Auditórium

Continúa la extorsión *Ad Hominem* mediática, contra Danny Pascali

La falacia Ad Hominem o Ataque Personal es una falacia que consiste en atacar a la persona que emite un argumento, desacreditándole para que los demás no lo tengan en consideración. La falacia Ad Hominem se caracteriza por el "juego sucio" ya que no aporta razones válidas que sirvan para rebatir una posición o conclusión. Fin de la cita.

La extorsión mediática por internet, y las redes sociales parece ser hoy el oficio de moda delincuencial.

La extorsión por las redes sociales es hoy el oficio delictivo de moda dentro del mundo de los «pseudo-periodistas", opinadores de oficio, "dueños de paginas web fantasmas", "influencers", "instagrammer" y operadores de redes sociales como: Twitter, instagram, y facebook, ellos difaman, injurian, calumnian, y levantan falsos testimonios sobre personas en especial, del mundo empresarial, quienes son los "targets" preferidos por estos mercenarios, al igual que los pranes de las cárceles, con las extorsiones telefónicas.

Hoy este modus operandi es dirigido nuevamente contra el empresario anzoatiguense Danny José Pascali Romero, por una mafia periodística en las redes, dirigida desde Panamá, y Bogotá por dos Malhechores solicitados por la justicia Venezolana como lo son Jorge Castro https://extorsionmediatica.com/2021/01/17/extorsion-total-del-dueno-de-noticias-candela y Antonio Armas https://venezuela-news.com/ordenan-busqueda-antonio-armas-cuartin-extorsion-lecheria/ donde sus cómplices en varios países la van repitiendo en las diferentes plataformas mediáticas de internet, y de esta manera buscan hacerla tendencia o matriz de opinión; el hoy afectado Danny Pascali se ha visto perjudicado en su entorno personal, y profesional, porque después haber sido contactado por los dos ciber delincuentes arriba mencionados , exigiéndole una fuerte suma de dólares, para no seguir publicándole las "notas periodísticas extorsionadoras, donde lo exponen al escarnio publico" al que sus cómplices en las decenas de paginas que manejan desde el exterior, al no aceptar la negociación extorsiva, los ataques se mantienen nuevamente en las redes como esta del 14 de abril del 2022 https://www.elpublique.me/2022/04/danny-jose-pascali-romero-extorsionado.html hasta buscar ablandarlo para llegar a un acuerdo, cuando el no ha cometido ningún delito según sentencia de los tribunales de justicia venezolanos del Estado Anzoátegui.

Son tan descarados que incluso, muchos de ellos están solicitados por los tribunales de justicia, para que se pongan a derecho, y se sientan obligados por las autoridades a publicar un desmentido de las porquerías que han escrito, en contra de Danny Pascali, como reincidentes ignorando las leyes, repiten el mismo patrón cada corto tiempo como en el link arriba señalado.

A través de esta ventana de www.aporrea.org , el portal de la más alta seriedad informativa en América Latina, he publicado este caso alarmante de extorsión, y chantaje de estos personajes que han hecho de la extorsión mediática, su modus vivendi. Utilizando la comunicación, la estafa, la ética, y la extorsión como fraude con profesionalismo delictual. Les seguiré dando palo a estos pseudo-periodistas que se arropan con la bandera de Venezuela, desde otros países para así extorsionar a los empresarios que luchan por mejorar la economía venezolana. "Cuando escribo, y digo que el burro es Blanco, es porque tengo los pelos en la mano".

Esto lo traigo a colación nuevamente por la reacción de estos delincuentes, cuando publiqué un artículo donde se alega la inocencia de Danny Pascali, determinada por los Tribunales de la República Bolivariana de Venezuela escrito por mi persona como articulista en https://www.aporrea.org/regionales/a311271.html el Domingo 03/04/2022. Sabemos que las redes sociales nos han dado la posibilidad de expresar nuestras opiniones libremente, y publicar lo que queramos sobre nuestras vidas, quehaceres diarios, la situación política, económica, social, y cultural del país. Incluso la posibilidad de opinar sobre personas que no conocemos, sino por los prontuarios que exhiben en las redes sociales, que nunca he visto, ni creo llegar a verlos en mi vida, donde se sepa lo que hagamos, sentimos, y pensamos diariamente desde que sale el sol.

Pero al mismo tiempo las redes sociales al igual que cualquier página web, medios de comunicación, escritos, radio, y televisión, están reglamentadas por leyes, que definitivamente han empezado a ser aplicadas, tanto en Venezuela, como en otros países.

Muchos de los comentarios agresivos, insultantes, difamatorios, y de carácter extorsivo, que se hicieron en contra de Danny Pascali, fueron promovidos por estos ciberdelincuentes, donde se auto delatan en el link arriba publicado el 14 de abril 2022, durante todo el año 2021, en las redes sociales que manejan a su libre albedrio, donde ellos piensan que el derecho a la libertad de expresión, está por encima de cualquier otro derecho de un ciudadano indefenso, están muy equivocados. El derecho a la libertad de expresión en Venezuela, es muy distinto a la injuria, la calumnia, la difamación, y la extorción, como lo fue en el caso de Danny Pascali.

