Auditórium

Cuando el pueblo se corrompe

«Las leyes injustas son la telaraña a través de la cual pasan las moscas grandes, y las más pequeñas quedan atrapadas». Honoré de Balzac.

Numerosos medios internacionales se han hecho eco en los últimos días, de la noticia acerca de "empresarios", y ex funcionarios públicos venezolanos acusados de corrupción, y narcotráfico. Algunos de ellos fueron detenidos en Estados Unidos, España, y Colombia a pedido de la justicia estadounidense, después de una extensa y minuciosa investigación desarrollada durante nada menos, que hace unos cinco años aproximadamente. Sin lugar a dudas, se trata de una noticia que en más de uno despertará sentimientos encontrados, diversas interrogantes, y mucha curiosidad. Donde seguro habrá muchas reflexiones, y hará reflexionar a muchos, que viven montados sobre la mentira y la corrupción.

Cuando los políticos son corruptos, el pueblo también se vuelve corrupto. Llegó la hora de corregir lo que tanto ha criticado el pueblo venezolano de las elites en el poder, de la deshonestidad, de la corrupción, de la inmoralidad, del narcotráfico, de las pésimas administraciones etc., es el momento de empezar a cambiar, empezando por los nuevos alcaldes, y gobernadores que se van a elegir este 21 de noviembre de 2021.

En Venezuela, como en casi todos los países de América Latina, existe una dirigencia, y una clase política totalmente corrupta, tal vez, en el nuestro con más arraigo, por la descomposición socioeconómica en que ha caído la Republica en pleno siglo XXI.

¿Pero qué hace un país como el nuestro con una clase política tan corrompida? Triste es decirlo, pero la tolera un pueblo también corrupto, no todos por supuesto, pero si la gran mayoría. ¿O por qué salen personajes de reconocidos malos prontuarios en sus actuaciones cuando fueron alcaldes, gobernadores, y diputados, a aspirar cargos públicos nuevamente? Porque existe un pueblo idiotizado, anquilosado, que todo lo critica, que todo le hiede, pero la corrupción no le huele, y no participan en nada, que permita, por lo menos, con su participación corregir el mal rumbo que lleva el país: empezando por el desastre en que se encuentran los centros de salud públicos, el abandono, y desmantelamiento de las escuelas primarias, y secundarias, hasta las universidades, donde unos pocos políticos (15%) deciden por la gran mayoría (85%), donde muchos ya viven como indigentes, y se dejan comprar con raquíticas bolsas de comidas, y otros pierden miles de horas/hombres de trabajo en las degradantes colas para echar gasolina, y otros para comprar bombonas de gas en este ex rico país petrolero. Y lo mas degradante es ver al alacrán candidato a la gobernación de Anzoátegui derrochando millones de dólares, y quien no aguanta la mas leve investigación, de donde obtuvo ese dinero, donde todo hace presumir, que son dineros producto del narcotráfico, legitimación de capitales, y la corrupción proveniente de las quiebras de las grandes empresas del Estado, cuyos activos son vendidos como chatarra, cosa que no hubiera sucedido de habérseles dado un buen manejo, para atacar el coronavirus, o el robo de los dineros públicos producto, como en el caso del inconcluso, Metro Caracas Guarenas y Guatire, del tercer puente sobre el Rio Orinoco, las mordidas sangrantes, a las obras que con tanto fervor quieren los venezolanos se ejecuten.

A las gobernaciones y alcaldías no pueden llegar este 21 de noviembre de 2021 nuevamente los ‘alacranes revolucionarios’ que sólo piensan en ellos o en el bienestar de sus áulicos, o aquellos que ya fueron mandatarios locales, y regionales, pero arrasaron con las finanzas del erario público, o se caracterizaron por ser carroñeros de las mordidas, o que van a los sectores populares, que están acosados por el hambre, comprando las conciencias de nuestros jóvenes, con los dineros que bien han podido servir para fomentar la paz, con una buena educación de calidad, y servicios públicos eficientes, para que tengan una buena calidad de vida, que es lo que todos los venezolanos queremos, pero que por manejos dolosos, fueron a parar a los bolsillos rotos, de una clase política corrupta e inescrupulosa.

A todo el pueblo venezolano, si existe una clase política corrupta, en el gobierno, y en la oposición es porque existe un pueblo corrupto que lo permite. Con mucha razón existe una máxima que dice: "Los pueblos tienen los gobernantes que se merecen". ¿Este 21 de noviembre del 2021, será verdad que llegó la hora de un pueblo despertar para salir de esta tragedia? ¿Llegó la hora de sembrar la semilla para comenzar a cambiar el rumbo del país, empezando por los gobiernos regionales, y locales? Frente a la máquina de votación, y con una mano en el corazón, votemos por los honestos. Votemos por los que tengan vocación de servicio, amplitud de criterio, y sensibilidad humana, para empezar a superar este cáncer que se come a nuestra querida Venezuela.

 



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Edgar Perdomo Arzola

Analista de políticas públicas.

 Percasita11@yahoo.es      @percasita

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