"Cuando los gobiernos temen a la gente, hay libertad. Cuando
la gente teme al gobierno, hay tiranía". Fin de la cita.
Thomas Jefferson.
El llamado virus chino ha paralizado el debate político nacional más allá de la pandemia, y la pugna político-partidista, el gobierno lo ha mutado hacia el fascismo. La ultra izquierda radical: colectivos y militares no levantan cabeza, agudizan la crisis. Juan Guaidó, líder de la oposición sufre una fuerte convulsión interna, debido al rechazo ciudadano, colocándose al borde de la autodestrucción, y la otra facción opositora pretende sobrevivir con el poder que el pueblo mayoritario (según encuestas 90%) le niega. En ese espacio ideológico dejado solo al centro, un frente opositor de todas las tendencias unidas surgiría con más fuerza, liderazgo y oposición que muestre en su momento la reconstrucción de Venezuela. Por primera vez hay una opción real a una revolución fracasada, y sacudida por un pésimo gobierno, ese frente de lograr constituirse para las elecciones parlamentarias del 6D del 2020, debe estar menos contaminada, hay temor –en el gobierno, según se observa por la fuerte represión- en que este frente pueda ocupar los espacios que aquellos opositores falsarios y prostibularios, han dejando vacíos. En la derecha, centro derecha, y centro izquierda, hoy por la crisis que azota a Venezuela se sitúan muy a la par: El frente debe estar renovado, con gente joven, asesorados por políticos, de fuste y pegada, sin mayores aspiraciones que sacar al país de este atolladero, debe ser un frente moderado pero muy activo; que, levante pasiones entre la apatía conservadora, aunque con esta tragedia dudo que existan apáticos a la hora de echar gasolina.
El otro micro chiripero opositor es de los llamados partidos bisagras, de ratas de albañal, repletos de corruptos. Si consideramos la fatalidad de pdvsa, es decir, la intención de reflotar esa industria, para obtener más recursos para pagar las deudas socioeconómicas con productividad, que está dejando esta tragedia, así como este otro carato ideológico-teocrático cubano-iraní, se podrá comprender mejor la debacle del liderazgo político nacional.
La pugna política interna se traduce, políticamente hablando, en una confrontación contra los aliados-alacranes que son los socios camuflados del gobierno.
La lucha interna en la oposición, junto con la pugna por conservar la mejor tajada, pasa por aprovechar cualquier espacio donde desangren más a la nación: La Asamblea Nacional. Es desde ahí donde se deben promover las futuras confrontaciones con el Ejecutivo, y el partido psuv, para obtener ventaja y rentabilizar los futuros esfuerzos, especialmente ahora que el chiripero de PJ, AD, VP, UNT, se pelean por el control de las me$adas, por eso operan junto al oficialismo. De otra forma: la pugna opositora se traduce, políticamente hablando, en una confrontación estéril entre los aliados que son adversarios del gobierno.
Guaidó, por su parte, se intenta alejar de ese escenario en una actitud de laissez faire, y deja que se destruyan, de seguro lo consigue, sin presentar alternativas, de lo que el tiempo disponga, y sin promover confrontación.
La llamada mesita de noche busca su propio espacio, y evitan coaliciones innecesarias. Lamentablemente, solo son partidos bisagras, corruptos, que son los que se han asociado, y deslegitiman al gobierno. Como alguien me dijo: "yo no quisiera estar en el lugar de Guaidó", quien lidera el país opositor, en unos de los momentos más difíciles de su historia moderna.
Mientras, la pugna sigue al margen de la realidad porque, en el fondo, lo que se pretende es llegar al poder, y continuar con las mismas corruptelas de siempre, lo que se traduce en el saqueo del Estado, y la rapiña de los fondos públicos, a fin de cuentas es lo que persiguen la mayoría de los políticos que llegan al poder. Eso del bien común o el interés por el ciudadano que se lo digan al espejo frente al que ensayan sus discursos-cotorreros, igual algún día el espejito, como el de Blanca Nieves, terminará por decirles la verdad, y entonces sabrán lo ladrones y feos que son.
