Así fueron, al principio, los amores locos entre Betancourt y Pérez Jiménez… Para historia…

  1. El 6 de junio de 1945, en casa del doctor (médico) Edmundo Fernández, se reunieron el mayor Marcos Pérez Jiménez y los tenientes Martín Márquez Áñez, Francisco Gutiérrez y Horacio López Conde. El oficial de mayor carácter, que se mostraba más determinante y a la vez sereno sobre los pormenores de cómo debía llevarse el golpe contra el general Isaías Medina Angarita, era Pérez Jiménez (quien a la moda de la época, llevaba gafas con gruesa montura de carey). La sorpresa mayúscula se la llevó aquella noche Rómulo cuando el mayor Marcos Pérez Jiménez, llega y lo propone como el civil que debe entrar al gobierno una vez que triunfe la intentona. Rómulo no podía creerlo, parecía un Javier Milei dislocado por la manera en que la suerte le sonreía. Ese día, 6 de junio de 1945, se decidió llamar aquel golpe contra Medina «revolución», para que el pueblo pareciera ser su ejecutor; usar sobre todo el pretexto de que con dicha acción se declaraba la real muerte del gomecismo.

  2. Se había conformado dentro de la oficialidad venezolana un grupo operativo denominado «Unión Militar Patriótica» (UMP). Este grupo en su proyecto contra Medina no quería que fuesen únicamente militares quienes gobernasen el país. Buscaron un soporte civil en un partido político. Esto lo avaló Marcos Pérez Jiménez fundamentado en que debía dársele cierta cuota de poder a AD porque era el partido mejor organizado, y que entre los miembros de la Junta debía estar Rómulo Betancourt. Esa fue una decisión que tomó Pérez Jiménez.

  3. Qué mar de chismes, rumores, insidias e inventos eran trasmitidos por aquellos días, previos al golpe, por parte de la oposición a la embajada norteamericana. Chismes y rumores que llegaban directamente a míster Nelson Rockefeller quien tenía una gran influencia en el Departamento de Estado, quien ya había hecho estrechas migas con Betancourt. Era tal esta situación, que nos refiere el historiador Carlos Chalbaud Zerpa, que no fue Pérez Jiménez quien buscó para el golpe la ayuda de AD, sino que la condición sine qua non que impuso el Departamento de Estado para poder reconocer al gobierno de facto que surgiera, era que los golpistas debían contar con un partido de oposición fuerte. Es decir, que ya AD había realizado un trabajo impresionante con Valmore Rodríguez a la cabeza, para convertirse en la niña preferida de Washington para coronar su meta.

  4. No olvidemos que Nelson Rockefeller fue uno de los grandes propulsores de la CIA. Después que se produjera el derrocamiento del presidente Isaías Medina Angarita, Rockefeller recibirá como regalo una lujosa finca en el estado Carabobo. Hay quienes sostienen que esta finca fue un obsequio de aquel primer gobierno adeco por su contribución al golpe de Estado del 18 de octubre del 45…

  5. El 3 de julio de 1945, parten para Washington Betancourt y Raúl Leoni. En principio, el plan es hacer del señor Diógenes Escalante una especie de superblandengue Kerenski. Diógenes Escalante carecía de apoyo en las Fuerzas Armadas, y era un total desconocido para el pueblo venezolano. Betancourt le plantea a Escalante que ellos (los adecos) no tienen aspiraciones burocráticas, que sólo les mueve el amor a la patria, la estabilidad de la nación y que se olvide pues de pensar en ministerios para su partido. El pobre Diógenes, sonriente, le replica: "¡Es decir, que ustedes se situarán en un burladero a ver cómo se desempeña el torero en el ruedo!" Luego de esta entrevista con Escalante, este par de líderes adecos le hacen «una visita de cortesía» al Departamento de Estado, para ponerles al tanto de cuanto han decidido con un grupo numeroso de oficiales a la cabeza de Marcos Pérez Jiménez. Téngase en cuenta también que Pérez Jiménez estuvo en Washington, ese mismo año 1945, en misión militar, buscando armamento; pasó igualmente unos días en el Pentágono y, cuando regresó al país, dijo que había sido un real éxito su gestión.

  6. Antonio Pizani Pardi dice en su libro "De Cipriano Castro a Rómulo Betancourt", que Pérez Jiménez para llevar a cabo el golpe, propuso invitar a un partido como parte civil en la transformación que buscaba. Pérez Jiménez era un hombre cuya cultura no sobrepasaba la lectura de los artículos políticos que insertaba en sus columnas el periódico de AD, "El País"; él mismo contaría a Agustín Blanco Muñoz que sus lecturas preferidas eran las Selecciones de Reader’s Digest.

  7. El partido Acción Democrática haría luego esfuerzos para atraer a sus filas a Marcos Pérez Jiménez, tal cual como contaban con la adhesión fervorosa y ciega del capitán Mario R. Vargas. Es por ello por lo que la plana mayor de AD ve a Jiménez «juvenil y jovial» y que «sus palabras son limpias. Su espíritu está presente en ellas [...]. Con la tranquilidad y seguridad del que ha cumplido con un deber [...] una revolución que es obra de todos». Lo más extraño de este engendro militarista y lacayo de los adecos, fue que Pérez Jiménez pareció haber leído todas las aspiraciones de Betancourt y se le adelantó en más de una década: creó campos de concentración (como el de Guasina), para encerrar a los luchadores por una verdadera democracia, aburguesó a los dirigentes sindicales, abolió la Ley del Trabajo y se declarará inerme frente a la colonización que impondrá Estados Unidos.



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José Sant Roz

Director de Ensartaos.com.ve. Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (ULA). autor de más de veinte libros sobre política e historia.

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