Flayer, el filósofo y poeta del infierno: "Me gusta cuando todo está convulso, incierto…, odio la calma, detesto la paz…"

Tenía casi dos años sin verme con Flayer, cariñosamente llamado "el filósofo de Ejido", aunque más que filósofo es poeta, un personaje cuyo nombre oficial es Pedro Pablo. Vive en un barrio de Ejido, retirado de todo y enteramente solo. Con motivo de llevarle unas hallacas y algunos víveres fui a visitarle. Su única compañía es una perrita que se encontró en la calle hace ya once años. Paso y me siento en la única silla de una sala desierta, Flayer se echa en su chinchorro. Recordamos a tantos amigos comunes, viajes que hicimos juntos en trabajos de campo en los llanos. Hablamos de libros y de política.

  • ¿Cómo ves la cosa, Flayer?

  • La estoy comenzando a ver mal, me estoy sintiendo algo preocupado.

  • ¿Pero por qué, si acabamos de derrotar de manera fulminante a la loca terrorista María Corina y a su banda de delincuentes, acabamos con esa maldita inestabilidad en que nos mantenía?

  • Precisamente por eso. Desconfío de la calma, de la comodidad porque eso supone que se las vamos a poner mucho más fácil a los infiltrados que tenemos en el gobierno y en muchos mandos acaparados por políticos de partido. ¿Cómo verdaderamente vas a identificar a un infiltrado si está tan feliz y contento como un humilde y verdadero chavista que se ha partido los lomos por defender esta revolución? Ahí está el punto. Mira, en eso me siento como Bolívar, me gusta la convulsión, las batallas, la incertidumbre y también los grandes conflictos, ahí las cosas funcionan mejor, se atiende un poco más al pueblo, brota la sinceridad y la valentía, el coraje y el verdadero amor. La imaginación se pone a millón, y se prueba mucho mejor a los hombres, la ADVERSIDAD, amigo, es lo mío, como también decía Lenin: DEBEMOS VIVIR FUSTIGADOS POR EL LÁTIGO DE LA REACCIÓN.

  • ¿Pero no se supone que en revolución es la felicidad lo que se debe buscar para los pueblos?

  • En verdad que eso que se llama felicidad no es otra cosa que decadencia, indiferencia y olvido de los verdaderos dramas y dolores de los hombres. No me vengas tú a decir que los suecos o los suizos son felices, unos hijos de puta que para nada se conduelen del genocidio que hoy se comete contra los palestinos, por ejemplo. Yo creo en el Tao que dice: ¡cuánta desgracia en la dicha!, y ¡cuánta dicha se puede encontrar en la desgracia!

  • ¿Entonces qué te supone esta dicha que en este momento estamos celebrando millones de chavistas?

  • ¿Mira cómo están volviendo los largos apagones de tres y cuatro horas? ¿Por qué? ¿Qué te lo puede explicar cuando hemos alcanzado una gran victoria? Indolencia, amigo. Indiferencia… ¿Fíjate como están apareciendo ciertas bandas de delincuentes que se presentan en los comercios, vestidos de civil y armados que en nombre de la policía, de la guardia o del ejército, van y chantajean, amenazan y roban? Nadie sabe nada de esta gente, ¿será que aparecerá ahora "El Tren de los Gochos" o "El Tren de Los andes", con estas prácticas? ¿quién puede contra eso? ¿a dónde va la gente que es víctima de estos delincuentes? ¿Quién se atreve a investigarlos? Confío en las locuras de Trump para retomar otros niveles en la lucha y así poder meterle el ojo a estos males. Calcula lo que nos deparará el regreso de esos millones de hermanos que dejaron nuestro país. Ha brotado una especie de calma chicha en el que todo, de momento, se puede ahora…

  • No estoy de acuerdo contigo Flayer. Esos grupos mafiosos, por ejemplo, existen en todos los países del mundo, son mafias que estremecen hasta China y Rusia.

  • Pero eso aquí no tiene explicación alguna cuando venimos de unos malditos bloqueos y sanciones de los gringos, de la pandemia, de aquel estado de guerra económica que nos dejó en las últimas; pues, eso para mí es preocupante. Eso aquí me indica una especie de relajamiento repentino en el que todos los infiltrados o enchufados de la derecha irán como nunca por sus fueros, estarán en su verdadero ambiente. El enemigo que tú supones que está totalmente aplastado, ahora en la calma está retornando en formas camufladas, y surge de mil maneras al sentir que aflojamos, al creer que tenemos a Dios cogido por la chiva...

  • No entiendo de veras tu posición.

  • Recuerdas cuando las guarimbas estuvieron en su punto más horrible y álgido en Mérida. Yo me sentía en mi elemento: nos movilizábamos permanentemente en medio de las grandes tensiones y amenazas, nos comunicábamos para ir tomándole el pulso a la situación, nos ayudábamos los unos a los otros con lo poco que teníamos, vivíamos en alerta y decididos a todo, los que verdaderamente defendemos esta revolución, y nuestros enemigos en el fondo nos temían, y sabían que de tensarse la cuerda, de que si los paracos colombianos o los gringos nos invadían iríamos sin ningún miramiento por ellos. Fueron años terribles, pero necesarios y muy fructíferos en tantas enseñanzas, fue la mejor y más grande escuela que hemos tenido en doscientos años. Es que yo me identifico mucho con Bolívar, aquel Hombre de la Guerra que desconfiaba terriblemente de la calma. Acuérdate que cuando se acabaron las grandes batallas y a él le tocó volver a Colombia, se generó el más espantoso caos, y en verdad que esas fracturas, esos enconos, esas ambiciones y demencias no surgieron desde el bando de los enemigos encaletados, de los santanderistas, ¡NO!, surgieron de la supuesta paz o independencia total o soberanía que ya teníamos, de la cual acabarían aprovechándose los eternos canallas encapillados que en diciéndose patriotas, propiciaban un estado de total inestabilidad para así arrollarnos, devolvernos a las garras de los traidores, porque ellos en el fondo amaban al poder español, la colonia, la esclavitud. Un gran y terrible dilema que podemos volver a vivir en carne propia, pero así es la vida, y nadie ni nada la cambiará en este mundo…



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José Sant Roz

Director de Ensartaos.com.ve. Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (ULA). autor de más de veinte libros sobre política e historia.

 jsantroz@gmail.com      @jsantroz

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