Este virus chino ha causado muertes, pero no tantas como las del gobierno, aprovechando esta pandemia para eliminar libertades y derechos, terminando de destruir la economía, o sea las vidas del país. Sembrando el pánico, desesperanza, miedos infundados, hambre, miseria, suicidios, violencia y, lo peor, la esclavitud de venezolanos, por parte de comerciantes árabes y chinos.
El virus ha provocado víctimas mortales, pero el gobierno ha contaminado de peor manera, con la criminal cuarentena represiva, que causará más muertes a futuro, terminado de destruir el "modus vivendi" de los venezolanos. No será fácil recuperarse de esto con estos mismos actores la economía se podrá recuperar, mientras que las vidas perdidas no. ¿Y qué se entiende por economía, sino son las compuestas por las vidas humanas? Si la gente no trabaja, y produce no tendrá ingresos, para vivir. Sin ingresos tampoco tendrá para su mantener optima su salud. El Gobierno no tiene capacidad para atender toda la salud de la población, menos para velar por la seguridad, y una justa justicia, que deben ser la prioridad de un gobierno. Destruir la economía es destruir la vida del ser humano, y su salud.
Veo con terror cómo reprimen, meten presos, y le dan batazos por las nalgas, a personas que violan un toque de queda impuesto sin una justificación valedera y de peso, como si el coronavirus saliera a contaminar a sus víctimas mientras salen a trabajar o de compras. Me horroriza ver policías y militares con alcabalas, y restringiendo la libertad de circulación. Convulsiona ver al Gobernador del Estado venezolano de Miranda violando impunemente la constitución, impidiendo que la gente salga de sus casas, sino es por el ultimo numero de su cedula. Lo que falta es que el presidente de instrucciones de disparar a matar a quienes violen el toque de queda. No podrán justificar estos presos y muertos ante el mundo por estos abominables controles tiránicos. Esto es una tiranía desde donde se le mire, todos debemos obedecer órdenes o, de lo contrario, nos meten presos o nos matraquean. Todo se ha vuelto una represión feroz, órdenes, coerción, y dictadura cruel.
Lo más triste de todo esto es que la gente, en su mayoría, se ha acostumbrado a vivir como rebaños. No protestan ni critican, como si no tuvieran nada que perder. Es más, pocos se han vuelto contra aquellos militares que abusan, el caso del ciudadano muerto a balazos por un efectivo de la GNB, en una Bomba de Gasolina en Aragua de Barcelona en el Estado venezolano de Anzoátegui, por criticar arbitrariedades. No se puede decir que están violando tus derechos porque te matan.
El gobierno está viendo la forma de censurar voces disidentes, las detenciones sin derecho a la legítima defensa, y el debido proceso de Nicmer Evans, y Javier Vivas Santana. Pero la crítica siempre es necesaria.
Nadie tiene el monopolio de la verdad, y hay muchas violaciones a las libertades. Decir que no debemos criticar es censurar, y aceptar un solo punto de vista que igual puede ser el peor de todos. De hecho, conformismo no significa estar en lo correcto. Una buena crítica puede contribuir mucho a corregir medidas futuras, retomando el camino correcto si es que andamos perdidos, se pueden revisar medidas y eliminar las que no sean las mejores. En cambio, la mordaza, puede prolongar la agonía de medidas mal aplicadas, que no nos van a ayudar a salir del caos.
Me asombra la "la pasividad" que existe en el político venezolano, y la falta de freno para que el gobierno disponga de cuanto recurso quiera, sin importarle la destrucción de la economía, el hambre, el desempleo, y el futuro de las nuevas generaciones , así como la enorme hiperinflación que nos come vivos. Casi todos los politicastros-alacranes se han contagiado de este virus interventor, estatista, y populista que tanto daño le ha hecho a Venezuela.