El secuestro de David

No es que lo empezo hacer después que salió de la tortura, siempre, toda su vida lo hizo; era su forma de enfrentar cada paso y últimamente más, que antes de la prisión: siempre buscó sus recuerdos sonríendo. Después que le rompieron los lagrimales, cada vez que me miraba; lo encontraba con una inteligencia profunda de camarada y sonreía; un recuerdo escondía la carcajadas y la sonrisa, se mezclaba en alegría, con lágrimas que siempre salían con sonrisas.

Anduvo últimamente como forma de LUCHA; contando cuentos de valientes encerrados en la tortura; me ensanchaba los sentido con su historia; una picana era el recuerdo más nombrado, que hacía aparecer una lágrima detrás de la sonrisa: cada vez que llevaban un camarada para el cuartito, sé despedía con la impotencia del momento e imaginaba que no lo volvería a ver y si llegaba hacia fiesta, sonreía y lloraba; lo llenaba de reconocimiento por su valentia. y cuando no volvía igual lloraba y sonreía, pero sin fiesta, por que sabía que la LUCHA valía la pena.

Escuché sus relatos con lágrimas y sonrisas, pero había en cada historia valentía y me invitaba a sentir a cada paso, que la PATRIA es la vida.

Ahora amigo mío; no te pude despedir como se acompaña a un combatiente de tu estatura; me apartaron de tu alrededor, te escondieron del PUEBLO que siempre te idolatro y quedamos apartado de la despedida rodeado de trasnochados, comentando con los de siempre tú historia de valiente: reiterándo lo que siempre supe, tu valentía y hablando de ti a los que ignoraban tus hazañas: me enfrente con esbirros de un sistema que te torturó; ahora custodian la muerte, para ver si te borran de nosotros.

Te encerraron en bambalinas llenanandote de olores extraños, que se hacían nauseabundo para tus lágrimas y te boraron la sonrisa por primera vez.

No pude despedirme; pero te sentí luchando con las sombras de siempre que te secuestraron y escondieron tus ideales en trajes y corbatas que te negaban la valentía, para que no te levantaras en ese salón, que según me contaste un día, parecía una camara de tortura y como siempre escondió tu último deseó de morir por el PUEBLO y junto a el todo el tiempo entregar la vida.

Las armas que usaste llenas de amor junto a Sara y la inocencia que creyó, que todo habria concluido; quedaron en los alrededores de un claustro lleno de intenciones que dejaste desde siempre en discusión de lo que debe ser y para un comprometido significa y significará, por tu solidaridad hasta el último instante: que seguirá acompañando el sueño de PATRIA O MUERTE, VENCEREMOS Y HASTA LA VICTORIA SIEMPRER.
SIN PATRIA NO QUIERO VIDA.
HAZTE CONCIENCIA.



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Antonio Machuca

Actor y militante revolucionario

 machucamelo@cantv.net

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