Oponerse

—Compita, los choferes de busetas deben oponerse a que un pasaje urbano cueste 5 mil bolívares.

O los dueños de autobuses, esos expresos, deben oponerse a que un pasaje para Cumaná cueste 300 mil sober-anos o para San Cristóbal 450 mil.

Lo mismo los dueños de las panaderías, deben oponerse a que un pan dulce cueste 80 mil y un pan salado 60 mil.

Igual los comerciantes de víveres, oponerse a que una harina de maíz cueste 80 mil o un kilo de caraota 120 mil.

Y la población oponerse a un dólar valga más 80 mil y va para los 100 mil bolívares.

—¿Y por qué deben oponerse?

—Porque en esta situación nadie gana.

Estamos en la situación perder-perder.

Todos en este país estamos perdiendo.

Por eso es la bancarrota que sufrimos todos por igual.

Lo que pasa es que pensamos que unos ganan y otros pierden.

Pero no es así.

La realidad es que todos, repito, perdemos.

No puede nadie ganar en un país con la condición en que estamos.

Digamos que yo recibo una remesa que me permite comprar comida, muy cara.

Aunque parezca que con esa remesa yo gano, eso es mentira.

Porque a lo mejor yo perdí un hijo o una hija que se fue, o la misma esposa que fue a trabajar en otro país.

He perdido a mi familia.

Me termino comiendo el bocado de comida con amargura.

O termino perdiendo las amistades, porque yo tengo para comer y ellos no.

Y lo que compró me lo tengo que comer a escondida para que ellos no se enteren.

Y el bodeguero a quien yo le compro, vive sufriendo para sobrevivir al día a día.

Está perdiendo la vida.

Parece en una cola y oiga lo que la gente comenta.

Todo es dolor, vivimos en un estado de duelo.

Unos han perdido el trabajo, o porque los botaron o porque tuvieron que renunciar porque ya no podían pagar el pasaje.

Unos creen que están contentos y eso es falso.

O fíjese esa gente que dicen que tiene actualmente dinero, han perdido la posibilidad de salir tranquilos a la calle.

Porque saben que cualquiera los puede matar.

Así veo yo la situación en estos días.

—Tiene usted razón.

Por eso mucha gente está viviendo en la nostalgia del pasado.

Y ahora nos imaginamos que antes vivíamos mejor, y eso es porque ahora vivimos muy mal.

De forma muy precaria.

Lo que antes era fácil, ahora es muy difícil.

Y estoy de acuerdo con usted, en eso de que hay que oponerse.

Porque este país, lo que queda de él, es una gran estafa.

Aquí, como usted dice, estamos perdiendo todos.

Hay que oponerse a los malos políticos chavistas, a los malos políticos de la oposición; oponerse a los políticos ineficientes y tracaleros.

Oponerse a que le roben a uno la vida.

—Que es lo que han estado haciendo con uno, compita.

Una vez leí, no sé dónde, que esto es como estar encima de un lago congelado, donde cada quien está agarrando su pedazo de hielo.

Sin darnos cuenta que al final nos vamos a hundir todos.

Y eso es lo que hemos hecho cada día. Nos hemos hundido.

Hemos formado una generación engañada.

Y hemos perdido la alegría de vivir.

Sin eso no tenemos nada. Santísimo Señor.

—Así es.

Hasta ahí hemos llegado.

Y le dijo: Por ahora, apriete.



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Obed Delfín


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