La familia es amor, sentimiento y solidaridad

En tiempos de fiestas navideñas y de nuevo año, la idea y el concepto de la familia se potencia, se agranda y se magnifica, se habla mucho del tema, por lo que en esa época copa la palestra de las comunicaciones. Ello nos induce a pensar y escudriñar sobre esa organización social tan esencial para la vida del ser humano, a tal punto que se conviene en definirla como la "célula esencial de la sociedad", o como " una fuente o crisol de actitudes, comportamientos y conductas". El concepto de familia podemos expresarlo desde dos vertientes: en primer lugar, "strictu sensu’’, en sentido estricto, considerando a un grupo que presenta nexos de sangre y comparten el mismo adn, que son las siglas del ácido desoxiribonucleico, al que se atribuye la trasmisión de caracteres e instrucciones hereditarias, esto se definiría, como la familia consanguínea, por otra parte en sentido amplio, "lato sensu" , nos encontramos con la "familia social" producto de las relaciones e interacciones humanas en la vida, ahora bien, muchas veces coincide el vínculo consanguíneo con la cercanía social y surge una ligazón muy estrecha de sentimientos de amor, solidaridad, cooperación, etc., pero estos sentimientos y emociones pueden emanar sólo de las relaciones sociales (familia en sentido amplio) que también produce nexos indisolubles, independientemente de la falta de consanguinidad. Algo muy significativo, es que la "familia social", es determinada por nosotros mismos a través de la relación de amistad, es decir que es una decisión consciente de ser amigo o no de una persona, en cambio la familia consanguínea por razones obvias no la elegimos, no decidimos quien será; en este sentido señalaremos un sublime pensamiento: "DIOS ME DIJO, TE CAMBIO A TUS AMIGOS POR LAS ESTRELLAS Y LE RESPONDÍ: NO, GRACIAS SEÑOR, LAS ESTRELLAS SON PARA LAS NOCHES Y MIS AMIGOS SON PARA TODA LA VIDA"

Es de significar, que en tiempos pasados se le otorgaba mayor relevancia a los nexos de sangre y todavía muchas personas consideran "erróneamente" que son determinantes, pero objetivamente se demuestra que no son éstos los que nos hacen familia propiamente dicha, sino que es el compartir de lo que somos y lo que sentimos que origina los lazos de amor y amistad. La realidad nos indica que es la interacción entre las personas la que genera que nazcan en nosotros vínculos de amor, solidaridad, consideración, etc. Está demostrado en el mundo empírico que los nexos de sangre no son determinantes para las buenas relaciones entre los familiares consanguíneos, ya que las personas poseen motivaciones, emociones y escalas de valores diferentes, esto nos invita a detenernos, pues se trata de que la psique humana, la cual está configurada por factores genotípicos, que son innatos y congénitos en las personas, es decir que se generan desde la conformación del ser en edad fetal, y allí se estructuran los sentimientos, el carácter y la personalidad del individuo, la cual es influenciada por factores fenotípicos que se refieren al ambiente social donde se desarrolla la persona . Es de destacar, que cada ser humano, es un ente único, que se asimila a las huellas de identidad, pues todas son diferentes, incluso ningún electrocardiograma es igual a otro.

En cuanto a los sentimientos de las personas, como hemos visto no dependen específicamente de nexos de sangre, en este sentido siempre he pensado que " los sentimientos nacen, no se hacen", además son muy ciertas las consejas populares como :"se paren hijos, pero no condiciones", ¿QUIÉN ES TU HERMANO?, EL VECINO MÁS CERCANO’’, etc. En fin, es el cultivo de la interacción social, la solidaridad y la preocupación de los unos por los otros lo que determina nudos de amor profundos e irreversibles.

Cuando abordamos un tópico, siempre es importante ilustrar con ejemplos, ello permite que nuestros pensamientos sean comprendidos en toda su dimensión; es por ello que en esta oportunidad expondremos el caso de un niño separado al nacer de sus padres biológicos y adoptado por padres que le brindan el mayor amor, afecto y cariño, es probable que éste aprecie y ame a sus padres adoptivos como lo hubiese hecho con sus padres consanguíneos, pero también pudiese llegar a ser una persona de malos sentimientos, desagradecido y de mal fondo humano, lo que es muy cierto es que esas conductas o personalidades opuestas pudiesen haberse manifestado también en el caso de haberse criado con sus padres biológicos. Acá nos encontramos con otra incógnita que se refiere a la formación conductual del niño, considerando los buenos ejemplos, educación, enseñanzas, etc., que en realidad son relativos o probabilísticos, es decir, que con éstos "se supone" que se formarán personas de buenos sentimientos y comportamiento ejemplar en la vida.

Es importante señalar que nuestro Libertador Simón Bolívar, era un gran cultor de la amistad y así se revela en su misiva al Coronel José Leandro Palacios, en fecha 16 de mayo de 1.817, en la cual señala …"Diles que la amistad tiene en mi corazón un templo y un tribunal, a los cuales consagro mis deberes, mis sentimientos y mis afectos. Por último diles que la amistad es mi pasión y que, por consiguiente ellos son los objetos que ocupan mi alma y mis sentidos’’.

Finalmente, concluimos señalando que todos los hombres de buena voluntad del mundo constituimos una gran familia y que la unión no necesita de nosotros, sino que somos nosotros los que precisamos de la unión, la amistad, solidaridad y buenos sentimientos para construir una mejor "familia mundial".

Como todos somos familia, reciban un fuerte abrazo fraterno, con los deseos que la providencia los bendiga con mucha paz, salud y los proteja abundantemente.

"ARAR NUNCA ES MALO AUNQUE SEA EN EL MAR"



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Carlos Torrealba Pacheco


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