De acuerdo a los expertos en la materia consultados sobre este caso; el ordenamiento jurídico, junto a la libertad de expresión es: el derecho de un individuo a exponer libremente sus pensamientos, y opiniones sin sujetarse a previa autorización o censura. A diferencia de la libertad de pensamiento, y opinión de la que es consecuencia, que constituye un derecho absoluto, la libre expresión al menos está regulada por las leyes venezolanas, para que no afecte a los derechos de los demás, ni al orden público, de ahí que las Constituciones, y Declaraciones internacionales, a la vez que reconocen el derecho a la expresión, también han fijado sus límites….El límite de las libertades reconocidas se encuentra en el respeto a los derechos fundamentales, y las leyes que las desarrollan, en particular el derecho al honor, a la intimidad, a la propia imagen, y a la protección de la familia. Opinión, información o noticias falsas, no pueden ser cualquier juicio que queramos emitir sobre cualquier ciudadano. Una explicación sencilla de la definición de opinión, noticias, e informaciones, según los expertos jurisconsultos son las siguientes: "donde nuestras inclinaciones personales, políticas, económicas, religiosas, culturales, y sociales, así como gustos, y apetencias las podemos expresar a través de la opinión, sin difamar, injuriar, y menos extorsionar, como fue lo sucedido en el caso de Danny Pascali. Y que fue resuelto por el juzgado de control numero dos de Barcelona Estado Anzoátegui con el sobreseimiento de su causa, de que no cometió ningún tipo de delito, según los expedientes: BP01-P-2021-000061, BP01-P-2021-000068, BP01-P-2021-000074. De fecha 25 de agosto del 2021. Donde se declara su inocencia absoluta.

La definición de difamación es entendida según los expertos en la materia: "en desacreditar a alguien a través de la difusión de información que resulte contraria a su reputación o buena fama, y la envidia, como lo fue en el caso incomento….la difamación tiene la intención de dañar a una persona a partir de una acusación falsa. El objetivo es que dicha difamación afecte la dignidad o el honor de la persona, su actividad económica, y a su familia, desacreditándolo, ante la opinión publica nacional e internacional".

La calumnia es considerada: "Como la acción que realiza toda persona inculpando a otra de haber cometido un delito, sabiendo que es mentira o con un desprecio absoluto hacia la verdad. En este caso, el individuo que la lleva a cabo puede enfrentarse a penas de cárcel". Por lo cual Danny Pascali se reserva las respectivas acciones legales.

La injuria es: "la expresión como la acción que alguien realiza menoscabando o lesionando gravemente la dignidad, y la fama de otra persona, llegando incluso a atentar contra lo que sería su propia estimación, y credibilidad, como las paginas web, que lesionaron arriba señaladas que lesionaron su honor".

En otras palabras, el ataque artero nuevamente contra Danny Pascali, es porque no cedió a la extorsión, de esas páginas web, porque no cometió ningún delito: esa fue su negativa ante el chantaje, en aquel momento. Se le calumnió cuando se le tildó públicamente de estafador, robo, actos sexuales indecorosos, extorsión agravada, asociación para delinquir, y simulación de hecho punible, o cualquier otro delito basado en opiniones falsas, y no en pruebas, cosas estas desestimadas por el tribunal de la causa con la decisión del sobreseimiento de su persona, declarándolo total, y absolutamente inocente. La difamación, la calumnia y la injuria son figuras tipificadas en las leyes de la República Bolivariana de Venezuela, y se extienden a los comentarios publicados en las redes sociales. Como el reciente caso del anciano expuesto al escarnio público, por dos ciudadanos, en el municipio Guanta del Estado Anzoátegui, que provocó la reacción del Fiscal General de La República, cuando se burlaron de ese adulto mayor en las redes sociales, por portar un uniforme envejecido de la Policía Municipal de esa ciudad.

El carácter preferente de las libertades de expresión, información y de prensa no significa, sin embargo, que estos derechos sean absolutos, y carezcan de límites. La difamación, la injuria, y la calumnia atentan contra los derechos fundamentales del individuo.

De esos delitos tipificados, y castigables, los más comunes son los que conforman la difamación: la injuria, y la calumnia. De hecho, en el marco actual de las leyes nacionales e internacionales, que regulan el sector de la comunicación masiva de Internet, quien propague calumnias e injurias contra una persona puede ser llevado a juicio, y de ser hallado responsable, hasta podría ser sancionado o castigado. Las personas que se extralimitan en las redes sociales, también ignoran que aun cuando existen nuevas disposiciones legales, estas realmente son las mismas leyes penales ya instituidas; pero con el agregado de que, esta vez, a tales delitos se les considera agravantes cuando el medio de propagación empleado como plataforma para difundirlas, haya sido las redes sociales. De igual modo, nuestro Código Penal incluye, ampliando el abanico de los responsables, hasta quienes en calidad de terceros, y siendo conscientes del daño que ocasionan, se hacen eco de las difamaciones. Estos pocos ejemplos pueden dar una idea de la seriedad de las consecuencias de usar las redes sociales para desprestigiar, difamar, calumniar o injuriar una persona.

La diferencia entre noticia falsa, y calumnia es la emisión de un juicio que puede afectar la buena imagen, el nombre o la fama de una persona, de acuerdo con las definiciones anteriormente dadas. Como profesionales, como padres y como seres humanos, todos dependemos del nombre que creamos durante largos años para conseguir un trabajo, un préstamo en el banco, hacer crecer nuestro negocio, y educar a nuestros hijos guiándolos por el camino del bien en esta vida. Todos tenemos el derecho de opinar, y decir lo que pensamos, pero con respeto, basados en hechos, y dentro del margen de la ley, de lo contrario estamos sujetos a que el peso de la ley recaiga sobre nosotros.

 

 



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Edgar Perdomo Arzola

Analista de políticas públicas.

 Percasita11@yahoo.es      @percasita

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