Bolívar y los llaneros

Al llegar a los llanos a conocer a Páez, Bolívar se encuentra con un ejército comandado por el llanero de 4.000 hombres y 40.000 caballos y en la provincia de Casanare se encuentra el Coronel patriota Ramón Nonato Pérez que cuenta con 2.000 hombres más.

Arenga a las nuevas tropas que quiere anexar a los aguerridos luchadores que están bajo su mando:

«Llaneros, vosotros seréis independientes, aunque se oponga todo. Vuestras lanzas y estos desiertos os libran de la tiranía. ¿Quién puede subyugar la inmensidad? Preparaos al combate; vuestros hermanos de Guayana, de Barcelona y Caracas estarán a vuestro lado. El impertérrito General Páez los conducirá a la victoria y el genio de la libertad escribirá vuestros nombres en los fastos de la gloria. Llaneros: sois invencibles».

El Libertador logra convencer a Páez y a su gente para que luchen bajo sus órdenes, el hábil caraqueño sabe que no podrá convencer a estos hombres solamente con discursos. Estos eran individuos que hacían méritos con hazañas de valentía y no con solo palabras.

Había que ser igual o más machos que ellos, debía dar ejemplo, mostrarse familiar, fuerte, audaz, capaz de todo, comer como los llaneros, carne seca y casabe; colear toros, nadar como ellos ríos infestados de caimanes y caribes, dormir en chinchorro o sobre la sábana, vestirse como ellos, hablar con frases de esas tierras y hasta bailar con las muchachas al son de cuatro y maracas.

Existen anécdotas donde retratan los esfuerzos realizados por El Libertador para ganar esa fidelidad de estos hombres bragados. Un ejemplo es cuando compite con el coronel Martel de nadar en un río caudaloso atado de manos y pudiendo llegar a la otra orilla con mucho esfuerzo. Sus hombres tomaron este hecho como ejemplo de su indomable voluntad, Bolívar nunca se dio por vencido.

Otra de las anécdotas cuenta que Bolívar vio a los llaneros que saltaban a los lomos del caballo desde la cola y lo intento varias veces pero dándose al final un fuerte golpe ustedes se imaginan dónde. Con esto Páez y sus llaneros reconocieron y comprendieron la superioridad de su nuevo jefe.

"Confieso -dijo posteriormente- que hice una locura pero no quería que nadie dijese que me pasaba en agilidad y que hubiera uno que pudiese decir que hacía lo que yo no podía hacer."

Consecuencias de estas penalidades y sacrificios para emular a los llaneros son las llagas y mataduras que sufre en los muslos y que viene a curarse en San Fernando de Apure en mayo de 1818.

Con todo este ejemplo se ganaría la fidelidad de esos hombres y los llevaría a través de los campos de batalla, con ellos cruzó Los Andes, hazaña que no tiene comparación en la historia militar del mundo ya que Aníbal atravesó los helados Alpes para atacar a Roma, pero lo hizo en la época de otoño y con hombres acostumbrados al frío ya que eran de tierras donde las temperaturas eran bajas. En cambio Bolívar lo hizo con hombres de tierra caliente y en la época de invierno.

Cuando el General Pablo Morillo supo del paso de Los Andes le escribió al rey de España:

"Dadme cien mil llaneros y me paseo por Europa en nombre del Rey de España"

Simón Bolívar cuando emprendió la lucha por la libertad no escatimo esfuerzos ni sacrificios para lograr sus metas, se comenta que sus nalgas estaban llenas de callos por tanto montar caballo en busca de la libertad.



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José Rosario Araujo


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