Crítica ácida

A mi narco desinformativo país ni con una espiga

Un descuido presidencial no corregido durante intervención televisada, desató insultos nada nuevos contra el Presidente Maduro Moros, esta vez en referencia a la Semana Santa y el via crucis, dijo "corona de espigas", palabra equivocada pues entre espigas y espinas, la diferencia es puyuda… Los que no le perdonan ni le reconocen nada, y andan cazando al Jefe del Estado para enturbiar sus aciertos nacionales e internacionales, vieron la pelota grandota, dándole con todo.

Se les conoce, son los mismos que están representados por capitostes de la desestabilización, infractores de la palabra que no criticaron a sus candidatazos presidenciales de oposición, que incurrieron en verdaderas jumentadas. A la "isla rodeada de agua" y "abrazar con los brazos" se refirió Manuel Rosales; equivocaciones geográficas y otras como la de "el telescopio del submarino" capriladas de Enrique Ratonsky, y recientemente los dislates aparatosos de un borrico autojuramentado y muy poco culturizado, no son comentadas por la oposición.

Desde la llamada Norteamérica (USA), trabajan denodadamente con tipos y tipas opositores similares, pero el bonete en el rincón del aula se lo quieren colocar al trabajador, al chofer de autobús, dirigente sindical y Presidente en funciones, admirado por su desempeño frente a la ferocidad de ataques nacionales y mundiales, que no lo han derrocado, lo han encumbrado.

En su afán de expulsar al gobierno los capitalistas del salvajismo afirman que somos país "manejado por un dictador tirano, jefe de un cartel de narcos". En verdad la descripción le cuadra a gobiernos y gobernantes colombianos, administraciones silenciadas a pesar de lo que ocurre de pervertido, en la política neogranadina.

No critican en EE UU a sus socios colombianos, el más grande productor mundial de drogas es panita servil del mayor consumidor de las mismas, en esta bolita llamada planeta tierra. Pronuncian afirmaciones contra Venezuela, y bajan la cervíz con aparente "candidez" ante el rosario de subterfugios destinados a justificar una intervención militar.

Por mucho que gobiernos y organizaciones mundiales, además del Papa Francisco, la Cruz Roja, etc., den la razón a Venezuela y trabajen en conjunto por la paz, se necesitaba una pandemia como la del coronavirus o Covid 19, para afrontar la verdad que se oculta tras la corporatocracia falaz, y la actuación norteña de un presidente orate y su plantilla.

El modelo venezolano antiimperialista bolivariano Siglo XXI es, -en medio de la tragedia humana-, una cortina transparente que permite observar las costuras más nefastas y perversas del capitalismo bestial, con actitudes mafiosas entre países "amigos", mientras en la acera de enfrente, luce el gesto abnegado de la medicina cubana, trasladando brigadas de galenos en ayuda sanitaria adonde lo requieran.

Ejemplo de la peligrosa ignorancia en el poder, es lo sucedido con el médico Anthony Fauci, inmunólogo estadounidense director desde 1984 del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas. Hace 20 años Fauci resolvió la incógnita para el combate al VIH/sida, sus aportaciones científicas adelantaron las investigaciones. Condecorado en el 2008 recibió la Medalla Presidencial, y hoy el energúmeno de La Casa Blanca, lo amenaza con despedirlo.

Bernie Sanders ex candidato presidencial demócrata dio su apoyo a Joe Biden, y dijo que lo hace para salir del Presidente más peligroso en la historia de los USA, un tipo como Trump que ordena suspender la colaboración de su país a la OMS Organización Mundial de la Salud, porque no es complaciente con él y la acusa de retardar las fórmulas para impedir la llegada universal del coronavirus a EE UU, una decisión excesiva en estupidez y locura.

Pero es cónsono el pensamiento Trump y de sus pandilleros, con la amenaza de sacar de su trabajo al máximo experto de EE UU en enfermedades infecciosas, porque el médico Dr. Fauci opinó que "podrían haberse salvado muchas vidas si se hubieran adoptado antes medidas de confinamiento por el brote del coronavirus". Que alguien en el mundo pueda ser admirador de Trump o Bolsonaro y C A, es perfidia rayana en la oquedad mental, digna de psiquiatría.

Un ejemplo de vileza es que 43.000 trabajadores de Disney World fueron enviados a sus casas, sin paga desde el 19 de abril, en la mayor ola de deseempleados de la famosa compañía de entretenimiento, debido a la crisis del COVID-19 en La Florida. Seguro entre los despedidos hay venezolanos amantes de "the way of life". Los esperamos si deciden retornar a su patria, serán bienvenidos, respetados y atendidos por nuestra medicina socialista.



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Luis Sánchez Ibarra


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