el territorio nacional, no es un ente invisible e inexistente, abstracto, irreal; ciertamente, los civiles, se hicieron presente, con gran emoción y entusiasmo, en sentido mayoritario y espontáneamente en los días finales del golpe y ayudó a que se precipitara.

Todo indica que el golpe de Estado de 1958 es un golpe militar-burgués, en una acción combinada de intereses de la burguesía interna y la externa y los militares de la época, quienes les retiran el apoyo al dictador e impulsan su sustitución en el momento que las fuerzas productivas así lo exigían y la situación internacional le era favorable, no había una "situación de guerra civil" ni tampoco "el pueblo estaba levantado en armas". El rico sí estaba pensando en su fortuna y en sus privilegios, así que no lo "expuso todo para cumplir como ciudadano". El 23 de enero de 1958 no se puede explicar como "un movimiento en que se habían identificado los hombres de negocio y sus trabajadores; la gente de corbata y yunta y la de la charneca, en la búsqueda del objetivo común de la dignidad". "Los hombres de empresa continuaron abriendo fuentes de trabajo sin nada que temer a este generoso pueblo". Clara las palabras de Teodoro Petkoff cuando afirmó: "Nosotros nos alzamos el 21. Sabíamos que había un golpe militar. Es más, el 23 en la noche…cuando no se había producido el golpe aún… uno sentía: o hay golpe o mañana nos vamos a trabajar todos. Desde el punto de vista político militar, el pueblo desarmado con solo piedra frente a la policía, estaba vencido, Ya no daba más". Años más adelante quedaría evidenciado -como lo afirmó Víctor Hugo Morales- "En Puerto Cabello quedó demostrado que no basta el valor, la conciencia ni los recursos que se posean, es necesario también estar organizado". No se puede seguir celebrando una mentira, o calificando un protagonismo de popular cuando no existía organización ni fuerza militar autónoma, propia e independiente diferente al ejército regular o institucional. Un engaño, una idea falsa, una educación sobradamente interesada en enseñar y educar que solo la voluntad bastó para derrotar un régimen contrario a los intereses del pueblo, que bien nos puede costar la posibilidad de la construcción de una nueva historia, de un nuevo país en circunstancia parecidas en la disputa del poder, y ahí estaría materializado, concretado y logrado el gran objetivo de las clases dominantes, por ello su afán de divulgar y hacer ver, que sólo la voluntad espontánea y sin organización, sin ideas claras y sin poder de fuego de un pueblo desarmado de teoría revolucionaria y sin organización militar popular, bastaría para el gran objetivo de hacer revolución. Así verían -las clases dominantes. Los dueños del poder, los vencedores cosechada y con grandes frutos y renta, la mentira difundida por décadas, al calificar el golpe de Estado de 1958 como un acto o un movimiento cívico militar y hay hasta hay quienes llegan a más al hablar de "insurrección popular" o "guerra civil", o un "pueblo en armas" y de que es posible juntar intereses contradictorios de juntar la yuntas y las corbatas con el pueblo de la charneca, así se niega y queda borrado del pensamiento político en las masas populares la irreconciliables lucha de clases

La capacidad de movilización, el poder revolucionario transformador del pueblo no lo negamos, creemos en esa capacidad y sapiencia de los sectores populares y del gran poder de los explotados, de los humildes y desamparados, ejemplos mundiales existen, la revolución bolchevique en la URSS, la China de Mao, Cuba, Vietnam, Irán, Nicaragua y actualmente el proceso bolivariano creado, ideado por el comandante eterno Hugo Rafael Chaves Frías y sostenido con lealtad suprema por el Presidente Nicolás Maduro, dentro del más criminal bloqueo que haya existido contra nuestra patria, legada por el libertador y el pueblo de Simón Bolívar. En esto, sobre los "poderes creadores del pueblo", no tenemos ninguna duda, no obstante, en el caso que nos ocupa, en el hecho histórico del derrocamiento de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, lo determinante en el desalojo del dictador y su camarilla más inmediate no fue la consecuencia de la lucha organizada del pueblo, aunque se incorporaron los jóvenes de Catia, de La Charneca y de Guataparo, entre otros, a luchar, en forma incluso violenta, en los últimos días de vida del régimen.

VENEZUELA EN EL CONTEXTO INTERNACIONAL

 

El periodo de la dictadura Pérez jimenista no se puede analizar a margen de los hechos ocurridos en América Latina y en el mundo, dentro de la política genera por el imperialismo norteamericano y la expansión del campo socialista, así como del resultado de la segunda guerra mundial. Después de la ocurrencia de ésta, los factores de poder norteamericano, en el mundo capitalista, se convierten en un elemento dominante, así como la presencia del campo socialista, "la incorporación de la URSS en junio de 1941, los frentes de guerra anti hitleriano, cambió el carácter de la guerra y se convirtió en una cruzada por la liberación de todos los pueblos de América" (Juan B. Fuenmayor. Historia de la Venezuela política Contemporánea.). Son derrotados los sectores más agresivos de la burguesía internacional (Alemana, Italiana y Japonesa). Crece el campo socialista con el triunfo del ejército popular chino (1948), igual ocurre en Corea y Vietnam, en África hay un impulso del movimiento de liberación nacional.

En Asia y África, también en Europa hay una expansión del socialismo agudizándose las contradicciones de esos dos mundos, el capitalista y el socialista. El gobierno de Norteamérica "comienza a hablar del comunismo como antes hablaba nazismo, invoca contra aquel la solidaridad internacional y la defensa del hemisferio" (Nora Bustamante. A propósito de los papeles del Departamento de Estado 1945-48). Para ellos era necesario contener la expansión de las fuerzas progresistas, el desarrollo del campo socialista y detener los movimientos populares en Asia, Europa, África y América Latina. Es la época de la guerra fría y del impulso de guerras parciales entre las propias localidades. Viran su mirada hacia América Latina y procuran consérvalos y consolidar su posición mediante la promoción de cualquier vía y en ello instalar y sostener dictaduras en el logro de sus objetivos de dominación y explotación.

Dentro de esa política agresiva, antipopular y anticomunista son concebidos los golpes de Estado de los años 1945 y 1948 pasando Venezuela, a finales de la cuarta década del siglo XX a formar parte del equipo de dictadura existentes en Panamá, Santo Domingo, Colombia, Argentina, Perú y etc.

Mario Vargas, uno de los protagonistas del golpe de Estado de 1945 expresó: "Antes de dar el golpe nosotros lo consultamos con la embajada de EE.UU. y no procedimos hasta no haber obtenido su aprobación" (Ruptura, Comisión Ideológica. Las ganancias Extraordinaria y la Soberanía Nacional). Política intervencionista que continúa en 1948, con el golpe de Estado "El movimiento tuvo el apoyo y simpatía del Departamento de Estado, viendo en Pérez Jiménez la persona que mejor garantizaba la seguridad de sus negocios" (Blanco Muñoz Agustín. Clases sociales y violencia en Venezuela).

El resultado de la segunda guerra mundial favorece a los EE. UU "surge con pérdidas militares insignificantes, única potencia acreedora e inversora, con bases militares e influencia imperial en las más importantes zonas estratégicas del planeta" (Marcos Kaplan. Problema del Desarrollo y la integración en América Latina). Tal realidad facilita el camino a su política hegemónica en Latinoamérica y otras partes del mundo fortalecida por acuerdos políticos militares, por la monopolización del comercio exterior, el control de la materia prima y la supremacía tecnológica.

