Algunos camaradas nos han hecho llegar su preocupación por lo ocurrido este pasado 6D, les indago: ¿preocupación por qué? Y al intentar respondernos, repiten el mismo libreto que la mediática occidental. Indudablemente, que los "medios libres" a sueldo de Abrams, tienen un fin bien definido: deslegitimar el abrumador triunfo, obtenido por las fuerzas revolucionarias del Gran Polo Patriótico "Simón Bolívar". Obviamente, que esa trama conspirativa del imperialismo, solo busca es desilusionar a las fuerzas patrióticas triunfadoras, bajarles la estima. La guerra, como puede verse, no ha culminado y el escenario mediático, continúa encendido y eso lo sabe la derecha que, con esa campaña, estima mantener unificada sus huestes fascistas. ¡El chavismo, triunfó abrumadoramente y eso debe saberlo el mundo entero! ¿Abstención? Y quién creería que no la habría en un país en guerra mediática, económica, psicológica, en fin, multiforme. Lo que se expresa, en problemas de movilidad (transporte), desmotivación del elector o electora, debido a los incrementos continuos de precios que generan molestias; fallas en servicios públicos básicos: agua, luz, gas, telecomunicaciones. En fin, no eran unas elecciones comunes y corrientes, como dicen algunos compatriotas, sino excepcionales y que no debemos analizarlas con la misma lupa que lo haríamos con las elecciones de 2015, 2005 u otra en particular. Añádale, una pandemia por coronavirus y hasta el traslado –inconsulto- del Registro Electoral de votantes de sus sitios en que lo hacían con regularidad, por ejemplo: en el Municipio Baruta, y aparecieron este 6D sorprendidos, porque su nuevo Centro de votación estaba en Catia, Municipio Libertador. Eso, debe ser investigado en profundidad. Aun así, allí están las cifras: 31 por ciento de participación del Registro Electoral, 253 diputados y diputadas para el Gran Polo Patriótico "Simón Bolívar", y 21 diputados para la oposición. En contraste, en los EEUU, el 30 por ciento fue el voto efectivo –presencial- que se movilizó a los centros de votación, en unas elecciones no solo presidenciales, sino en las que se elegirían, además, la Cámara de Representantes y el Senado, en fin, unas megaelecciones. Les respondería, José Ingenieros: "El que ve los defectos y no las bellezas, las culpas y no los méritos, las discordanzas y no las armonías, muere en un bajo nivel donde vegeta, con la ilusión de ser un crítico…" (El hombre mediocre).

Posterior a las elecciones parlamentarias de este 6D, ahora se conoce parte de la trama terrorista que se movía tras bastidores desde el Cártel de Nariño, dirigido –personalmente- por su pran el "Ñeñe" Duque. Afortunadamente, nuestros servicios de inteligencia han mejorado en capacidad de información, al punto que desde –internamente- del propio Cártel, se obtiene información precisa de los pasos e intenciones del "Ñeñe" Duque para dañar a Venezuela, ello permitió detectar sus planes de asesinato del Jefe de Estado para el momento del ejercicio democrático de su voto, lo que motivó su movilidad de su Centro Electoral tradicional ubicado en la parroquia Catia hacia El Valle. Ya se sabe, al día de hoy, que antes de las elecciones planificaron también, la destrucción con bombas explosivas del Complejo Refinador de El Palito, en el Estado Carabobo, cuya logística fue aportada –directamente- desde el Palacio de Nariño. Obviamente, ambos planes, fueron abortados. Tanto Trump como Duque, salen nuevamente derrotados en su afán de destruir a Venezuela.

