Crítica ácida

Miedo inducido siembra sandeces

Asombran ciertos reclamos por el mal despacho de la gasolina, planteamientos en redes sociales donde compatriotas hombres y mujeres de bien, incluidos universitarios, ayudan a la oposición descocada, descolocada, desbocada y experimentada a crear fatalismo, para hacerlos agentes de la oposición, repitiendo comentarios no cónsonos a la inteligencia de quien observe con un poquito, apenas un poquito de atención la adversidad que vive Venezuela, asediada por el salvajismo mercantilista de exacerbado capitalismo despiadado.

Se comprende la preocupación por quienes son empleados de empresas privadas, que en cualquier parte del mundo están en riesgo de cierre y no por culpa del modelo socialista venezolano, que por el contrario ha ayudado a empresarios a pagar sus nóminas, sino por la peor pandemia sufrida en la historia de la humanidad. A los reclamantes sin sustancia, que nos vienen con el cuento de "yo no me meto en política", sus reclamos y actitudes son idénticos a los opositores violentos, terroristas y guarimberos, a ellos este mensaje, tienen derecho a la opinión democrática, a pensar como se les antoje, a disentir del gobierno de izquierda, pero también tienen deberes con su nación amenazada.

Los muy orondos empleados de empresas privadas que se llenan la boca hablando del fracaso de las industrias expropiadas por el gobierno chavista, no les cabe en la cabeza que propietarios venezolanos y extranjeros las abandonaron, porque no aguantaban la más mínima investigación a sus tracalerías laborales, y botaron a la deriva a sus empleados, protegidos luego en salud y vida por el estado socialista.

Lastimosamente en Venezuela la vagabundocracia por 40 años de entrega a poderes extranjeros y negocios del capitalismo salvaje, nos acostumbró antes de Chávez a la pantomima representativa, elecciones en campañas bonchócratas y promesas de cambio, sin ir más allá de enchufar a sus conmilitones verdes o blancos, social demócratas o social cristianos, pidiendo carnet del partido para trabajar, (y ahora hablan gamelote del carnet de la patria), que por cierto no obliga a militar en el PSUV.

La democracia socialista es tanta, que oímos a opositores denigrar del gobierno en cualquier parte y cobrar los bonos que les caigan, hablar del costo de huevos y queso, harina y margarina, analogando el precio-kilo con el sueldo básico, y ni de broma sacan cuentas en base al salario social, al cual se suman bonos. Aun así no alcanza, pero los miedosos y bocones no se preguntan ¿por culpa de quiénes tenemos aumentos hiperinflacionarios? El tema es largo y el miedo es libre, por ahora hasta la próxima "ácida" y gracias, hasta para quienes me insultan.

Respaldo el alargue de la cuarentena, conozca lo que ocurre en las vecinas Brasil y Colombia por torpezas de sus Presidentes, no les importa la vida de sus connacionales y en forma tardía ordenan ahora pruebas de prevención al Covid 19, las cuales cobran, mientras son gratis en Nicaragua, Cuba, Vietnam, Corea del Norte, Rusia, China y Venezuela. Si lo de la gasolina lo envenena por inmovilismo ¿apoya usted a EE UU que bloquea buques con gasolina iraní para Venezuela? Respóndase.

#Aporrea18Años



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Luis Sánchez Ibarra


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