Estas consideraciones generales representan en el plano internacional el marco referencial en el cual hay que ubicar los golpes de Estado de 1945 y 1948 y el origen de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez.

VENEZUELA. EL CONTEXTO NACIONAL.

 

Un elemento a analizar ligado al factor internacional. Luego de la post guerra el petróleo es un elemento de mayúscula importancia para la maquinaria económica y militar del imperialismo. Venezuela una pieza del engranaje de la geopolítica norteamericana.

Los golpes de Estado de 1945 y 1948 tienen como partida la política de la guerra fría y la política anticomunista, sobre todo si se entiende que Medina Angarita "no era un presidente ni un hombre inspirados en perjuicios anticomunistas" (Fuenmayor Juan B.) . Su gobierno se orientó hacia la democratización del país, amplió las libertades, no cercenó el derecho a discernir, a debatir, no hubo preso políticos ni torturados, legalizó a los partidos Acción Democrática y Partido Comunista de Venezuela, eliminó el Inciso VI del artículo 32 de la Constitución Nacional, que prohibía la divulgación de la teoría marxista leninista.

Como consecuencia de la segunda guerra mundial se alteran las relaciones comerciales de Venezuela con el exterior, agravado por la reducción en un "30% de la producción petrolera y la entrada por concepto de aranceles en más del 40%" (Ruptura Comisión Ideológica).

Ante esa situación de crisis económica, el gobierno de Medina Angarita revisa la política petrolera para que la Nación obtenga un mayor porcentaje en la renta del subsuelo. El gobierno se apoya en el pueblo movilizándolo, existe una amplia libertad de expresarse, los sindicatos se organizan, el movimiento popular toma auge y Medina Angarita ante la grave situación fiscal -dentro del escenario de la guerra mundial- crea la Ley de hidrocarburos en 1943, se aumenta la participación del país en la renta petrolera, declara al transporte como una "Concesión de servicio público", quedan obligado el concesionario a la aprobación de las condiciones de transporte y almacenaje por parte del Ejecutivo Nacional, impuso que el 10% de la producción debían ser refinada en el país. Y con la reforma agraria lograba el campesino a ser dotado de tierra, comienza un proceso de industrialización en el país con capitalistas nacionales que de cierta manera se escapaba al control imperialista. (Salvador de la Plaza. El Desarrollo Económico e Industrias Básicas). Todo ello incrementa el interés del imperio en derrocar al presidente Medina Angarita. "Los trusts norteamericanos…apoyándose en el sector antinacional organizaron el golpe de Estado… El gobierno de facto derogó la Ley de Reforma Agraria y frenó la industrialización independiente y…auspician la instalación en el país de subsidiarias de los grandes trunts norteamericanos" (Salvador de la Plaza. La formación de las clases sociales en Venezuela).

Las medidas económicas sociales evidenciaba el carácter nacionalista y popular del gobierno, ello agravó las contradicciones entre el imperialismo, sus representantes internos y el gobierno soberano junto a la expansión de las fuerzas progresistas provocan el Golpe de Estado de 1945 "..El golpe de Estado…preparado por los trusts imperialista yanqui para estrangular la Reforma Agraria y el ascenso del movimiento democrático…" (Salvador de la Plaza y Jaques Duclos. Antecedentes del revisionismo en Venezuela.).

Con ello se impide la transformación del régimen de tenencia de la tierra, permite el control, por parte del capital foráneo, de nuevos sectores productivos y la presencia de la misión militar yanqui, se inicia una política de persecución y división del movimiento obrero y una continuada campaña anticomunista y la creación de la Seguridad Nacional, organismo que enlutó a miles de hogares venezolanos.

La participación de Acción democrática "le daba una fisonomía civil al golpe el golpe de Estado" (Isaías Medina A.). Dicha agrupación política desarrolló toda una campaña de acusaciones contra Medina Angarita de ser comunista y atentar contra la propiedad privada, demostrando "ser un partido pro americano y antisoviético… una garantía para frenar el poderoso movimiento marxista" (Papeles del Departamento de Estado. El derrocamiento del General Medina Angarita. El Nacional. 12 de abril de 1980).

A partir de 1945 Acción democrática incrementa su demagogia y ofrece: "…alimentación, viviendas, tierras y elecciones libres, voto para todos". Al no haber una real, efectiva y organizada oposición, Rómulo Gallegos, militante de Acción Democrática gana las elecciones de 1947.

Hay un resurgir del movimiento popular que exige la profundización de las banderas democráticas, sobre participación, mejoras sociales y económicas y fortalecimiento de la soberanía nacional que, a los ojos de la guerra fría, del anticomunismo internacional y de la las clases dominantes oligárquicas y burguesas no veían bien esa "democracia representativa" y valiéndose de los militares y los sectores más reaccionarios deciden dar el golpe de Estado del 24 de noviembre de 1948. Los militares golpistas son los mismos que participaron en el golpe de Estado de 1945 (Marcos Pérez Jimenes, Llovera Páez, Delgado Chalbaud, Mario Vargas entre otros).

La ejecutoria gubernamental de la Junta de Gobierno de 1948 y la dictadura instaurada eliminó las libertades democráticas, reprime cada vez más al movimiento popular para contener su avance que se nuclea en las organizaciones política, "…Ilegaliza a Acción Democrática, las centrales obreras clausuran los órganos de prensa, son ocupadas las Cámaras Legislativas nacionales, sus miembros son detenidos y perseguidos" (Venezuela bajo el signo del terror. El libro Negro. Catalá editores.). La práctica política estuvo enrumbada a aplastar el movimiento popular debido al proceso de libertades democrática que había alcanzado desde el gobierno de Medina Angarita, al punto que el partido comunista tenía una gran penetración y representación en los sindicatos obreros. El monitoreo yanqui está presente a través de su embajador Walter J. Donnelly, el 16 de septiembre dirige una carta al Ministro de Relaciones Interiores en Washington manifestando preocupación por la presencia de los comunistas en los campos petroleros, haciéndoselo conocer al Presidente Rómulo Gallegos, manifestándole éste: "…que impartiría instrucciones al ejército para que estén alertas contra los comunistas, garantizando que tanto el ejército como el gobierno evacuarían los comunistas peligrosos de área estratégicas en caso grave de emergencia (Diario El Nacional 12 de abril de 1980). Los EE. UU consideró que el cuadro político y social era peligroso para sus intereses junto al temor de la reaccionaria burguesía ante el auge del movimiento de masas y las libertades existentes.

La inherencia del gobierno de los EE. UU en el golpe militar de 1948 fue evidente a tal punto que el propio presidente Rómulo Gallegos expresó: "..Qué significa la presencia constatada… de un agregado militar de embajada de potencia extranjera en el ajetreo de cooperar mientras se estaba desarrollando la insurrección militar contra el gobierno constitucional" (Elena Plaza. El 23 de enero de 1958). El agregado militar era el coronel E.F. Adams.

El presidente de la Junta Militar Carlos Delgado Chalbaud le manifiesta al embajador Donnelly, "Apoyo irrestricto al sistema interamericano y a las naciones unidas, expresó sus deseos que continuaran las misiones militares y navales americanas en Caracas y expresó que la Junta estaba a favor de una mayor tranquilidad en el Caribe, prometió respetar la libre empresa y el capital extranjero, alentando las inversiones y la tecnología extranjera, prometió respetar las concesiones petroleras y el hierro y la disponibilidad de otorgar nuevas concesiones, prometió combatir el comunismo que lo suprimiría gradualmente…" (Diario El Nacional13 de abril de 1980. La crisis del 48y el derrocamiento de Gallego).

