El 17 de diciembre de 1830, a la una y siete minutos de la tarde, muere Simón Bolívar, el Libertador, a la edad de 47 años, en la Hacienda "San Pedro Alejandrino" en Santa Marta.
Sus delirios supremos y fascinantes, sus múltiples romances con bellas damas de diversas nacionalidades, forjaron, en algunos, una imagen como soñador, en otros, como un loco en los momentos apremiantes y de peligro. Pero, la de gran líder, la del genial visionario, era incuestionable, por todos.
En la laguna de Casacoima del hoy estado Bolívar, antigua "Provincia de Guayana", luego de ser derrotado por los españoles un 4 de julio de 1817, hundido en el lodo hasta el cuello, junto a sus oficiales, para protegerse de los enemigos, le dio una fiebre muy alta y empezó a delirar: "rendiremos a Angostura, libertaremos a la Nueva Granada, echaremos a los españoles fuera de Venezuela y constituiremos a La Gran Colombia, independizaremos a la América del Sur". Todos los que allí se encontraban, creyeron que estaba loco. No obstante, el infatigable Bolivar, luchó hasta hacer posible todo su proyecto.
Alrededor de la muerte de El Libertador, se han generado varías y disímiles versiones. Una de ellas corresponde al desaparecido historiador, Jorge Mier Hoffman (asesinado por sicarios en la isla de Margarita, el año de 2017). Mier Hoffman sostuvo con vehemencia que la muerte de Bolivar no obedeció a la tuberculosis, ni al envenenamiento, sino a una conspiración tramada por algunos de sus más cercanos colaboradores, entre ellos su sobrino Fernando Bolivar. El investigador argumentaba que de acuerdo a la bitácora del barco "Grampus", obtenida en la biblioteca de la armada de los Estados Unidos, el Libertador Simón Bolívar fue fusilado en esa nave. En plena travesía, el bergantín" Manuel, donde viajaba Bolivar, fue interceptado y después de varios días de permanecer prisionero, fue sometido al pelotón de fusilamiento.
Pero, existe otra versión que forma parte de esa gama de afirmaciones que soslayan la tuberculosis como causa de la muerte del Libertador. El científico estadounidense Paul Auwaerter, Director clínico de la Escuela de Medicina Johns Hopkins, concluyó que la causa de la muerte de Simón Bolívar fue envenenamiento crónico causado por arsénico. Sin embargo, el investigador descartó que fuese por asesinato o conspiración política, sino por sostenida y recurrente exposición con este veneno. Durante el gobierno del extinto Chávez, se exhumaron los restos de Simón Bolívar y se determinó su muerte por tuberculosis.
Son muchas las dudas y especulaciones sobre la forma en que llega a su último destino el genio de la independencia y gran líder controversial.
Su muerte se produce unos seis meses después del asesinato de su más admirado amigo, el General Antonio José de Sucre, Gran Mariscal de Ayacucho, un 4 de junio de 1830.
Después de la muerte del Libertador, sus más fervientes y leales defensores, fueron aislados. Su amante y consecuente compañera Manuela Sáenz es execrada por los enemigos del Libertador, enviándola al puerto de Paita, en Perú, donde muere de difteria y es enterrada en una fosa común.
Su maestro y amigo Simón Rodríguez, aislado en el pueblo indígena de Amotape, donde se pierden sus documentos valiosos y muere en la pobreza.
Hoy el Libertador Simón Bolívar sigue siendo objeto de cultos, odios y también de manipulación, mitos y leyendas. La mayoría de los Presidentes de Venezuela han utilizado su imagen para fines políticos. El traslado de los restos del Libertador desde Santa Marta a Venezuela, fue una acción del entonces Presidente José Antonio Páez en 1842, quien fuera uno de sus enemigos políticos.
Y ahora, hasta su rostro fue desfigurado para familiarizarlo con un proyecto político totalmente anacrónico e inviable en Venezuela, en pleno Siglo XXI.
