En más de un centenar veces he repetido, que la revolución bolivariana es pacífica, esta armada pero también está casada con la Paz.
Igualmente he dicho, que Nicolás Maduro es el Presidente de la Paz, que a pesar de ser víctima de los más crudos ataque políticos y personales por parte del imperio y sus secuaces; se mantiene en calma estratégica, con cabeza fría y nervios de acero, frente a unos "adversarios" sin valores éticos, ni moral patriótica, a los cuales no les importa los inmensos daños que le han propinado al pueblo y a la sostenibilidad de la vida en el país, todo con por tomar el poder por cualquier vía y a cualquier precio.
Estoy convencido, que si alguien merece el Premio Nobel de la Paz, por tan alto sacrificio, es justamente él.
Y no venga decirme, que soy adulante y oportunista, pues no soy candidato a la AN, pues soy uno más de los que pensamos, que no reconocer el alto nivel político del Presidente, es cuando menos una estupidez, propia de quienes desde la ultra de la oposición, hoy lloran desconsolado la desgracias de no poder sostener sus fantasiosos relatos contra socialista y anticomunista, y seguir señalando al Gobierno Bolivariano de Dictadura.
Ahora, después de años de diálogo y acuerdo entre el gobierno y la oposición: en Oslo, Republica Dominicana, Caracas; con el Presidente Maduro; entre comisiones delegadas y sabe Dios donde más; la oposición con sus dos caras: La que aspira llegar a la AN y avanzar por vía "democrática" a la conquista del poder y la golpista y plegada al imperio, tendrán que explicarle a sus enfermas militancias, que hay que ir a las elecciones y que independientemente de su resultado, el Presidente Nicolás Maduro Moros, seguirá como jefe de Estado y de Gobierno en la República Bolivariana de Venezuela.
Tendrán que decirle al mundo, que se les acabó la farsa del Estado Dictatorial; que los presos indultados por el presidente Maduro, fueron abandonados por sus partidos y jamás el gobierno a su mando, los torturaron, ni les negaron sus derechos humanos.
En ese sentido, con el indulto Presidencial, nuevamente Nicolás Maduro derrota a los violentos y ratifica a la Democracia Bolivariana, como la única que es capaz de resistir los inclementes ataques del imperio y sus secuaces y de fortalecer las instituciones del Estado Revolucionario.
Pero la Batalla apenas empieza y a los patriotas nos queda un largo camino por delante. Esta elección Parlamentaria, serán el inicio de un nuevo comienzo que ha de permitir la construcción del Estado Comunal. Por lo menos así lo pensamos los Revolucionarios.
Sabemos que con el diseño electoral de la representación proporcional de las minorías, será muy difícil que un partido y/o bloque logre los dos tercios del parlamento y se erija como jefe absoluto, y en ese orden de ideas, la AN que se vislumbra, será un archipiélago de minorías diversas cuyo intereses, factores e ideologías, enriquecerán el debate necesario.
Los revolucionarios llevaremos a la contienda electoral las y los mejores cuadros de nuestras filas como candidatos y no descansaremos hasta lograr ganar la mayoría de los 277 escaños en disputa. Para ello, tenemos organizaciones políticas sociales y un comando cívico militar que luce por su lealtad crítica y disciplina revolucionaria que no se doblegará ante los chantajes imperiales y sus asfixiantes e ilegales sanciones.
Hoy tenemos patria y nadie está equivocado, todos sabemos quiénes son los enemigos de la patria, los responsables de todo cuanto hemos vivido por malo, en lo económico, político y social. Como dijo el Comandante Eterno Hugo Chávez Frías: Unidad, Lucha, Batalla y Victoria. No podrán contra Nosotros.