Delgado Chalbaud aspiraba un sistema que incluía la presencia de partidos políticos condicionados al respeto sistema de explotación capitalista, que los partidos actuantes fuera inocuo en el proceso de confrontación de clases como en los casos de Perú, Colombia, Ecuador, Argentina y etc. Donde han alternado sistemas "democráticos" y militares con presencia de organizaciones políticas.

Marcos Pérez Jiménez era el hombre que ocultaba tras de sí la fuerza y no será hasta 1952 cuando se conozca realmente lo que ocultaba. Asesinado Delgado Chalbaud, asume la presidencia Germán Suarez Flamerich, instrumento incondicional de Marcos Pérez Jiménez, hasta tanto, éste logre concentrar en torno suyo el apoyo pleno de la burguesía interna y del sector militar, así como de la burguesía monopólica internacional y a los intereses políticos del imperio.

Venezuela es parte integrante de una serie de países con gobierno dictatoriales en América Latina: Perú con Odría, Trujillo en Santo Domingo, Rojas Pinillas en Colombia, Perón en Argentina.

Venezuela, durante el régimen Pérezjimenista, provee el petróleo para las acciones bélica norteamericana en Corea y durante el cierre del Canal de Suez, nuestro país es seguro proveedor de energía petrolera y también garantiza sus operaciones en tiempo de "paz", siendo también punto de apoyo para la intervención imperialista en Guatemala en 1954, el derrocamiento de Jacobo Arbenz. En Venezuela los cancilleres miembros de la OEA, se reunieron y sellaron la invasión del país centroamericano.

En lo interno de la nación qué significó el pérezjimenismo: "…en lo político un régimen policial de carácter fascista; en lo económico, un sistema de peculado y de sobornos; en lo social una composición de ambiciones personales y de los peores grupos regresivos – del viejo semifeudalismo- y de ambiciones de nuevo cuyo; un régimen ejecutivito donde el ejecutivo era el autócrata; un sistema en el cual quedó abolido todo juego político…" (Miguel Acosta Saigne. Liquidación del Pérezjimenismo. Diario El Nacional, 26 de Enero de 1958.P.4).

La dictadura de Pérezjiménez liquida las libertades democráticas y reprime militarmente al pueblo venezolano, contiene el movimiento popular en el país, aspectos enmarcados dentro de las exigencias del modelo norteamericano y de los factores de poder interno. La labor del dictador fue compensada por el presidente norteamericano Eisenhower, éste lo condecora y expresa que fue por haber "facilitado la expansión de las inversiones extranjeras y por su constante preocupación ante el problema de la infiltración comunista en su país y en el resto de América" (Agustín Blanco M. Clases sociales y violencia en Venezuela).

Marcos Pérez Jiménez pensó legalizarse en el poder a través de las elecciones que le favoreciera. La votación le fue adversa y consuma un fraude electoral y desplaza de la Junta de Gobierno a Suarez Flamerich y Llovera Páez y así concentra todo el poder cuando oficialmente dan como ganador a su partido al Frente Nacional Independiente. Inmediatamente sale al exilio Unión Republicana Democrática, sosteniendo el peso de la resistencia Acción democrática con una política excluyente, empeñada a buscar el golpe cuartelario, para posteriormente buscar un acercamiento con el PC y URD y el Partido Comunista sostuvo una resistencia de admirarse.

Entre 1950 y principio de 1957 fue evidente el fortalecimiento de la burguesía dedicada a las actividades de la construcción en consecuencia a la política del concreto impulsada por el régimen, de igual manera se benefició el sector dominante en el área comercia dedicado a abastecer el gasto público, así como también fueron grande los beneficios para la burguesía importadora, consolidándose la integración de grupos monopólicos, beneficia con depósitos y fianzas a la banca privada (banco Táchira y Nacional de Descuento), burguesía adventicia que produce, en la burguesía tradicional, malestar en contra del gobierno. Se afecta el proceso de industrialización iniciado en la los años de la segunda guerra mundial, por la vigencia del tratado de reciprocidad comercial entre Venezuela y los EE.UU, marcado así el con el sello de la dependencia la industrialización que se venía dando en nuestro país, constituyendo un foco para la insatisfacción que se une al hecho que durante el régimen sólo un sector de la burguesía interna se benefició escandalosamente, "Hubo un crecimiento de las actividades económicas de la banca financiera, del comercio importador, de la industria de la construcción y de algunos ramos de la industria manufacturera" (Germán Yánez. Entrevista).

En el decenio de 1948 y 1958 la dictadura reprime militarmente al pueblo venezolano, desaparecen derechos democráticos conquistados en años anteriores, se disuelven los sindicatos y se prohíbe la existencia legal de los partidos, se con Pérez Jiménez se institucionaliza los asesinatos, las desapariciones, los destierros y el confinamiento político en campos de concentración que evocaban la época de Hitler, "Tortura a diestra y siniestra, eliminación de los adversarios políticos. Un manto de terror que recordaba a Juan Vicente Gómez se extendió por campo y ciudades…" (Moisés Moleiro. El Partido del Pueblo).

Se incrementó el analfabetismo, la falta de asistencia médica, el desempleo, el crecimiento de la marginalidad y el éxodo campesino a la ciudad, creándose los cordones de miseria y el crecimiento de la población urbana en un 20% en la década de 1948 a 1958. Se hace visible el fenómeno de vivir en rancho, el hacinamiento, se profundiza la anarquía de la "organización" espacial que se expresa en término de distribución poblacional. La política de obra pública terminó la integración física del territorio nacional, obras monumentales que aún permanecen como símbolo de un gobierno, y que el período de la "democracia representativa" no superó, siendo motivo, incluso hoy día, de admiración y reconocimiento de un régimen de persecución y asesinatos, al que se idolatra, no en pocas ocasiones, por su política de infraestructura. Magnificas fueron las construcciones que originaban empleo hasta tanto culminara la obra, pasando, los trabajadores a formar parte del "10% de los desempleados que no tenían ningún ingreso" (Tomás Amadeo Vasconi. El Estado y las clases dominantes en la Venezuela actual).

DOS ELEMENTOS DE INCONFORMIDAD FRENTE AL RÉGIMEN.

En su momento existieron dos elementos de inconformidad en contra de la dictadura:

A. El sector de la burguesía que no es muy favorecido por la gestión del gobierno, al pasar el tiempo entraría en contradicción con el resto del grupo, con la casta de burgueses que se beneficiaban directamente de la gestión económica del Estado.

B. La población en general por la falta de libertades democráticas y por la represión existente en el país, que manifestara su indignación a finales del periodo pérezjimenista (huelga estudiantil noviembre de 1957), descontento e indignación que aumenta ante la falsa plebiscitaria mediante la cual el gobierno trata de legitimarse y legalizarse, ocasionando que algunos sectores que aún lo apoyara decidieron retirar la sustentación que le daban o quedaron neutralizados ante las aspiraciones continuista del dictador.

SITUACIÓN DE LAS FUERZAS ARMADAS.