Otra vertiente de la guerra, se ubica en el terreno económico: la moneda nacional, el Bolívar. Sigmund Freud, puso como fundamento a la base de su monumental psicoanálisis, una tesis tan radical como sencilla: al hacer consciente lo inconsciente, se produce la cura. Y si algo logró esta campaña electoral parlamentaria, fue haber aportado mayor información sobre las características de la guerra multiforme que libra EEUU en contra del pueblo y la nación venezolana. De hecho, un resultado que expresa cuán intolerable se ha convertido el pueblo venezolano con quienes le mienten y engañan, son los votos obtenidos por el PCV (que ahora integra el club de los amargados) o Bertucci y la banda de los 4: AD, Copei y Henry Falcón. La dolarización, que fue la base en que sustentaron su oferta electoral, el pueblo los rechazó ampliamente, una vez más. Recuérdese, que en 2018, Henry Falcón, hizo de esa propuesta su bandera electoral. Ya este pueblo, reconoce a quienes les llegan con sus ofertas engañosas y les repudia. Esto, es un hecho altamente positivo. Por lo demás, no caló esa imagen que intentaron reflejar en los debates parlamentarios de que el culpable de la crisis inducida era el Presidente Maduro, como muestra de cuán consciente se ha hecho el pueblo venezolano de su realidad política, económica, social, y hasta cultural. Han abusado tanto de la mentira, que a este pueblo, les resbalan sus mentiras y los desprecia, allí están los resultados en votos y curules, son ellos quienes deben revisarse, estimado ex rector Fuenmayor, creo que debe haber renunciado al CNE para convertirse en un actor político, cargo que ejerce en la actualidad. Ante la imposibilidad de provocar colas por falta de gasolina, le tocó fue al dólar cubrir el protagonismo de esta campaña electoral. En una escalada programada de ascenso continuo, a medida que se acercaba el evento electoral, lo elevaban aún más y más. Esta escalada, la iniciaron en noviembre, ya para el día 2 de diciembre, lo colocaron en 1.050.374,91 bolívares por dólar en el mercado paralelo, según el portal Dólar Today. El correcaminos del BCV, no se quedó atrás y en su disputa por alcanzarlo, se ubicó siempre muy cerca.

El día 5 de diciembre, se ubicó en su tope: 1.305.293, 44 bolívares. Después de las elecciones, se tiene un leve descenso, que para el jueves 11 se ubicaba en 1.100.032,30 bolívares por dólar en el mercado paralelo, según el portal dirigente de esa oposición política, llamado Dólar Today; valor, en que se ha mantenido casi que estable durante la presente semana. Con lo cual, se ratifica, una vez más, la Ley Pascualina, para llamarla de alguna manera, que sentencia: "El tipo de cambio paralelo e ilegal muestra un patrón en su comportamiento. Resalta el hecho de que las variaciones intermensuales son positivas y cada vez mayores los meses previos a aquellos en los que se celebraron procesos electorales o en los que el pueblo venezolano vivió momentos de alta tensión política. Inmediatamente después del evento político o de haber acudido a las urnas electorales, se registran variaciones que se van haciendo cada vez menores, aunque generalmente positivas, y en algunos casos llegan a ser negativas…"(Los ciclos políticos del Dólar paralelo en Venezuela, Pascualina Curcio, 16 agosto, 2016). Hacía referencia, la Dra. Curcio Curcio, en esa investigación al evento electoral parlamentario del 6 de diciembre de 2015, en que ganó la oposición y el dólar jugó su rol político a favor de los factores políticos de oposición, después de la victoria oposicionista, dice Pascualina: "Lo que si se evidenció fue un comportamiento similar al patrón histórico, es decir, un alza importante en los momentos pre y electorales y una disminución de la velocidad de las variaciones luego de los comicios…". Esto último, aún no ocurre y el dólar se mantiene estabilizado pero con tendencia a la baja. Ratificamos una vez más, nuestra coincidencia con la Dra. Pascualina Curcio Curcio, en el siguiente sentido: "La manipulación del tipo de cambio paralelo e ilegal pareciera estar actuando como un arma que de manera masiva ha hecho daño a un pueblo entero en el marco de la guerra no convencional…" Razón por la cual, estimamos, que quienes actúan a nombre de Dólar Today o el BCV-correcaminos, debieran pasar a formar parte del expediente criminal que reposa en la Corte Penal Internacional. Esta, ha sido una de las armas predilectas, no convencionales, utilizadas por el imperialismo y sus agentes económicos en territorio nacional, que ha causado mayores daños al pueblo y nación venezolana.