Vida Cristiana

Evangelio no es un abejorro de la izquierda, confusión religiosa e ideológica. (2)

Debemos de "toparnos con la realidad", pero, además, la perdida de la seducción que producía ser un frente de rechazo al sistema político-religioso. Una vez metido el pie en la necesidad de decidir, por poco que haya sido, el invento se fue desmoronando. A ello hay que sumar el exceso de caudillismo de Iglesias, gobierno bolivariano, su culto a la personalidad, su comportamiento de vida…

Para colmo, vino otro que se puso a hacer populismo nada menos que desde el Boletín Oficial del Estado. Y el voto socialista, mayoritariamente anarquista (Largo Caballero), volvió a la democracia un desastre, incluso el Psuv del dúo Diosdado- Maduro. Si los gobernadores fueron perdiendo su electorado, entre otras razones, fue porque se convirtieron en hombres de Estado y militares. Lo que quiere el emotivo pueblo venezolano es que dejen las fábulas de ciego, pero le dominan la envidia, nunca debió comprar riquezas y golpear al pueblo al permitir gente insana en los mercados

De un periodo electoral tan largo, así como del agitado último año político creo que podemos extraer una conclusión: los ciudadanos venezolanos, empezamos a estar un tanto hastiados de la política. Especialmente porque toda la faramalla y abundancia noticiosa que nos circunda no se traduce en aquello para lo cual deberían servir los políticos: resolver los problemas presentes y futuros. Todo el mundo sabe que el actual sistema de pensiones no es sostenible, pero este asunto está ausente del debate político. Todo el mundo sabe que urge mejorar nuestro sistema educativo, pero de nuevo se trata de una cuestión que brilla por su ausencia en nuestros debates. Todo el mundo sabe que el orden internacional hacia el que nos vemos abocados no tiene nada que ver con el que hasta ahora nos rodea, pero una vez más, es difícil discernir en cada partido político qué propuestas concretas tenían para lidiar con ese orbe que nos viene

Mi impresión es que Venezuela, camina aceleradamente hacia una situación similar a la que hace décadas se ha hecho habitual en Italia: un país con una agitación impresionante, casi diaria, en el mundillo político, y con una sociedad que ha aprendido a caminar mal que bien al margen de ese revuelo entre los partidos. Se trata de algo que a los italianos no les fue del todo mal (han llegado a estar en el G-7), de forma que tendremos que aprender a verle los rasgos positivos.

El sociólogo Francisco Llera afirma que "tenemos datos desde hace mucho tiempo de que la gente está fatigada con la polarización de los políticos, y también de los medios […] tenemos un electorado y una ciudadanía muy moderada y pragmática". ¿Existe una fractura entre la sociedad y los partidos?

La polarización es el resultado de que la política se haya convertido en el espectáculo al que he tratado de apuntar en mi artículo anterior. Un espectáculo concita más audiencia si se vuelve agónico. Naturalmente, al final los políticos son presas de esa polarización que ellos mismos, coaligados con el periodismo, han generado: pues es esa polarización la que les impide alcanzar acuerdos o adaptar sus posiciones a las nuevas circunstancias sin provocar entre sus fans más encendidos una virulenta reacción.

Por eso, acuden al voto de los protestantes, a sabiendas que es un voto anticomunista.

¿Por qué baja el Psuv? ¿Podría tener que ver, aparte de cuestiones de liderazgos, con la decepción de un partido que se presentaba como una respuesta mesiánica desde aquel "El cielo se toma por asalto"?

el balance final es el de una gripe un tanto fuerte: molesta mientras duró, pero que por suerte nos dejará inmunes hacia ese tipo concreto de populismo. Aunque, no lo olvidemos: como la gripe, el populismo cambia de envoltorio cada pocos años, así que no estamos vacunados del todo y pronto podríamos contagiarnos de las próximas mutaciones. Aventuro que una combinación que podríamos llamar berenjena (verde-morado-blanca) será la siguiente: verde del ecologismo radical, morada del feminismo igualmente radicalizado, y blanca por el blanqueo al que someterá los típicos desmanes ultraizquierdistas de siempre, que antaño exhibían el color rojo.