 

Las Fuerzas Armadas es una institución no homogénea en cuanto a sus miembros -personas con pensamiento y legítimas aspiraciones propias de seres humano- distinguida por:

  1. La posición económica social.
  2. El pensamiento político individual en la interpretación de la realidad.

Para la época estudiada existía una clara división en sus componentes: una oficialidad reaccionaria que se beneficiaba del régimen integrada por los altos representantes militares del Estado Mayor y parte de la oficialidad de las Fuerzas Nacionales.

También existían la oficialidad que no se beneficiaba del régimen o que se encontraban en situación de minusvalía económica al ver el derroche y la vida fácil de unas reducidas familias caraqueñas, que acumularon fortunas en breve lapso, ostentando una holgada vida junto a la oficialidad sobre la cual se apoyaba la dictadura, contrastando con los ingresos del grueso de los miembros de las Fuerzas Armadas, en el caso de "los oficiales para 1957 seguían siendo los mismos de 1950" (Domingo Alberto Rangel. La Revolución de la Fantasía), quedando obligados a llevar una vida que no satisfacía sus aspiraciones, acorralados por un sueldo que en ocho años no compensaba la exigente vida de la capa media a la que pertenecen los oficiales venezolanos.

Hay que añadirle la frustración en la carrera de ascenso que causaba tensiones, máximo si consideramos que la mayoría de los oficiales provienen de sectores humildes, era básico las aspirada reivindicaciones no satisfechas, foco causante de descontentos que crecía en la medida que el dictador "presentó una dictadura unipersonal…cimentada en una estructura militar por él controlada…Dentro de las cuatro ramas de las Fuerzas Armadas hubo desacuerdo y brotes disidentes en etapas distintas de la dictadura y sólo a la hora de la decisión en enero de 1958 se unificaron" (Jesús Sanoja Hernández. Los militares contra Pérez Jiménez. Diario El Nacional 24 de Junio de 1979).

En 1951 hubo la disidencia de los Cadetes Orsini y Medina, en 1952 la sublevación de Wilfredo Omaña y para 1954 en la cárcel de Nueva Angostura hay ocho Capitanes detenidos, siete Tenientes, dos Subtenientes y algunos Sargentos, entre otros, reducidos a prisión en distintos sitios del país, sin mencionar a los que eran hostigados, asesinados, torturados "castrados por la Seguridad Nacional" (La Esfera. De la castración de los oficiales por la Seguridad Nacional, habla documento que olvidó Pedro Estrada. 27 de febrero de 1958).

Las divergencias se presentaron a lo largo del periodo Pérezjimenista a pesar de la represión, de la vigilancia y del terror del aparato policial, como la Seguridad Nacional que en algunos casos estaba por encima de las propias Fuerzas Armadas al reprimir a sectores menos conservadores y no corrompidos. Todo ello afectaba la institución armada, que comprometía la fidelidad al régimen al perderse en sentido de la solidaridad de los estratos inferiores y superiores, concretándose la insurgencia a finales de 1957con la rebelión de Hugo Trejo.

Se evidenció la existencia de oficiales que aspiraban un estado de derecho, de respeto, de libertades democráticas y un gobierno constitucional elegido por el voto del pueblo. También hay que considerar la afinidad de algunos oficiales jóvenes con el gobierno de Acción Democrática entre 1945 y 1948 y luego con los grupos de oposición comunista y de Acción Democrática entre 1949 y 1957 que explica la receptividad a los planteamientos antidictadura.

ALGUNAS LÍNEAS SOBRE LA SITUACIÓN ECONÓMICA

 

El régimen disfruto de un "Boom" crecimiento económico como consecuencia de la demanda de petróleo que hicieron los mercados mundiales en el momento que estaban paralizada la producción en el Medio Oriente, así fue que pasó de 787.000 barriles en 1955 a 1014.424 barriles en 1957. Superada la crisis de la producción petrolera en el Medio Oriente, cae la producción venezolana a 950.767 de barriles con el agravante que el precio por barril decreció en el orden del -4,4 por barril producido en ese año como efecto de los cambios en el mercado mundial. Efecto éste que se prolongará por muchos años más.

Para 1957 las perspectivas del auge económico que ofrecía la dictadura a la clase dominante llegaban a su fin, por efecto de la crisis fiscal, debido al despilfarro del gasto público que afectó la balanza de pago que para 1952 constituía -2.254.000 bolívares, ascendió para 1958 la astronómica cifra de -4.495.000 bolívares, añadámosle las altas comisiones del 33 y 35% por contratos de la construcción.

Dificultades económicas que se le presentaron al régimen fue consecuencia de proyectos que rebasaron la capacidad de pagos del estado, tratando de solventar la situación deficitaria otorga 800.000 hectáreas de concesiones para la explotación petrolera. La burguesía financiera se percata que sus aspiraciones económicas requerían de otro modelo político y es así como "El gobierno de Pérez Jiménez, se derrumba en aquella fecha, porque su gobierno se ha mostrado radicalmente incapaz para responder ya a las exigencias del desarrollo nacional" (Jóvito Villalba. Revista Resumen Nro 221, Caracas 29 de enero de 1978).

La crisis en la que se encuentra el gobierno influirá en las posiciones y posibilidades de la burguesía, se mantiene conforme hasta tanto el ingreso petrolero estuviera creciendo en su beneficio. "…Los hombres de empresa pueden sucumbir a la tentación de apoyar a la tiranía, mientras sus balances anuales les representen jugosas partidas de utilidades" (Rafael Caldera. La Esfera. 9 de febrero de 1958).

Para los días postreros de 1957 "las jugosas partidas de utilidades" se ven mermadas y el esperado crecimiento económico no responde a las aspiraciones e intereses de la burguesía, entonces, han de reconsiderar la reorganización del bloque del poder.

Finales del período dictatorial el gobierno no pagaba las deudas contraídas con los constructores, con los tenedores extranjeros (bancos norteamericanos) poseedores de documentos emitidos por el Estado venezolano, ello genera impaciencia en las clases dominantes por la falta de estabilidad financiera e insolvencia del régimen, la crisis presupuestaria, el endeudamiento y el degaste de la dictadura. Los sectores poderosos iniciaron su mirada hacia el modelo "democrático burgués" con la intensión de afianzar su poder ejerciendo directamente el poder político.

HACIA EL 23 DE ENERO

 

Llega junio de 1957 Pérez Jiménez y los favorecidos del régimen pretenden continuar en el poder y legitimarse a través de un plebiscito, esto detona los esfuerzos conspirativos de las clases dominantes inconformes con la situación financiera del país (de sus bolsillos). Ahí están las organizaciones políticas que representan sus intereses AD, URD y COPEI que estaban en oposición junto al PCV, constituyen la Junta Patriótica y se integran en un momento coyuntural, luego de la pastoral del arzobispo, monseñor Rafael Arias Blanco. La iglesia abandona la exclusividad de sus cantos y rezos y acude al llamado en la defensa de los intereses y propósitos de las clases dominantes y se identifica o se integra a los intereses y aspiraciones políticas de un pueblo mayoritariamente católico y secuestrado en sus libertades políticas. Es ya público su posición conspirativa a escaso ocho meses antes delo 23 de enero de 1958. El arzobispo, monseñor Rafael Arias Blanco, azota al régimen acusando la desigual distribución de la riqueza, las faltas de libertades públicas y las condiciones sociales y económica de miseria del pueblo venezolano. Ello ocurre seis meses antes del levantamiento militar del día primero de enero de 1958 y al momento en que las clases dominantes, los amos de siempre han pensado en otro modelo económico, político, social "democracia burguesa representativa" ante el agotamiento del régimen dictatorial. La infraestructura exigía un "cambio" ante una dictadura que obstaculiza la expansión capitalista. La conspiración o franca oposición de los eternos beneficiarios del poder, fue una solución admitida por todos los factores de poder interno y externos y en las circunstancias favorables en la cual "La Junta Patriótica no luchaba por la toma del poder – la que no desean ni aceptan- sino "por la libertad y honor de los venezolanos" (Fabricio Ojeda. Diario El Nacional. 2 de febrero de 1958). El mayor alcance político de ésta fue involucrar a las masas populares en algunas de las principales ciudades del país, lo que le da cierta fisonomía civil al golpe de Estado militar burgués.

