Prudencia en tiempos históricos

Existe un fenómeno social que está afectando a los pueblos indígenas de Venezuela, se trata del desconocimiento hacia los ancianos, abuelos y sabios. Pareciera que es una rebeldía de los lideres o lideresas de los últimos tiempos, excusándose del tiempo de la juventud (único argumento) pero realmente habría que visualizar, si obedece al sistema para dominar desde adentro a los pueblos y comunidades indígenas.

No es casualidad que exista una proliferación de figuras públicas que solo colocan su nombre de indígena pero que su accionar se aleja con mucha fuerza de la visión propia de lo originario. El primer paso para formar parte de este grupillo, es desconocer la lucha de nuestros ancestros, lideres y lideresas indígenas que lucharon aun cuando todo estaba en contra, respaldo jurídico, ni institucional. Pareciera que una nueva batalla está por librarse.

Es preocupante cuando un indígena niega los esfuerzos de quienes allanaron el camino de la generación de hoy. No les es suficiente, sino que también contribuyen a que los derechos de los pueblos indígenas se esfumen creando una opinión en el colectivo de descontento en contra de los indígenas.

Hay un principio que rige para los pueblos indígenas, se trata del respeto al anciano en donde reposa la sabiduría de un pueblo. No es casualidad que en medio de circunstancias difíciles un pueblo convoque al consejo de ancianos, máxima instancia de consulta ante la toma de decisiones determinantes para un pueblo o sociedad.

Es de admirar la fuerza con la que lucha los ancianos de los pueblos y comunidades indígenas, son incansables, son ejemplo a seguir para guiar pueblos enteros. Quien me hable mal de un anciano es hablar mal de si mismo. Para comprender a los pueblos y comunidades indígenas hay que estudiar.

Vivimos tiempos determinantes para la historia de nuestro país y que estamos seguro que los pueblos y comunidades indígenas, estaremos a la altura del momento histórico que vive nuestra patria. Tenemos la experiencia, tenemos territorio, tenemos gente, tenemos la fuerza histórica.

Juventud de hoy y del mañana, hermanos y hermanas, no es momento de confusiones. Nuestros abuelos ya nos marcaron el camino, nuestro deber es continuar su legado.

¡La historia la escribe el vencedor!



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Pedro Requena


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