En un zoológico de contacto existía un toro charolais llamado Miguelito, pesaba tonelada y media de puro músculo, era hermoso con su porte de estatua. Lo usaban como atracción para los niños, que podían pasearlo por una pequeña redoma. Los niños al principio se intimidaban con aquella presencia descomunal, sin embargo, cuando el cuidador les explicaba la técnica para manejarlo, y la ponían en práctica, se tranquilizaban, se sentían poderosos dueños de aquella mole. El toro Miguelito tenía en su nariz una argolla de la que pendía una soga, al halarla lo dejaba sin voluntad, iba manso, sumiso para donde le indicara la soga que lo conducía. No importaba si era un niño o un adulto, el dueño de la soga era el dueño del toro. El proceso lo denominan nariceado.
El psuv de estos tiempos es similar al toro Miguelito: va nariceado para donde indique la cúpula dirigente. Allí adentro no hay discusión, nadie disiente, todo va como jalado por la soga y la argolla. El antaño partido de Chávez, el PSUV, ogaño ha desaparecido, ahora sólo es un espectro, un sarcasmo. Los signos del deterioro son claros: la disminución de votos es millonaria, acompaña a la merma de la militancia, y el partido calla; tiene como héroe a un empresario, que se publicita, con descaro, como pilar de la construcción socialista, y el partido se lo cala; en Barinas, los maduristas atacan a los gobernadores de Chávez, y el psuv acepta. Se implanta la ley de lo que diga maduro, así se elimina cualquier posibilidad de discusión, y nadie chilla, todo es silencio y sumisión.
El PSUV de Chávez agoniza, se transforma en una ad, un rebaño para hacer bulto y aprobar cualquier mamarrachada de la cúpula. La decadencia del partido, maniatarlo, impedir que fuera obstáculo a la entrega del Socialismo, de la Revolución de Chávez, fue requisito para avanzar en la traición a Chávez. Necesitaban un partido sin metas estratégicas, sólo oportunista, preocupado por la inmediatez, en resumen, una ad.
No se puede retomar el camino de Chávez, el rumbo al Socialismo, que es el rumbo hacia la mayor suma de felicidad posible, no se puede rescatar la alta calidad espiritual de este pueblo, sin liberar el instrumento político, la organización que empodera al pueblo. El chavismo dentro del psuv de maduro debe reaccionar, ya es hora. Es necesario restablecer la discusión interna, discutir es el alma del partido, discutir, disentir es un deber de importancia vital de los militantes. Se debe derrotar el engaño, que impide la discusión con la excusa de mantener la unidad; una unidad estéril, sin discusión, es la destrucción de un partido revolucionario.
No es fácil plantear la discusión dentro del psuv de maduro, la represalia sería inminente, la descalificación, las acusaciones sin fundamento serían inmediatas; sin embargo, ese peligro es la medida de la agonía del partido y de la urgencia de actuar, se trata de un asunto de vida o muerte, no sólo del partido, sino del país. Las consecuencias de plantear la discusión forman parte de la lucha por la Revolución, esa batalla de rescate del PSUV para ponerlo al lado del Socialismo y alejarlo de la adequización es, sin duda, la más importante de hoy. Se podía empezar por discutir la gran pregunta que nos dejó el Comandante: ¡¿Dónde está el Socialismo?!
¡CHÁVEZ DISCUSIÓN FECUNDA!