La labor de la Junta Patriótica fue relevante en cuanto a ganar voluntades, reagrupar personas, hacer planes, incentivar y acelerar el descontento pregonando las ventajas de un sistema "democrático representativo", en una sociedad bajo el mando de la dictadura militar sin posibilidad del libre juego político, un país donde no se podía hablar sin temor, mirándose con desconfianza unos a otros, diezmado, detenidos, asesinados, con la excepción de la estructura política de oposición del partido comunista, que si estaba operativa. Importante su labor conspirativa en reanimar a los indecisos y neutralizar a sectores favorables al gobierno, en el momento en que se presentaba como una estructura coherente y "organizada" que de ninguna manera haría exigencias que sobrepasara al planteamiento de "democracia representativa" del proyecto democrático burgués de ejercer directamente la administración política del país, visto la exigencia de la realidad económica en un país con "la mayoría de la población en las ciudades, con una economía en trance de industrialización, con una producción agrícola y ganadera…penetrada por el uso de la técnica y maquinaria moderna, con una clase media y un proletariado aptos ya para sentir y para imponer en la escena nacional los postulados e instituciones del régimen democrático" (Jóvito Villalba. La democracia no nacerá por el simple hecho de que un gobierno tiránico lo reemplace otro que no los es. Diario El Nacional sábado 1 de febrero de 1958).

Fue la coyuntura histórica impulsar el modelo que exigía las fuerzas productivas y la realidad política con el agotamiento de la dictadura, no sólo en Venezuela sino en el resto de los países latinoamericanos así que: "no fue sólo bajo el gesto de noble intensión patriótica que las fuerzas económicas de Venezuela, los banqueros, los industriales, el comercio, los ganaderos y los agricultores, por primera vez proclamaron en Miraflores su adhesión al credo democrático" (Jóvito Villalba. Op Cit.).

La burguesía requería la reorganización del poder, fue un imperativo ante las grandes posibilidades que ofrecía el modelo político económico de "democracia" representativa que se instaló después del 23 de enero de 1958.

Era la burguesía, los mantuanos, los amos delo valle o los oligarcas de siempre (como usted prefiera llamarlos), junto a intereses económicos políticos extranjeros y la realidad geopolítica internacional la que se imponía. Una burguesía que durante diez penosos años, se benefició ilimitadamente del régimen, la organizadora de grandes fiestas y saraos, que no reveló "sus nobles intenciones patrióticas" en 1952 contra el golpe de Estado, ni cuando se constituyó en 1954 el "Frente Nacional de Resistencia" integrado por el PCV, AD, y URD, pero, si en 1957, ante la falsa plebiscitaria, el continuismo político, la inestabilidad financiera, la morosidad del régimen y las expectativas de una nueva realidad de seguir manteniendo privilegios y fortunas económicas mediante la propuesta "representativa" abiertamente conspira hasta lograr sus objetivos el 23 de enero de 1958.

La dictadura está acorralada por la situación política, la económica, el retiro de apoyo de los factores que la hicieron posibles, por el descontento y división en la Fuerzas Armadas al punto que en el primero de enero de 1958 se sublevan los aviadores de Maracay junto al Cuartel Urdaneta comandado por Hugo Trejo, queda al descubierto el malestar de la oficialidad y sobre todo la joven. Las Fuerzas Armadas presionan y exigen la modificación del gabinete y se contactan con la Junta Patriótica, en ese momento el deterioro del régimen era insalvable.

DISTANCIAMIENTO DEL APOYO IMPERIALISTA AL RÉGIMEN

Las trasnacionales imperiales norteamericanas le desagradan la decisión del gobierno dictatorial de otorgarle el 57,6 % de nuevas concesiones a empresas petroleras no integrantes del Cartel Internacional del petróleo, desaprueban la presencia en algunas obras del capital francés, alemán e italiano, considerando que todo ello, era un peligro para las "siete grandes en materia petrolera" (Argelia Bravo. La Crisis de las Definiciones).

El imperialismo norteamericano no deja pasar tal evento que requebrajo su presencia monopolista en la producción petrolera venezolana, así que tenemos que "Cuando Pérez Jiménez decidiera dar nuevas concesiones petroleras…fue lo que lo tumbaron" (Juan Pérez Alfonzo. El Desastre. Editorial Vadell hermano).

Las nuevas concesiones para las compañías petroleras norteamericanas, no afiliadas al cartel internacional de los siete grandes, invadía el mercado controlado por éstas siete, cuya confrontación se incrementó al vender petróleo por debajo del precio fijado por los integrantes del monopolio. Descontento de los grupos monopólicos que tenía un pasado reciente cuando a mediado de 1956 a "los EE.UU le molestó la propuesta venezolana de destinar el 1% del producto territorial bruto de cada país de América para la constitución de un fondo multilateral de ayuda" (Domingo Alberto Rangel. La Revolución de la Fantasía). La propuesta de creación del Fondo de Ayuda no se correspondía con la línea política trazada por el imperio para el destino de las "Ayudas" y además por constituir un mal presente.

El Plan Ferroviario proyectado por la dictadura no lo aprueba el grupo monopólico del mercado automotriz, veían en ello una política contraria a sus planes de acumulación de capital, provenientes de la venta de vehículos fabricados por ese monopolio de indiscutible presencia.

La orientación administrativa del régimen para finales de la quinta década del siglo XX no encajaba totalmente dentro de las aspiraciones de los señores del poder gringo, al punto que fue "censurado acremente… por el New York Time, llegando…a señalar la colisión existente entre los intereses económicos americanos, el pentágono… y la dictadura Pérezjimenista" (Ramón Álvarez Portal. Pérez Jiménez y la política de Washington. Diario El Nacional. 27 de enero de 1958).

Destaco que la embajada norteamericana no le hizo, en la etapa final, oposición a los "insurgente" que al decir de Alejandro Gómez Silva -candidato presidencial del Pérezjimenismo- al referirse a la conspiración señaló: "… ¿Quién conspira contra Pérez Jiménez? La CIA norteamericana. ¿Por qué? Porque los intereses norteamericanos estaban golpeados". (Alejandro Gómez Silva. Revista Zeta. 6 de noviembre de 1977).

La conspiración del imperialismo se concretizaba a través de la SIFA, organismo subordinado a las instrucciones de la Junta Interamericana de Defensa y del Departamento de Estado, a tales efectos afirma Germán Yanez "…Yo tuve contacto firme con individuos del SIFA, fueron personas que ayudaron a la Junta Patriótica…" (Germán Yánez. Entrevista.).

