Coronavirus: ¿nueva arma bioterrorista gringa?

El 31 de diciembre de 2019, en la ciudad china de Wuhan se conoció la primera víctima del Coronavirus. El 23 de enero de 2020, RT informó el aumento a 25 las víctimas mortales y a 830 los infectados por el coronavirus en China: “los síntomas de la enfermedad son similares a los de un resfriado y pueden incluir fiebre, tos y disnea (dificultad para respirar). En los casos más graves, la infección puede derivar en neumonía, fallo renal e incluso la muerte”. La Comisión Nacional de Salud (CNS) de China informó el domingo 16 de febrero de 2020 que en las últimas 24 horas fueron registradas 142 nuevas muertes por el coronavirus Covid-19, con lo cual la cifra de fallecimientos se elevó a mil 666 (1665 en la parte continental y uno en Hong Kong). Algunos científicos rusos y algunas autoridades chinas, han manifestado que el nuevo germen letal chino fue creado como arma biológica por Estados Unidos para frenar el crecimiento económico de China. ¿Podría pensarse que esta afirmación es paranoica o tiene sustento?

¿Por qué Huawei?

En mayo de 2019, Estados Unidos prohibió el uso de equipos de telecomunicaciones fabricados por Huawei y otras compañías chinas consideradas como una amenaza para su seguridad nacional. El 15 de febrero de 2020, el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, afirmó en la Conferencia de Seguridad de Múnich, Alemania, que "Huawei y otras compañías chinas apoyadas por el Estado son caballos de Troya para la inteligencia china"

¿Por qué Wuhan?

Porque Wuhan es una ciudad de una región grande y poderosa y un centro importante para la economía, el comercio, las finanzas, el transporte, la tecnología y la educación. Porque sus principales industrias incluyen óptica, electrónica, fabricación de automóviles, fabricación de acero, sector farmacéutico, ingeniería biológica, entre otras. Porque en Wuhan hay 35 instituciones de educación universitaria, incluyendo la Universidad de Wuhan y la Universidad Huazhong de Ciencia y Tecnología. Porque Wuhan ocupa el tercer lugar a nivel nacional en ciencia y tecnología. Porque Wuhan actualmente ha atraído cerca de 50 empresas francesas, lo que representa más de un tercio de las inversiones francesas en China, y el mayor nivel de inversión francesa en una ciudad china.

Estados Unidos: nación bioterrorista

La CIA y el Departamento de Defensa implementaron en La División de Operaciones Especiales en el Fuerte Detrick, desarrollaron en 1970 técnicas de biología molecular para producir retrovirus (VIH). Ese mismo año, la CIA y el Pentágono desarrollaron "armas étnicas" para eliminar grupos étnicos específicos, susceptibles por sus diferencias genéticas y las variaciones en el ADN. El Departamento de Defensa admitió la investigación y el desarrollo de agentes biológicos en 127 laboratorios y universidades alrededor de Estados Unidos en 1987. En 1990, Estados Unidos desarrolló una vacuna "experimental" del sarampión, no autorizada, a más de 1500 bebes negros e hispanos de seis meses de edad. En el año 2010, el periodista Jeffrey St. Clair escribió el artículo de investigación “Guerra bacteriológica: los antecedentes de Estados Unidos”, en el que acusa a este país de haber “desplegado su arsenal de armas químicas y biológicas contra Filipinas, Puerto Rico, Vietnam, China, Corea del Norte, Laos, Camboya, Cuba, Canadá y haitianos emigrantes”. Señala este estadounidense que “los experimentos de Estados Unidos con armas biológicas se remontan a la distribución de mantas infectadas con gérmenes del cólera entre pueblos indígenas de Norteamérica en la década de 1860”. Agrega que en el año 1900, “médicos del ejército de Estados Unidos infectaron en Filipinas a cinco prisioneros con una variedad de plagas y 29 prisioneros con Beriberi. Al menos cuatro de esas personas murieron”.

Esta práctica convierte a Estados Unidos en un Estado bioterrorista ya que emplea criminalmente microorganismos patógenos, toxinas o sustancias dañinas contra la población con el propósito de generar enfermedad, muerte, pánico y terror. El gobierno de los Estados Unidos ha desarrollado múltiples proyectos secretos de guerra biológica, entre los que sobresalen:

Proyecto Manhattan (1942-1946)

Durante la segunda guerra euroasiática, mal conocida como Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos, con el apoyo de Canadá y el Reino Unido, desarrolló las bombas atómicas que fueron lanzadas en Hiroshima y Nagasaki. El Proyecto Manhattan estuvo bajo la dirección del general mayor Leslie Groves del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos, mientras que el físico nuclear Dr. Robert Oppenheimer, profesor de física de la Universidad de California en Berkeley, fue el director del Laboratorio de Los Álamos. Después del genocidio japonés, Oppenheimer vivió con un profundo sentido de culpabilidad: “los físicos hemos conocido el pecado”.

Guatemala (1946-1948)

La infección intencional de sífilis y blenorragia a más de mil quinientas personas en Guatemala entre 1946 y 1948 por parte del Servicio de Salud Pública de Estados Unidos en la persona del oficial Dr. John Cutler quien hizo investigaciones con seres inferiores, es decir, latinoamericanos, inyectándoles bacterias a pacientes de hospitales psiquiátricos y a prostitutas que visitaban a prisioneros en distintas cárceles. La investigación fue financiada con una beca de los Institutos Nacionales de Salud a la Oficina Sanitaria Panamericana, hoy conocida como la Organización Panamericana de Salud.

