William Castillo Bollé, amigo personal y maestro, Viceministro del Poder Popular de Políticas Antibloqueo del Ministerio del Poder Popular para las Finanzas y Banca y Gerente General del Observatorio Venezolano Antibloqueo actualizó en reciente entrevista las Medidas Extorsivas y Criminales que desde Estados Unidos se han venido imponiendo, desde el 9 de marzo de 2015 y hasta la fecha, contra el país. Pasamos desde finales del año pasado cuando durante un buen rato nos habíamos mantenido en 932 a 1027 hasta el día de hoy, domingo 19 de enero de 2025, último día de la administración Biden en la Casa Blanca.
Evidentemente si lo comparamos con el último trimestre del año 2024 y este primer mes de 2025, se impusieron 97 nuevas medidas, se apuntalaron 97 nuevas agresiones al país, representando un incremento de 9,44 agresiones en estos últimos 4 meses.
De hecho el año pasado, algunos analistas señalaron y pintaron una especie de "coco" la posible llegada en esta segunda oportunidad de Donald Trump al frente del manejo de las riendas de la Casa Blanca, donde se aplicaría la política de "máxima presión" a Venezuela, que pudiera comprometer esta mejoría económica o respiro que hemos tenido a partir del año 2022.
De hecho, nos topamos con un trabajo, en este caso de la agencia Bloomberg que es lo que motiva que nos refiramos al tema en la edición de hoy de nuestra columna.
Y se refiere a que un equipo de asesores del presidente electo y que mañana asume un nuevo mandato en EEUU, Donald Trump, estaría preparando un nuevo "paquete de sanciones de nueva generación" cuyos objetivos principales serían Irán, Rusia y Venezuela.
De acuerdo a la información que circula en internet, este equipo de asesores está evaluando medidas a tres de los mayores productores de petróleo del planeta.
Es decir que un primer elemento de esas "sanciones de nueva generación" tiene que ver con lo energético, con el petróleo.
En una primera instancia, esas sanciones de "nueva generación" o "amplio alcance" busca facilitar (en realidad es presionar) un acuerdo diplomático entre Rusia y Ucrania en los próximos meses, al mismo tiempo que se busca ejercer presión sobre Irán y Venezuela, según personas familiarizadas con el asunto.
Biden cierra su administración con sanciones más disruptivas hasta la fecha por parte de una potencia occidental contra el comercio de petróleo de Rusia. La medida deja abierta la cuestión de cómo Trump percibirá estas sanciones, teniendo en cuenta su compromiso de poner fin rápidamente a la guerra en Ucrania.
Hay dos enfoques principales en discusión por parte del equipo de Trump. Un conjunto de recomendaciones de políticas, en caso de que la nueva administración considere que la resolución de la guerra en Ucrania está cerca, implicaría implementar medidas de buena fe para beneficiar a los productores de petróleo rusos sancionados, lo que podría ayudar a sellar un acuerdo de paz, dijeron las fuentes, quienes pidieron no ser identificadas debido a la naturaleza privada de las deliberaciones.
Una segunda opción consistiría en intensificar aún más las sanciones para aumentar la presión, señalaron.
La estrategia que Trump elija será decisiva para el mercado petrolero global. Los futuros del Brent han aumentado casi 5 dólares por barril desde que se anunciaron las medidas de Biden. Algunos analistas anticipan mayores incrementos, algo que encarecería los combustibles en todo el mundo.
Un indicador temprano de cómo el equipo de Trump manejará las sanciones contra Rusia se verá a mediados de marzo, cuando expire una licencia general que permite la reducción progresiva de las compras de productos energéticos rusos. Si el Departamento del Tesoro deja que esta exención para algunas transacciones caduque, podría aumentar la presión sobre el Kremlin.
En otros temas, el equipo de Trump también está evaluando opciones políticas para Irán y Venezuela. Existe un consenso general entre sus asesores clave de volver a una estrategia de máxima presión total contra Teherán, comenzando con un gran paquete de sanciones dirigido a los principales actores de la industria petrolera, que podría implementarse tan pronto como en febrero, según dijeron las fuentes.
En el caso de Venezuela, la situación para la administración Trump en este segundo mandato luce más compleja debido a la presencia de empresas petroleras como Chevron en Venezuela, y que reportaron ingresos de más de 300 millones de dólares al cierre del año 2024.
Cabe recordar que el Presidente Nicolás Maduro sobrevivió en el primer mandato de Trump a esta estrategia de "máxima presión", pese a las limitaciones de las exportaciones petroleras de Venezuela hacia Estados Unidos.
Sin embargo, no podemos perder de vista al rol que jugará Mauricio Claver Carone, asesor influyente durante el primer mandato de Trump y quien regresará a un papel importante para América Latina. Este tiene todo el deseo de recuperar una postura más agresiva que ayudó a perfilar en 2019, el no reconocimiento por parte de EEUU al Presidente Nicolás Maduro como Jefe de Estado legítimo de la República Bolivariana de Venezuela.
Lo reiteramos: En estos momentos la República Bolivariana de Venezuela está mucho mejor preparada, de acuerdo a las condiciones objetivas y subjetivas para afrontar cualquier agresión que provenga de EEUU.
Por eso cerramos esta nota, parafraseando al Comandante Chávez, cuando apelando a una parábola del kibernetes, o gobernante que debe maniobrar una embarcación en medio de la tempestad, direccionando a sus equipos decía: "Sopla tempestad, que ahora es que tenemos timonel para maniobrarte…"
Y se llama Nicolás Maduro Moros.
¡Bolívar y Chávez viven y sus luchas y la Patria que nos legaron sigue!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