El presidente del partido republicano de los EE.UU, Eisenhower y su gobierno confrontaban los problemas propios de "un presupuesto deficitario"…y un incesante aumento del costo de la vida…" (Antonio Arraiz. Críticas a Eisenhower. Diario El Nacional. 20 de febrero de 1958), junto a las consecuencia y repercusiones internas del conflicto del medio Oriente, al avance del campo socialista, las protestas internas del pueblo norteamericano, a finales de la 1950, en contra de la discriminación racial donde se dieron grandes combates callejeros.

El partido demócrata estadounidense, corriente política que competía por la presidencia con el partido republicano, se distanciaba de la línea militarista de este último como propuesta de su política exterior para el dominio y explotación de los recursos de los países bajo su esfera de dominio. Conocido es que Marcos Pérez Jiménez recibía el total apoyo del partido republicano y del presidente Eisenhower, en tanto que Acción Democrática recibía apoyo de la corriente del partido demócrata gringo que "aportaba financiamiento para sostener a los dirigentes máximos de AD…" (Guillermo García Ponce. Entrevista).

Fuera del gobierno, desde julio de 1956, el dictador, General de Brigada Manuel Odría en Perú, y el 10 de mayo de 1957 había defenestrado Gustavo Rojas Pinilla, en Colombia, cada vez mayor era la influencia y fuerza del partido demócrata, al punto que para inicio de la década de 1960 obtiene el triunfo por la presidencia de los EE. UU frente a la candidatura de Richard Nixon, una de las elecciones más reñidas del siglo XX.

Dentro de ese contexto, que influenciaba y dominaba la política venezolana, los estudios sociológicos mediante encuestas y otros métodos de información científica, revelaban que durante los diez años de la dictadura se había gestado en la opinión pública venezolana el deseo y la aspiración de vivir dentro de un Estado de Derecho, de libertad y democracia, aspiraciones reprimidas militarmente fuentes de malestar nacional que invitaba a buscar alternativas de luchas organizadas, más allá de la propaganda, para salir del régimen, no obstante, hasta ese momento año 1958, el pueblo no estaba estructurado, ni organizado, ni en condiciones para presentar un combate armado que pudiera derrotar la dictadura, en estas condiciones no es un elemento determinante en el derrocamiento de la dictadura, como para decir, a los cuatro vientos, que fue una insurrección armada o un movimiento cívico militar, o que "en la calle estaba el pueblo y había una situación de guerra civil, con el pueblo en la calle levantado en armas". Bien se sabe, como lo expresó Víctor Hugo Morales: "En Puerto Cabello quedó demostrado que no basta el valor, la conciencia, ni los recursos que se posean, es necesario también estar organizado", máxime "cuando la Junta Patriótica tuvo muy poco que ver con el movimiento militar y prácticamente su papel fue nulo" (Carlos Savelli Maldonado).

¿23 de enero golpe de Estado cívicO-MILITAR O golpe de Estado militar-burgués?

El análisis, el juzgamiento de los hechos históricos en cuanto a buscar, indagar sus causas, hacer las relaciones de lo local e internacional, para comprender con el auxilio de la dialéctica histórica las condiciones en las cuales participaron cada uno de los autores, sujetos o componentes que conspiraron contra el régimen dictatorial.

Para finales del año de 1957 es evidente la conspiración y oposición al régimen por parte de las Fuerzas Armadas que venían siendo alentada por parte de la institución eclesiástica, que en abril de ese año tomó el camino de la rebeldía , aunado a la clase burguesa que habían considerado y calculado las proyecciones económicas del "sistema democrático representativo" y en el panorama internacional éste no le era favorable, agravado ese descontento de las fuerzas económicas externa por la gestión administrativa gubernamental, sumándosele una dirección política -aunque desarmada- centralizada que había de alguna forma superado la dispersión en la lucha separada y se había materializado la "unidad" política" con la formación de la Junta Patriótica.

La conspiración militar no fue forzada por el sector civil de la población, el movimiento popular no fue una insurrección y menos armada, que hubiese contenido tal grado de organización y fuerza militar autónoma como para haber dividido al ejército regular, oficialista o institucional y una vez fracturada incorporar parte de ese ejército gubernamental bajo la dirección de un ejército civil que tuviera capacidad de choque y autonomía bélica, un poder civil armado suficientemente y con fuerza material autónoma y territorios ocupados o liberados como lo ocurrido en Cuba o Nicaragua, muy por el contrario: "La conspiración contra Pérez Jiménez si bien fue militar y civil, ésta fue paralela. Los militares conspiraban por un lado y los civiles por el otro…Llegado el momento del derrocamiento, actúan las dos fuerzas…y logran casi al final una cierta coordinación que no se hace del todo efectiva. Lo que hace tambalear y caer a Pérez Jiménez es su falta de apoyo militar". (Manuel Azuaje. El 23 de enero habla la conspiración.).

Si bien esa "coordinación" revela la presencia civil inmiscuida en el levantamiento militar, no significa por su carácter de clase, y los acontecimientos estudiados y expuestos en este breve ensayo, un GOLPE DE ESTADO CIVICO-MILITAR.

 

En todo golpe de Estado hay la presencia civil, tal como ocurrió en el gobierno del presidente Salvador Allende. Junto a Pinochet participaron activamente organizaciones partidistas y no por ello se le califica como un golpe de Estado cívico-militar.

Las clases dominantes en el cambio de rumbo requieren contar con el sector civil -ello lo llaman pueblo- que si bien éste último deseaba un cambio político al ofrecido por la dictadura, en ese momento histórico y debido a la falta de organización y autonomía militar, no tenía ni podía como derrotar al dictador ni a la estructura castrense en la cual se apoyaba el gobierno. "Imaginemos el poder de fuego de una unidad del ejército para comprender que ningún pueblo desarmado puede hacer absolutamente nada contra esa fuerza" (Edgar Sanabria. Citado por Juan Liscano. La respuesta a Sanabria. El Poder del pueblo y el poder del fuego. Diario El Nacional23 de abril de 1958.).

Los palos, las cabillas, las molotov, un multigrafo y todo aquello que se le ocurra a la improvisación popular lo fue lo que hizo posible la "democracia representativa" en nuestro país a partir del 23 de enero de 1958.

El golpe contra Pérez Jiménez le viene de aquellos sectores sociales que lo habían engendrado. El ejercito le retira el apoyo y decide no seguir ser sostén del régimen y visto que "… todo se canaliza hacia una huelga general y tras de dos días de luchas callejeras, al no ver disposición del ejército tendiente a sostenerlo Pérez Jiménez sale del país" (Moisés Moleiro. El partido del Pueblo).

Una huelga que de ninguna forma y a pesar de los aportes de algunas de las principales ciudades del país trascendió el nivel de una huelga de masas, incluso no adquirió tal carácter en la medida que aconteció en algunas ciudades, de ahí a decir o afirmar que todo el pueblo estaba incorporado como un solo hombre para derribar el gobierno dista mucho de ser real. Una huelga general que no llegó a transformase en huelga revolucionaria. No llegó a tener el carácter de insurreccional.

Por el contrario, era manifiesto su debilidad organizativa y sus limitados alcances que los propios miembros de la Junta Patriótica expresaron: "…al día siguiente estaban discutiendo el retorno al trabajo por cuanto no se produce el 21 a las 12 pm el movimiento militar, pero éstos garantizaron su participación para el día siguiente y decidimos continuarla" (Guillermo García Ponce en entrevista). Una huelga insostenible por mucho tiempo porque se fracturaría y fracasaría por agotamiento, agravada por carecer el pueblo de recurso militar propio.

