Auditórium

El milagro del pastor Bertucci: ¡Convertir la sopa en guiso!

Un "pastor" tiene que odiar mucho a las ovejas para no advertirle de los lobos y cuidarlas. También tiene que odiar mucho a Dios para no analizar bien lo que predica y lo que aprende de otros predicadores. Josué Barrios.

¿Javier Bertucci será un falso pastor- profeta? Lo que si aparenta es el de ser una persona muy astuta, y un mercader experto en mafias con su cara de guevon bien administrada, así ha diversificado sus negocios, y en la actualidad está dirigiendo su miradita hacia la polí­tica socialistoide del dialogo, porque según al parecer, lo está visualizando como un buen negocio donde puede obtener lo que va a la medida con sus intereses económicos. Cuando la imaginación vuela, y poco a poco este falso profeta se ha ido involucrando en la política, cuando muchos han tirado la toalla, es decir, abandonaron su labor en el apostolado del evangelio de la polis, mientras Bertucci cambió su cotorra pastoral por la tarima del proselitismo de la corrupción politiquera. Una de las características de este falso profeta es estar bastante cerca de los jefes de la revolución bolivariana, y custodiado muy de cerca por el sebin, siempre orando por sus tramoyas, bendiciéndolas, y hablando con lisonjas y engaños; cuando su mayor milagro en la pasada campaña electoral del 2018 fue convertir las "sopas en guisos" y lo raro es que nunca lo exhortan de parte de Dios, aunque este señor que trampea esté actuando muy mal.

Este falso pastor nunca denuncia el hambre del pueblo, la corrupción, y las injusticias por el cual los mas humildes huyen del país; incluso algunos pastores de la política son señalados por el gobierno norteamericano de narcos, extorsionadores, secuestradores y aliados de la guerrilla colombiana. Este señor y sus pastores presumiblemente son hijos del diablo, están cerca de las arcas públicas, y se alimentan constantemente de las mieles del poder. La mera verdad es que está siempre muy cerca del gobierno, pero lamentablemente muy lejos de Dios; le interesa únicamente los guisos, y profetiza siempre cosas vanas y nunca, nadie denuncia su mal proceder para con el pueblo que muere de mengua por la hiperinflación.

La población hambrienta, sabe muy bien que no hay necesidad de ser un experto en política para saber que en esta revolución el fin justifica los medios, en esta política de albañal se vale ser mentiroso (ya lo dijo el satánico pastor), y dicho sea de paso, donde este pastor siempre es financiado por las nuevas elites de las clases económicas poderosas en este país ahora colonia de árabes y asiáticos, y tiene que obedecer a los caprichos de éstos y hacer política para ellos. En este caso es importante recordar el refrán popular que dice que el que paga la música pone el ritmo que va a sonar.

En la Venezuela agonizante ha habido predicadores que se la dan de profetas y han sido un fracaso, pero hoy con el zorro de Bertucci, con la conciencia más negra que el humo que bota carro viejo pasando aceite, lo hará nuevamente con una sofisticada maña. Hoy es Bertucci el nuevo predicador: "Quien aparece en la nueva mesa de dialogo, en estas horas aciagas de la patria"

Percasita11@yahoo.es



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Edgar Perdomo Arzola

Analista de políticas públicas.

 Percasita11@yahoo.es      @percasita

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