Un presidente que no habla lo que el pueblo quiere escuchar

Desde la llegada del COVID-19 al país el Presidente de la República se ha ocupado en salir constantemente a través de los medios de comunicación para dar reportes acerca del comportamiento del virus en nuestro territorio, algo que no es cuestionable en sí, el hecho de mantener informada a la población respecto a esta problemática, sin embargo, la pandemia no es el único problema que ha venido perjudicando a los venezolanos, hay otra cantidad de problemáticas que mantienen a la ciudadanía muy preocupada y pareciera que el Presidente ha decidido ignorar. Mucho se informa en cuanto a la cantidad de personas que son contagiadas por el virus y cuantas han sido recuperadas, hacen ver su esfuerzo como algo muy titánico, de hecho, me atrevo a asegurar que la pandemia le ha caído como anillo al dedo a este gobierno para mantener a las personas muy atentas con todo lo referente a esta situación, y es por ello que han decidido por encausar su discurso en este único punto con la finalidad de concentrar a la opinión pública en torno a todo este desenlace, y así distraer la atención hacia los otros problemas que nos vienen aquejando.

El Presidente en sus alocuciones no se cansa de pedirle a la población que lo escuchen acerca de las recomendaciones que él mismo da para evitar la propagación del virus y a todos aquellos que manifiesten los síntomas, el qué hacer para no poner en riesgo su salud. El clama para que lo oigan, pero resulta que a él no le gusta escuchar. Él, no se ha dirigido a la nación, por ejemplo, para abordar el tema del salario, situación que nos ha retornado a aquellos tiempos de la esclavitud, y a pesar, de que hay en el país un clamor popular de la clase trabajadora que viene exigiendo el respeto al artículo 99 de la Constitución Nacional, él no presta atención y ha excluido de su discurso el tema del salario. Tampoco, por ejemplo, nos habla del alto nivel de inflación que se vive en el país y de cuáles serán sus políticas como Jefe de Estado para contener esta situación en el campo real, en vista de que esta realidad ha logrado aniquilar el poder adquisitivo de la clase trabajadora decente. No habla acerca de cuáles serán las medidas efectivas que tomarán para lograr mejorar el suministro de combustible en el país, problemática que está ocasionando hechos lamentables y, sin embargo, el Presidente ha optado por no abordarlo en su discurso. La mayoría del pueblo venezolano espera que el Presidente informe de cuáles serán las medidas para mejorar los servicios en los suministros de agua potable, energía eléctrica y gas doméstico, esto evidentemente ha generado un mayor deterioro de la calidad de vida en muchos hogares de nuestro territorio, aun así, el Presidente ha decidido por no pronunciar ni una palabra al respecto de estas situaciones, al parecer la estrategia del gobierno pareciera ser que el negarse a reconocer un problema es hacer ver que este no existe. Asimismo, muchas personas que requieren de una digna atención médica y no cuentan con grandes recursos económicos, que viene siendo la mayoría de este país, esperan que el Presidente hable referente a las medidas que asumirán para mejorar las condiciones de la salud pública, pero mientras estas personas esperan esas palabras que pudieran servir de gran aliento, el Presidente hace ver que el coronavirus pareciera ser la única enfermedad mortal que atenta contra los venezolanos. Por otro lado, mientras el Presidente nos habla a diario de los casos de coronavirus en el país y de los atentados fallidos del imperialismo norteamericano en contra de su gobierno, muchos niños y niñas esperan que se les hable acerca de las medidas que se tomarán para mejorar la educación pública del país, ya que en los últimos años debido a la ausencia de docentes en las aulas se ha generado un gran deterioro de la misma; del mismo modo muchos de estos niños están a la expectativa de cómo serán esas clases a distancia, tomando en cuenta que el servicio de telecomunicaciones en este país cuenta con muchas deficiencias.

En fin, en nuestro país el COVID-19 vino a sumarse a un sin fin de problemas que han llevado a nuestra nación al caos socio-económico presente, ahora, claro que resulta obvio que desde la llegada de esta pandemia a nuestro territorio la cosa se ha puesto mucho más compleja, sin embargo, no se justifica que por esta razón el gobierno sólo vaya a, públicamente, prestar su atención en este virus, lo cual no es reprochable, pero sí podemos señalar con total responsabilidad, es el hecho de que esta burocracia política se muestre indiferente ante el resto de las adversidades que el pueblo venezolano ha venido enfrentando. Por lo tanto, si estos políticos quieren mostrar un mínimo de decencia deberán hacer un alto a su conducta mezquina, y a su práctica poco solidaria con las demandas del pueblo organizado, de no corregir quedará en evidencia la descomposición de un gobierno que olvidó los principios de la participación social, del mandar obedeciendo y/o del gobierno del pueblo.



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Ramón Álvarez


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