El derrocamiento de Marcos Pérez Jiménez dependía de la incorporación de las Fuerzas Armadas. El régimen "…no cae en forma directa por la huelga general…cae por el golpe de Estado que da el comando militar (J. R. Nuñez Tenorio. La izquierda y la lucha por el poder en Venezuela).

La agitación política estaba coordinada por una Junta Patriótica que carecía de fortaleza militar y de organización de masas, "…una Junta Patriótica que no tenía sino la concha donde funcionaba y el equipo que la integraba". (Freddy Carquez. Entrevista).

Las grandes mayorías carecían de fuerza organizada, sin recurso que le diera autonomía y sin disciplina "…al tirano, solo, bajo el ultimátum de las Fuerzas Armadas, huye en la oscuridad de la noche" (Arturo Uslar Pietri. Diario El Nacional 26 de enero de 1958).

La propia situación dada en propio día 23 de enero de 1958 niega el posible carácter popular, entiéndase pueblo, al constituirse la oposición en un movimiento vinculado al servicio de inteligencia militar, órgano de control político dentro de las Fuerzas Armadas, el que no sólo percibe de primera fuente, de los protagonistas anti dictadura sino que se incorpora a la conspiración. Junto a la burguesía y la iglesia católica que le habían retirado el apoyo al gobierno, cerraron los bancos, las instituciones financieras, las fábricas y el comercio. Su intensión inmediata apoderarse y ejercer el poder político dentro del Estado sin intermediarios. Es claro que no se paralizó la producción de bienes y servicios a consecuencia de la iniciativa o protagonismo de una insurrección popular, del movimiento obrero y campesino en la búsqueda del control político del Estado.

La burguesía en conocimiento que el movimiento popular no representaba ningún peligro en cuanto a que le pudieran disputar el poder, ni siquiera por los sectores más avanzados, deciden retirarle el apoyo a Pérez Jiménez y contribuir decididamente con las Fuerzas Armadas, conspirar y protagonizar el golpe de Estado sin ningún peligro que se alterara las relaciones capitalistas de explotación, no obstante estar presente las masas populares, existen, no son invisibles ni se pueden borrar ni desaparecer del escenario de los hechos, que es la sociedad viva en el país, atendió al llamado de la Junta Patriótica que concentró el descontento nacional y llamó a la resistencia en el momento en que era profunda la crisis del régimen y estaba por culminar ese capítulo de la historia referido al Golpe de Estado militar Burgués.

LOS BENEFICIARIOS DEL GOLPE DE ESTADO DEL 23 DE ENERO DE 1958

 

 

"Hay dos maneras de conquistar un país extranjero:

Una de ellas es imponerse a su pueblo por la fuerza

de las armas; la otra, quedarse con el control de su

economía".

John Foster Dulles. Es secretario de Estado EE.UU.

"Un país es poseído y dominado

por el capital que en él se haya

invertido".

Woodrow Wilson.

Presidente de EE. UU

La gestión de los partidos que se turnaron en el poder por varias décadas después de 1958 profundizó los problemas sociales, económicos y políticos en distintos órdenes y de crecientes magnitudes. Una evaluación, por concreto que seamos, nos indicará quienes fueron los beneficiarios del modelo "democrático representativo post la caída de Marcos Pérez Jiménez.

Caractericemos brevemente el período de la democracia representativa y puntofijista:

 

Primero: Evidente deterioro de los servicios públicos, falta de agua potable, aseo urbano, cloacas, material didáctico para las escuelas, damnificados a montones, inseguridad, alza continua en los precios de consumo diario, inexistente en algunos espacios o deficiente servicios hospitalario, ausencia casi total de insumos médicos, en las intervenciones quirúrgicas se sufría un mundo por falta de una cama hospitalaria o por las jeringas y los yelcos o catéteres y demás suministros para la operaciones. Indiferencia total ante la calamidad de la salud pública. Ah!!, ¡¡ increíble!!, pero, era abrumadora la campaña publicitaria, presentando la "buena" gestión de los gobiernos adecos y copeyanos en materia de salud pública en nombre del pueblo, del soberano. Mayor cinismo era imposible.

Segundo: Concentración monopólica de capitales en reducidos grupos económicos, por ejemplo, en cuatro grupos económicos (Vollmer, Mendoza, Neuman y Domínguez) su poder financiero aumentó de 4.831 a 21.141millones de bolívares. Monopolio financiero que llevó a la ruina al resto de la población venezolana. (Domingo Alberto Rangel. La Pipa Rota).

Tercero: Dependencia económica externa escandalosa y abrumadora. Las inversiones extranjeras intensifican el proceso de desnacionalización y descapitalización, siendo en la industria manufacturera donde se manifiesta con marcada evidencia al ascender dicha inversión que en 1957 era de 677 millones a 39.563,3 millones de bolívares en el corto lapso de 1960-1974 (Banco Central de Venezuela. La Economía Venezolana en los últimos treinta y cinco años. Caracas 1978). El proceso de acumulación monopólica perjudica a la nación venezolana por la alta y rápida acumulación de dos o tres años en la recuperación del capital invertido, que irremediablemente van a fortalecer el capital financiero internacional dentro de un grave y criminal proceso descapitalización interna. Con la complicidad de los gobiernos de la "representativa democracia" los grupos oligárquicos, las empresas trasnacionales maximizan sus ganancias sobre la explotación del trabajador cuyo salario de sobrevivencia implica:

  1. Que no pueden cubrir humanamente las necesidades alimenticias.
  2. Que están imposibilitado de adquirir vivienda, lo cual lo condena a vivir en ranchos de miseria.
  3. Que sus hijos no tengan acceso a la educación o no logren culminar sus estudios en los distintos niveles de la enseñanza.
  4. La creciente y despiadada contaminación ambiental no sólo afecta la ecología, el ambiente, sino también, la salud de los trabajadores que sin protección ni cuido, ni cumplimiento con las normas de trabajo industrial ven reducidas sus expectativas de vida, no obstante que es el trabajo del obrero la fuente de la riqueza de los grupos económicos privilegiados.
  5. El pueblo en general sin capacidad de ahorros, sin posibilidad de disfrutar de distracción, recreo, turismo y de un uso de sus tiempo libre más allá de las 4 o 5 horas de sobretiempo en el trabajo o de redoblar los turnos y así redondearse un mayor salario.

Cuarto: La política de "sustitución de importaciones" fue un total fracaso, no logró producir internamente los requerimientos nacionales para lo cual supuestamente fue impulsada, esto es evidente al comprobar que en 1960las importaciones totalizaron 3.554 millones de bolívares incrementándose para 1978 a 45.000 millones de bolívares.

Un proceso de industrialización irracional y perjudicial para la soberanía del país, cuestionable que el 70 por ciento de las empresas industriales se localicen, estén ubicadas sobre espacio de gran calidad agrícola, suelos planos I y II, causando un irreparable daño que condena a las futuras generaciones a depender para poder subsistir del suministro de alimentos del extranjero o desarrollar tecnología que encarecen sorprendentemente el valor de la ingesta de alimentos diaria.

