La guerra “ruso-ucraniana”* vista por un tonto que sabe que en eso sólo lleva la de perder y piensa en neutralidad

Las lluvias, en espacios como el nuestro se han extendido y hecho más torrentosas. Viejos ríos, quizás hasta por el reumatismo o pérdida de elasticidad muscular, males de los viejos, que habían optado por quedarse allá arriba y llevaban tiempo sin bajar, de repente este año lo han hecho y con una fuerza y vehemencia tal que parecieran querer recuperar el tiempo perdido y cubrir sus viejas y persistentes ausencias. Volvieron como se ha dicho antes por boca de muchos a reclamar sus espacios y querencias que, por cierto, por falta de planificación o lo que es lo mismo, exceso de improvisación y hasta indiferencia, fueron invadidos, como quien se apropia de una vieja casa desocupada cuyo dueño no sólo existe, sino que no ha olvidado la cuenta en su inventario de propiedades.

Lo anterior, es el resultado de tantas guerras, uso excesivo de armamento nuclear, en algunos casos para exterminar poblaciones, como EEUU hizo con Hiroshima y Nagasaki u otros en persistentes pruebas de esos mismos recursos. "Pruebas" que pudieran ser eso o simplemente para amenazar, meter miedo, como decir "si te metes conmigo, mira lo que te espera", en lo que incurren, casi diariamente, países de todos los gustos en el ámbito de la política y la lucha por el control del universo y particularmente los mercados, en la que está envuelta, como decíamos los cumaneses de mi tiempo "tutti le mundachi". En esto, sólo los pendejos, como los países del África negra, América Latina y algunos otros más del universo, que serían como las presas, no participan en ese festival hasta necrofílico.

El capitalismo domina el mundo de hoy; sólo hay capitalismo, lo demás son sueños, cuentos o como dicen en mi pueblo "ganas de hablar pendejadas". Sólo los tontos y quienes actúan de mala fe, hablan de lecturas erróneas, como esa de la lucha entre el comunismo, "generador de miseria y opresión" y la de "libertad, democracia y humanismo".

Pero hay otros tontos, a quienes no quiero dejar por detrás, pues podría olvidárseme o dejar de tener cabida más tarde, que creen posible la construcción del socialismo en un sólo país y para más señas, en uno pobre, desmadejado y además por decisión única del Estado y una "vanguardia" que sólo vive de sueños o artimañas. Atrevimiento al cual China renunció o pospuso, para no pecar de radical y determinista, después de un proceso que se inició en 1917, pasó por la ruptura de 1949 y el control poder por parte de Mao, para iniciar al final, bajo el comando de Xin Jinping, un nuevo experimento, en el cual el capitalismo de Estado optó por darle cabida al capital privado para explotar en combinación o en "llave, como decimos en criollo, la enorme cantidad de mano de obra ociosa e improductiva o desaprovechada que había en China y hasta los capitales externos a los cuales se le ofrecieron ventajas por demás atractivas. Es decir, el modelo chino, de capitalismo de Estado, débil, emergido de un modelo feudal, mutó, adoptó una forma nueva y más productiva. Proceso que ha convertido a China en lo hoy es. Una enorme potencia capitalista, pese ellos y otros le llamen socialista, el partido vanguardia se llame comunista y usen todavía la figura de Mao, que exporta capitales, busca sus mercados; es decir, en esencia hace lo mismo que antes hemos llamado imperialismo.

En el mundo de hoy, ya el capital no sólo se ha acumulado en EEUU y parte de los países que ahora forman parte de la OTAN, todos ellos bajo la égida del primero, toda esa instancia controlada por el país nombrado, sino que está expandido. Ahora hay potencias como China, Rusia, etc.

Estados Unidos y sus aliados o mejor servidores de la OTAN, formaron una potencia internacional capitalista que ha destrozado a medio universo, violó todos los derechos intentando imponer su control, hegemonía y, contra el mundo árabe en particular, cometió barbaridades e injusticias hasta llegar al destrucción de Libia, el vil asesinato de Mohamar Kadafi y el repartirse con sus aliados, particularmente Italia y Francia, las enormes reservas internacionales del país árabe-africano, en cuyos bancos estaban ellas depositados.

Antes, el gran país del norte se había cuidado de domesticar los países de Latinoamérica en su mayoría, mediante golpes de Estado, chantaje económico, apoderamiento de una manera u otra de sus recursos. El sometimiento por miedo y la compra de conciencias.

La guerra ruso-ucraniana, es una aparentemente localizada en la frontera entre ambos países. Pero la verdad es otra, como lo revela la descarada intromisión de Estados Unidos y los deseos de la OTAN, deseo que le es impuesto a esta por aquél. Es una puesta en escena guerrerista para medir fuerzas, hasta donde se puede llegar, en el deseo de ampliar el control de USA y la OTAN, tanto que en el curso del debate se ha hablado hasta de la posibilidad de provocar la destitución de Putin para volver a Rusia a los rediles de sus actuales enemigos.

