Muchos políticos renuncian a sus principios, traicionan su ideología, y cazan alianzas con sus enemigos históricos, con tal de vivir de los dineros públicos. Fin de la cita. Anónimo.
Las ratas siempre abandonan al barco que se hunde, al igual que un camión de basura lleno de moscas, necesita siempre del segundo piso.
¿A estas alturas del juego denunciar a Guaidó en un fiscalía, de corrupto es correcto? Creo que no hay que discutirlo, pero chalequeo ha habido siempre en los políticos de baja estofa. Ahí está nuestro inefable Diputado Brito, derechista o izquierdista dependiendo por donde se mueva el viento, y Luis Parra echándose en brazos de la revolución con el cadáver de la Asamblea Nacional a cuestas. Todos tuvieron sus coimas, pero básicamente cambiaron de ideología. ¿Qué pasó con la enorme mayoría de los dirigentes de la MUD, que no se cambiaron de Bando?
"Un converso -cínico- es un traidor que abandona su partido para inscribirse en el nuestro". Se habla de un trance de 700.000 de los verdes por c/u.
La revolución con el reciclaje de estos diputados, han convertido a la sociedad venezolana en un gran mercado negro...donde todos tienen un precio, los pocos que han escapado de esta indignidad...se quieren dar un tiro en las bolas para escapar de este "pantano putrefacto". Como de alguna forma tengo que votar en las parlamentarias de este año 2020...sin sentir simpatía por nadie, "por ahora" pongo a la venta mi voto. Porque creo que ha llegado la etapa del cinismo.
Clemenceau, el gran personaje francés quien restauró la confianza ciudadana en las instituciones republicanas de ese país, mantenía siempre el criterio: "Cuando un político muere, mucha gente acude a su entierro, pero lo hacen para estar bien seguros que de verdad, va a estar sepultado bajo tierra". Ese mismo líder francés también dejó para la historia con un cinismo muy exquisito, según lo destacan muchos escritores: "Que un traidor es el ‘político’ que deja a su partido para inscribirse en otro. Un converso es un traidor que abandona su ‘ideología de derecha’ para inscribirse en el nuestra de izquierda."
Por supuesto que los votantes de oposición, repudian y señalan a estos diputados, como unos auténticos sinvergüenzas que abandonaron a sus respectivos votantes desde el momento en que no obtuvieron la mesada en $ que presuntamente maneja Guaidó, para alinearse descaradamente en la revolución a la que históricamente atacaron con sus ‘fundadas convicciones ideológicas’, así como el diputado Brito sufrió fracturas de costillas, y andaba con muletas.
La destrucción de las estructuras éticas en la inmensa mayoría de los partidos venezolanos va en proporción directa con el escepticismo de la población, la desconfianza, y el hartazgo de una parte enorme del electorado en su voto visceral, rabioso, y justificadamente frustrado, debido a esta calamidad económica que hoy vive la patria de Simón Bolívar, ese pueblo hoy rumia su frustración, al ver que no pueden salir del pantano hediondo que los agobia y asfixia, sin percatarse ‘Parra y Brito’ el daño que le hicieron a sus seguidores, podría ser mucho mayor que el padecido en estos aciagos días hiperinflacionarios. En el fondo es una conducta malandra, anal, y retentiva. Así como la del niño que le dice a su madre: ¿tengo hambre mamá, hoy tampoco voy a comer? ¿Qué culpa tiene Venezuela, de esta desgracia?
¿Yo quisiera ver la cara de un elector anzoatiguense, solo podría imaginar solicitando su inscripción en Primero Justicia, la banda política de la derecha de la revolución? O a la inversa, ¿cabría en su mente la posibilidad que Brito buscara un espacio político en el seno de la revolución? La congruencia política, el sentido del honor, y de la dignidad se han perdido en la Venezuela del siglo XXI. ¿A quién creerle, sobre todo cuando se acercan a velocidad meteórica las elecciones de la Asamblea Nacional en el segundo semestre de este año 2020, la más trascendente de estos últimos tiempos en un ambiente envenenado de: corrupción, rencor, revanchismo, y desconfianza pocas veces vista hacia los políticos y la política?
Estos diputados conversos y traidores, hasta octubre del 2019, proponían: Fin de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres en la República Bolivariana de Venezuela, sin la influencia de la FANB, además de la libertad de expresión en el contexto de una verdadera democracia. Por el contrario, los revolucionarios luchaban con la CRBV en la mano para imponer una revolución cómo la estrategia para construir un mejor país (no olvidar a Hugo Chávez) sobre la base de respetar el orden social venezolano. El socialismo (según Brito y Parra) continuarían "controlando socialmente" a las masas y la nomenklatura seguiría gobernando, luchando por un control hegemónico. Pregunta: ¿Veremos ahora a un Brito y Parra luchando de repente a favor del carnet de la patria, a pesar de la guerra que le hicieron hasta el 2019? ¿Verdad que no?
En la Venezuela de nuestros días, muchos políticos como Luis Parra, y José Brito renuncian a sus principios, traicionan su valores e ideologías, y cazan alianzas con sus históricos enemigos con tal de vivir bien como un toro cebú, y disfrutar el placer infinito del poder, aunque no crean en los proyectos, y estrategias revolucionarias, de quienes dentro de la revolución bolivariana, los reciben con sonrisas en el rostro llamándolos conversos, traidores, y sinvergüenzas, cuando desde los restos de Primero Justicia, su militantes los consideran unos deleznables traidores y sinvergüenzas. Quien traiciona a un simpatizante, a la larga traicionará a todos los que los reciban, está la traición en su ADN’S.
La revolución bolivariana, se está convirtiendo en un camión de basura, un santuario en donde todos estos salta talanqueras, creen poder purificarse con la gratificante bendición del Mesías; Ya veremos los resultados electorales de la Asamblea Nacional este año 2020 capicúa.