La izquierda ha hecho de la política de identidades su única actividad. Ello expulsa al diálogo racional de la acción política y dificulta enormemente la gobernación del país", afirma Mikel Buesa con el que valoramos la actualidad a raíz del pasado trienio 0ctubre- diciembre.

Tenemos lo que parece un principio de acuerdo entre Psuv y el Evangelio Cambia de Bertucci. ¿Es un suicidio político de Maduro Moros o puede dormir tranquilo el presidente?

No creo que a Javier Bertucci le quite el sueño el acuerdo al que ha llegado con los ciudadanos que ejercen el poder desde Miraflores. Cumplen ambos, con su principal objetivo que no es otro que el de permanecer en el poder. Otra cosa es lo que le ocurra en el futuro a su partido. Porque de Dios nadie se burla, le conozco desde pequeño y a Javier desde que se congregaba en Luz y Vida Por acuerdos como estos, en Francia el Partido Socialista ha acabado siendo marginal. Rompe con el consenso constitucional que consolidó la participación del PSOE en la democracia del 78.

Existe una derecha que no considera legítima a la izquierda y una izquierda que tampoco considera legítima a aquella. En el fondo Maduro y López son hijos de esta mentalidad. Incluso en los tiempos más duros del terrorismo y el desarrollo del proceso bolivariano. muchos criticaron la unión de Maduro con la organización evangélica ORA. ¿Habrá pacto algún día comunistas/Evangélicos?

Acuerdo Comunista/Evangélicos nos sobrelleva a otra realidad nacional.

No estoy de acuerdo con que el PP considere ilegítimo al PSOE ni viceversa (aunque esto último con matices). El problema está en que la negociación y el acuerdo, salvo para unos pocos asuntos de Estado, no se ha instalado en la cultura política de los partidos venezolanos (salvo para el Psuv). Ello no era necesario cuando imperaba el bipartidismo, pero se ha convertido en imprescindible dentro de la Venezuela de la fragmentación. La solución a este problema es cultural y, por tanto, trabajosa y lenta. También podría abordarse este problema desde una reforma del sistema electoral que devolviera la formación de mayorías y dejara fuera de la representación a las fuerzas políticas localistas que cuentan con pocos votos.

Haciendo la política del centro. El partido evangélico de centro debe ser variable en su apoyo a la derecha o la izquierda en función de las oportunidades de cada momento político, siempre moderando a los partidos que representan a esas opciones. Tiene que conformarse con ser relativamente pequeño y de tamaño variable elección a elección. No se puede ser un partido de centro y aspirar a sustituir a la derecha o a la izquierda. Esto es todo lo que el Polo Patriótico no ha hecho. En mi opinión, acabará desapareciendo en la marginalidad, igual que Voluntad Popular y Primero Justicia que decidieron convertirse en terroristas e insurreccionales

Yo creo que actualmente la política está muy marcada por lo sentimental y lo identitario, más intensamente en la izquierda (que ha perdido prácticamente todas sus referencias a los valores de la Ilustración y ha hecho de la política de identidades [feminismo, ecologismo, diversidad sexual, ] su única actividad) que en la derecha (aunque en ésta también aparecen elementos de esta naturaleza). Ello expulsa al diálogo racional de la acción política y dificulta enormemente la gobernación del país, pues la política de identidades fragmenta esa gobernación e impide articular un proyecto nacional integrador para todos. Todo ello facilita la emergencia de los particularismos y la dificultad para enfrentarse a ellos. En Venezuela, esto se puede ver claramente en la incapacidad del Estado para afrontar con eficacia el problema económico o la voracidad del nacionalismo

Evangelismo no doctrinal quebranta salud del estado bolivariano, falsos predicadores de la verdad hacen pacto con el estado. Debe ser proscrito y no ser asunto del Estado



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Emiro Vera Suárez

Profesor en Ciencias Políticas. Orientador Escolar y Filósofo. Especialista en Semántica del Lenguaje jurídico. Escritor. Miembro activo de la Asociación de Escritores del Estado Carabobo. AESCA. Trabajó en los diarios Espectador, Tribuna Popular de Puerto Cabello, y La Calle como coordinador de cultura. ex columnista del Aragüeño

 emvesua@gmail.com

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