Es difícil pensar que en los intereses del capital ruso entre eso de alinearse al servicio de Estados Unidos, más si tiene de aliados a la gigantesca potencia, en permanente crecimiento, que es China, en disposición de abrirle espacios a sus socios, en la conquista de eso que ahora llaman la multipolaridad, una especie de "libre competencia" en los mercados mundiales.

Es decir, todo ese alboroto, no es más que un conflicto de enorme magnitud entre las grandes potencias, donde EEUU intenta mantener su hegemonía, mientras China, Rusia y sus aliados, aspiran cambiar el orden para que todos tengan cabida, como que de Brasil, el de Bolsonaro, siga siendo socio comercial de Rusia y China. Recordemos como el presidente brasileño, pese todo lo que sobre él se diga, ante el conflicto ruso-ucraniano se mantuvo neutral por sus significativas y ventajosas relaciones con el gobierno del primero.

Sin duda, es cierto, que a los países débiles como el nuestro y todos los de América Latina, conviene la multipolaridad. Un mundo donde cada país se sienta con libertad de comerciar con quien más le convenga y esto significa poder hacerlo con todos al mismo tiempo en diferentes áreas. No ser objetos de sanciones de parte de ninguna potencia porque se negocia o asocia con otra sin dejar de hacerlo con ella, según las ventajas que se ofrezcan.

Quizás, pudiera haber algo de "oportunismo" en la actitud de desear se imponga la multipolaridad, sin mezclarse en los conflictos bélicos que hoy enfrentan a las grandes potencias, no directamente, sino por intermedio de otros; como que Ucrania desafía a Rusia, sabiendo las enormes desigualdades, por contar con el respaldo de la OTAN, la que, por orden de EEUU, "chuca", para decirlo con una palabra de los orientales referidas a las agresiones de perros, para que desafíe y hasta desate un conflicto bélico con Rusia, en espera que de allí pudiera desencadenarse algo que al final les resulte beneficioso.

Pero la palabra "oportunismo", tampoco es digna de ser demonizada. No es malo esperar y ansiar buenas oportunidades, como el multipolarismo. Es malo meterse en un asunto concreto, como una guerra, que desde lejos y el principio anuncia para uno malos resultados. Pues toda guerra es mala y es peor para los débiles. En todo caso, los pueblos débiles, sujetos al control del capital internacional, no son más que cautivos de las grandes potencias.

Nuestras fuerzas, desde el ámbito que juzguemos y lo que juzguemos, son por demás débiles y es poco lo que podemos hacer para influir significativamente en el desenlace de un conflicto entre las grandes potencias.

En la segunda guerra mundial, ese "oportunismo", de mantenerse neutrales, sin dejarse manipular por EEUU, lo jugaron los gobiernos de México y Venezuela, estando ambos bajo gobiernos progresistas, como el de Ávila Camacho e Isaías Medina Angarita respectivamente.

El triunfo de la multipolaridad nos beneficia, nos abre más posibilidades y la oportunidad de concurrir a un mercado más abierto y con ventajas. Sería la solución o derrota de las sanciones de las grandes potencias a los más débiles. En esto no hay duda. Pero la guerra entre potencias no hay que verla como si jugasen Caracas y el Magallanes y menos si medimos nuestras fuerzas y miramos el mapa.

Pero también es cierto que en una lucha de fieras de garras afiladas, los débiles exponen demasiado. Por eso, ante esos conflictos entre grandes potencias, pese uno desee que la multipolaridad triunfe, que no sería el triunfo en particular de ninguna de ellas, sino el establecimiento del equilibrio, para beneficio del mundo todo, donde los débiles saldrían favorecidos, no es bueno meterse en el medio, porque un simple zarpazo, pudiera terminar de desbaratar nuestra ya, por demás, endeble estructura.

La simple actitud de mantenerse neutral, sin asumir posición oficial en función de nadie, es una ventaja, cuando no se tiene la fuerza necesaria para resistir los ataques, más si se está muy cerca de aquél a quien asumimos como enemigo y menos cuando se intenta que EEUU y Venezuela puedan establecer unas relaciones respetuosas, sin sumisión, que nos beneficien y saquen del atolladero en el cual estamos.

*Lo de "ruso-ucraniana" es una simple y hasta simplista manera de decir algo que, "el sentido común", quizás por lo común, acepta como verdadera y exacta manera de definirla, pese es una simple escaramuza, del fiero combate en el que están envueltos poderosos bloques del capitalismo, uno en favor de la hegemonía y otro en contra.



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Eligio Damas

Militante de la izquierda de toda la vida. Nunca ha sido candidato a nada y menos ser llevado a tribunal alguno. Libre para opinar, sin tapaojos ni ataduras. Maestro de escuela de los de abajo.

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