Quinto: De un país que cubría con sus productos agrícolas gran parte de las necesidades alimenticias de la población, fue convertido en un país importador de alimentos, llegando al extremo de ser incapaz de suministrar el 70 por ciento del consumo de alimento para 1979. Grave el déficit en Caraota (70%), Maíz (47%), Oleaginosas (76%), pollo (36%), huevo (27%) y azúcar (43%) (Anuario estadístico del Ministerio de Agricultura y Cría). Sus consecuencias vulneran la soberanía y compromete la seguridad alimenticia nacional y reduce el escaso espacio agrícola del país y demás consecuencias nutricionales y de afectación ecológica ambiental.

"Economía de importación que nos evidencia con claridad que EL PAIS DEPENDE PARA SU ALIMENTACIÓN DEL SUMINISTRO EXTRANJERO, constituyendo una actividad lucrativa para los monopolios imperiales y para la burguesía importadora-distribuidora, como el caso de los Vollmer, que "acumularon entre 1.969 y 1.977, 8 mil novecientos millones de bolívares (Domingo Alberto Rangel. La Pipa Rota). A medida que pasan los años se profundiza nuestra dependencia del extranjero en materia agrícola, entre otros sectores. El estado en vez de corregir los graves problemas agrícolas, opta por la facilista y lesiva política de las importaciones, sin solucionar el problema agrario, la vida del campesino sin tierras y sin asistencia técnica ni crediticia, profundizándose cada vez más los lazos de dependencia y vulneración de nuestra soberanía agroalimentaria por cuanto "en 1980 se sembraron 100 mil hectáreas menos que en 1979, lo que equivale al 5% de la superficie cultivada" (Diario El Nacional Coyuntura actual de nuestra agricultura. Ponencia de Fedeagro, 03 de agosto de 1.980), ocasionando que la producción agrícola continúe decreciendo y se acentúe el desabastecimiento constituyendo un problema de emergencia nacional, no obstante haberse invertido millonarias cifras que rondan los 35 mil millones de bolívares, para impulsar el "desarrollo" capitalista y fortalecer a la burguesía agraria, pues, "los pequeños y medianos agricultores solo recibieron 8 millones de bolívares de mil ciento sesenta y dos millones de los créditos concedidos" (Diario El Nacional 21 de agosto 1978).

Sexto: Marginalización creciente en importantes grupos humanos a lo que el sistema político económico condena a vivir en la miseria y el desempleo, representan el 12% de la población económicamente activa.

Séptimo: Evidente desatención a la niñes que acusa alta tasa de mortalidad infantil, de un 30 por 1.000, con el agravante de la desnutrición y subalimentación, la inexistencia de guarderías en las distintas empresas donde laboran las obreras.

Octavo: Desmesurado aumento del costo de la vida y su impacto en el poder adquisitivo de los salarios, el desabastecimiento y control de precios en manos de la burguesía.

Noveno: La creación de mecanismo jurídicos legales que niegan el derecho a huelga, a la contratación colectiva, etc. Con una política represiva contra el movimiento obrero.

Todo ello agravado por la presencia de los partidos de izquierda y el movimiento popular que se presenta disperso, sin un programa común, que no logra vincularse real y efectivamente con los sectores explotados, que no logra aglutinar, en torno a un proyecto político, al pueblo, a los trabajadores, para enfrentar al gran capital y construir una verdadera democracia la socialista.

Unas organizaciones de izquierda, que deben liderizar las protestas y centralizar el descontento del pueblo, para su politización y que sea capaz de enfrentar y resolver los problemas generales y concretos colectivamente, estaban ausente y en franca competencia individualista pen candidatura presidenciales que no tenían el 5% de aprobación de los votantes.

Visto los resultados posteriores al derrocamiento de Marcos Pérez Jiménez, para decirlo en palabras del periodista Juan Monasterio Malavé "…No podemos comprender que estamos celebrando del 23 de enero, cuando esa fecha que pudo significar una nueva aurora fue flor de un día y se convirtió en punto de referencia de la caída de un tirano grotesco para solidificar en el poder político a pequeñas élites que practican lo mismos y aún peores vicios de corrupción administrativa y latrocinio de los dineros público".

CONCLUSIONES

"Lo demás es otra historia. La historia de quienes creímos que el derrocamiento

de la dictadura significaría el fin de la corrupción administrativa, del despilfarro,

de la ineficacia, de la especulación de la tortura y del crimen político; del poderoso

que ha delinquido y se pone a "derecho" cuando le viene en gana,

de las detenciones masivas y de las "razzias" contra los trabajadores

cuando reclama sus legítimas reivindicaciones y a punta de rolo

y peinilla son puesto a derecho"

(Víctor Hugo Morales)

El golpe de estado del 23 de enero de 1.958, es un movimiento MILITAR-BURGUÉS en donde el elemento popular es un aditivo necesario para consolidarlo.

Lo que le da un carácter "cívico" al golpe de Estado es la integración de la Junta Patriótica, la que concentró en torno suyo al descontento nacional y llamó a la resistencia, en el momento en que, si se quiere, se había profundizado la crisis y estaba culminando ésta.

La caída del dictador es consecuencia de los lineamientos políticos-económicos que caracterizó al régimen a finales de su período, retirándole su apoyo los sectores sociales que lo habían hecho posible, en el momento en que significaba un obstáculo a los planes expansionistas y de dominación burguesa.

Las contradicciones intestinas de las clases dominantes, la crisis fiscal, la insolvencia, el desgaste, la inconformidad y marginamiento de algunos sectores de las Fuerzas Armadas, en tanto otros se benefician, el movimiento en masa, en algunos sitios del país, para los días finales y una situación internacional desfavorable hacen posible el derrumbe de la dictadura militar.

En definitiva, el elemento determinante para la caída de Pérez Jiménez, fue consecuencia de haberle la burguesía y el imperialismo retirado su apoyo; se valieron de la presión ejercida por las Fuerzas Armadas. No fue de manera alguna un movimiento popular, la dirección política, los partidos y los sindicatos carecían de solidez organizativa y orientación clasista; además de no haber luchado la mayoría del pueblo por sus PROPIOS INTERESES POLÍTICOS Y ECONÓMICOS, no tenía una articulación organizada, ni estructura subversiva de importancia y peso en el territorio nacional, huérfana de metas y ambiciones de poder, cuestión que tenía prioridad en las clases dominantes.

Con la caída de Marcos Pérez Jiménez la burguesía logra tres objetivos fundamentales:

1.- Liquida el obstáculo que impedía el nuevo esquema de "desarrollo" capitalista que se estaba planteando.

2.- Satisfacía las aspiraciones de las masas populares de derribar un régimen de represión y causante de la agudización de sus problemas económicos-sociales; conduciendo a que se produzca un "cambio" enmarcado dentro de las aspiraciones burguesas: manteniendo el sistema capitalista de explotación y la dependencia con una masa popular controlada.

3.Por añadidura, queda elaborado un pensamiento en el seno del pueblo y con validos interlocutores

del mundo intelectual, político, movimientos de masas, organizaciones partidistas repitiendo hasta el cansancio que el golpe de Estado del 23 de enero de 1958 fue cívico militar, cuando en realidad fue un golpe de Estado militar burgués, quedando en la cultura de todo un pueblo, la idea, el pensamiento que la sola voluntad espontanea, los gritos de "abajo el tirano" y que es suficiente un multigrafo, una pastoral y un corta uñas que usados como armas, derrotan una dictadura militar o un traidor de un gobierno en las "democracias representativa.-



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Eduardo Orta Hernández


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