Las bases revolucionarias

Las elecciones del pasado sábado 3 de septiembre abrieron los espacios para la visión profunda de los nuevos liderazgos, quienes reciben un partido victorioso y con grandes retos por delante; de allí que hay que brindarles el apoyo necesario para el trabajo prospectivo y asertivo, que permitan ir sumando todos los apoyos y los esfuerzos. Así tienen que ser el arranque, con optimismo, con determinación y con pasión Revolucionaria. Es una oportunidad de oro que se tiene, para revisar lo que haya que revisar, no queremos ningún tipo de "liderazgo" negativo, ni tampoco funcionarios negativos en ninguna institución del estado venezolano, que en vez de sumar y ayudar, lo que hacen es hundir la revolución con su descaro, con su omisión y su actuación.

Camaradas militantes, después de haber elegido y renovado los liderazgos de estructura de las UBCH a nivel nacional, el gran objetivo común es seguir empujando la revolución hacia los destinos soñados. En esta nueva etapa que se inicia, nuestro accionar político y revolucionario debe estar sustentado en la reflexión profunda sobre nuestras comunidades, sus problemas y su gente; tener bien claro cuál es nuestro papel y las tareas a seguir para canalizar y ayudar a resolver esos problemas; y también, que todas nuestras acciones sean para engrandecer la política y la revolución. Que sepamos entender y expresar la coyuntura revolucionaria, iluminando los caminos de nuestro pueblo y señalando la mejor perspectiva para conducir los destinos de la patria.

La mejor manera de consolidar lo que hemos conquistado es profundizar el trabajo que se ha hecho, con buenas estrategias que ayuden a la unidad de todos los miembros de la estructura de la UBCH y de allí desplegarnos por todo el territorio, como un solo equipo, con objetivos definidos y metas establecidas; convocando a todos los militantes para que juntos podamos juntar todas las voces y recoger los planteamientos, los problemas y comenzar a canalizar ante las instancias competentes. Esa política solidaria debe ir acompañada de la planificación conjunta, donde el líder se ponga a la vanguardia para ir por la solución y resolución de los problemas de la comunidad.

Se trata de ir proyectando una visión ideopolítica de nuestros territorios, donde todos seamos necesarios y protagonistas de la transformación de toda la base del poder popular, que hace y practica una política de altura; que debate, analiza, estudia y hace propuestas asertivas sobre la mejor manera para lograr beneficios para la comunidad, en un ambiente de camaradería y respeto profundo por el trabajo de los demás camaradas y militantes.

Ese es el reto que tenemos todos, trabajar con disciplina, con dedicación y entrega por dar lo mejor de nosotros, entendiendo que nuestro liderazgo es parte de un colectivo y a ello nos debemos. Nada de individualidades, ni trabajo solitario, porque se pierden las posibilidades para delegar y se van comprimiendo las fuerzas para la inacción. Recordemos lo que dijo el camarada Alí Primera en su canto: "Si lucha se dispersa, no habrá victoria popular en el combate". Y lo que se quiere es un equipo compacto, victorioso y de amplia visión para construir la patria que soñó Bolívar, Chávez y la que soñamos todos. Así que tenemos campo abierto para desplegarnos y hacer el trabajo que viene, pensando en la batalla del 2024. ¡Qué así sea!



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Eduardo Marapacuto


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