Pedro Albizu Campos

En 1994, el Departamento de Energía de Estados Unidos reveló que llevó a cabo experimentos con radiación en seres humanos en cárceles borinqueñas, sin el consentimiento de los prisioneros durante las décadas de 1950 a 1970. Una de sus víctimas fue nuestro líder independentista Pedro Albizu Campos, el último Libertador de América, para quien “el valor más permanente en el hombre es el valor. El valor es la suprema virtud del hombre y se cultiva como se cultiva toda virtud y se puede perder como se pierde toda virtud. El valor en el individuo es un supremo bien. De nada vale al hombre estar lleno de sabiduría y de vitalidad física si le falta el valor. De nada vale a un pueblo estar lleno de vitalidad, y de sabiduría si le falta el valor”. Estados Unidos lo radió hasta volverlo demente, porque nunca perdonaron a Albizu Campos que dirigiera en 1933 una huelga contra las empresas que ostentaban el monopolio eléctrico de la isla caribeña, Puerto Rico Railway y Light and Power Company.

Operación Mangosta

La CIA desarrolló y sigue desarrollando la Operación Mangosta en Cuba que consiste en la introducción del virus patógeno New Castle, la Fiebre Porcina Africana, el Moho Azul del tabaco, la epifitia Roya de la Caña, el Dengue Hemorrágico, la Conjuntivitis Hemorrágica y la Pseudodermatosis Nodular Bovina. En 1975 la CIA diseñó un dardo que tiene la anchura de un cabello humano y un cuarto de pulgada de largo con veneno líquido congelado en la punta y una pistola que lo dispara penetrando incluso la ropa, es casi indetectable y no deja rastro en el cuerpo de la víctima.

LSD en 1947

El estudio del ácido lisérgico (LSD) en 1947 para emplearlo como arma biológica contra seres humanos. En 1960, el Equipo Asistente Principal de la Inteligencia del Ejército (ACSI), autorizó el empleo del LSD en Europa y en el Lejano Oriente, para evaluar las reacciones en humanos. Ambos proyectos fueron codificados como Tercera Oportunidad y Sombrero de Hongo, respectivamente.

El objetivo es la mente

El Proyecto MK ULTRA (1953) consistía en la producción y pruebas de drogas y microorganismos para controlar la mente y modificar la conducta de los seres humanos, sin el consentimiento de los mismos. Este proyecto se extendió por once años de investigación. En 1965 la CIA y el Departamento de Defensa desarrollaron el Proyecto MK SEARCH con el fin de hacer investigaciones para manipular la conducta humana a través del uso de drogas psicodélicas. Un año después la CI desarrolló el Proyecto MK OFTEN, dirigido a probar los efectos toxicológicos de ciertas drogas en los humanos y los animales. En 1967 crearon el Proyecto MK NAOMI, diseñado para mantener, reservar y probar las armas biológicas y químicas.

Dardo asesino

En el año 2013 el periódico “The guardian” publica una noticia terrorífica: en 1975 la CIA diseñó un dardo que tiene la anchura de un cabello humano y un cuarto de pulgada de largo con veneno líquido congelado en la punta y una pistola que lo dispara penetrando incluso la ropa, es casi indetectable y no deja rastro en el cuerpo de la víctima.

Tormenta del desierto

En 1994 se descubrió, mediante una técnica llamada "rastreador de genes", por parte del Dr. Garth Nicolson, científico del Centro del Cáncer MD Anderson de Houston, que los soldados de la Tormenta del Desierto en Iraq fueron infestados con una cadena alterada de Micoplasma Incognitus, una bacteria normalmente utilizada en la producción de armas biológicas, la cual contiene un 40 por ciento de la proteína del virus del SIDA. Luego, en 1996, se admitiría que cerca de 20 mil soldados fueron afectados.

Ciencia con conciencia

La ciencia desarrollada en Cuba al servicio de la humanidad como es el caso del antiviral cubano Interferon alpha (IFNrec) es en estos momentos de gran ayuda para combatir el coronavirus. El medicamento, producido desde el primer día del Año Nuevo Lunar en la planta chino-cubana Changheber en Jilin, se aplica para combatir infecciones virales provocadas por el virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), la hepatitis B y C y la Papilomatosis respiratoria. El 15 de febrero de 2010, el presidente de Cuna, Miguel Díaz Canel, escribió en su cuenta de Twitter: “Reiteramos apoyo, confianza y solidaridad al pueblo, partido y gobierno chinos ante brote del coronavirus. China ha actuado con enorme sentido de responsabilidad ante su pueblo y ante el mundo”.

Estados Unidos es un peligro para la humanidad. Su ciencia está al servicio de las transnacionales del mal. La ciencia que se desarrolla en nuestras universidades debe ser fundamentada de “luces y virtudes sociales”. Sólo nos queda reflexionar sobre la sentencia del filósofo francés François Rabelais: “la ciencia sin conciencia es la ruina del alma”.


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Alí Ramón Rojas Olaya

Músico. Promotor cultural. Docente.

 elrectordelpueblo@gmail.com      @rojasolaya

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