El pueblo bolivariano desea identificarse con su presidente Maduro Moros

Aventis
Contando con los votos de cada venezolano, el gobierno bolivariano sigue su furia desafiando a los mercados internacionales de origen derechista. Cuyas naciones, sin recibir una disculpa, reconocen que nuestro país tiene un corte neoliberal igual a ellos, creando una furia de culpabilidad entre ambas partes. La peor devaluación que hoy sufre el país no es la de su moneda sino la de su máxima autoridad política, El presidente de la Nación cayó en su propia trampa con un grupo de asesores de pésima calidad. el gobierno sigue apostando: explotar la grieta al máximo, y cuando se juega a todo o nada, perder implica no tener nada.

Los Estados progresistas del Sur, continúan compatibles con el recetario neoliberal, de allí que los discursos ya extraviaron su credibilidad y, ahora se suma la especulación con el dólar. Cada día se crispa más y el riesgo país agudiza la situación de inversión. Nos preguntamos, cuál será el nuevo cuco. Porque el asunto no es el gobierno, sino los grupos que aceleran o frenan el dólar para lanzarle luego la culpa al gobierno.

Nada de frenar, ni siquiera atenuar, la especulación financiera que en Venezuela, ha llegado a límites desconocidos en cualquier «país serio», como les gusta decir a los periodistas amigos del gobierno hasta ayer no más. Los causantes de la tembladera financiera podrán seguir con su festival de ganancias obscenas a cuenta y cargo del sudor del pueblo venezolano, quien debe cancelar una cuota entre 500 a 1500 soberanos por un pasaje en un transporte de mal estado, mientras su jornal es de tres dolares mensuales. Porque acá se habla así, como sí fuésemos norteamericanos.

La inacción estatal que por arriba concede beneficios exorbitantes a unos pocos, pero muy ricos especuladores financieros, perjudica a millones con ingresos que los condenan a la indigencia.

Venezuela es prácticamente un casino, en plena calle se observa venta de todo tipo y sin registro sanitario. Dándonos cuenta de una pasividad presidencial increíble.

Algunas veces, se muestra hecho una furia culpando a la ciudadanía del pecado de desafiar con su voto a los «mercados», esos innombrables señores de la vida y la muerte económica del país. Otras veces por la actuación de Donald Trump ante el país. Me refiero a nuestro presidente Nicolás Maduro Moros, quien debe ver más al pueblo y escucharlo, porque el mismo, viene sufragando secuencialmente en los procesos electorales por su imagen y por ser el designado de Hugo Chávez de guiar al país en este proceso de transición democrática.

Pero, más allá se debe observar la actitud del equipo técnico y de ministros que absorben un alto presupuesto y las obras concluidas no se visionan. . Los impactos en la economía no se hicieron esperar: disparada del tipo de cambio y del riesgo país y debacle de las cotizaciones bursátiles.

Es tan infantil la expresión de que Trump es culpable de todo, y ¿ Rafael Isea junto a Jesse Chacón son inocentes o impunes que la ciudadanía habla mal de ellos?, provoca temor el estar gobernado por una persona que no sabe medir lo que dice y el alcance de sus declaraciones en función del cargo que ocupa y no expresa la verdad En vez de reconocer la falta de apoyo del pueblo a su política, ratifica el rumbo y dice que la oposición debe adaptarse para que «no se note» el cambio de gobierno si lo hay. Son obras hechas, no cambios ministeriales. Y vuelve a apostar a descontar en los votos u puntos que sacó de ventaja el Psuv a la oposición..

El pueblo venezolano merece un destino mejor. Mucho sufrimiento ha pasado estos años. Esperemos que pueda lograrlo a pesar de los necios que inundan la política bolivariana. Al país, lo queremos en marcha y terminar con estos años de retrocesos continuos con gobernadores militares que no se identifican con el pueblo, que significaron para el país un experimento político empresarial más no de servicios, para ellos.

Debemos impulsar un Plan de Gobierno para recuperar la esperanza y superar la crisis económica y social sobre la base de un amplio acuerdo que incluya a los diversos actores de nuestra sociedad y que permita transitar un camino sostenido hacia un desarrollo con equidad. Es tiempo de construir un diálogo social franco, maduro, sin exclusiones, que permita avanzar en la construcción de los pilares para un desarrollo pleno de la Venezuela contemporánea. Eso es lo que espera una sociedad que ya no puede esperar.

Necesitamos una Venezuela más justa y solidaria, donde todos tengan la posibilidad de desarrollarse. Hay que profundizar el proceso democrático y no llamar al pueblo hacia el engaño, debemos vencer con certeza el bloqueo económico y encarar al adversario para honrar a nuestros hermanos y camaradas muertos en la concepción de la gesta libertadora, se debe seguir combatiendo con las armas de la democracia y a través de la solidaridad de los pueblos libres y justos del mundo.

Ojalá el presidente Nicolás Maduro Moros escuche al presidente Vladimir Putin en sus consejos, como Donald Trump le escucha. Son Estadistas y deben dialogar directamente y sin intermediarios, porque aquí observamos la política fracasada y diplomática del gobierno bolivariano de Venezuela.

Aquí no se rinde nadie, que la pelea por la soberanía la vamos a dar en todos los planos, con nuestras armas y con el apoyo incondicional de un Continente que es despojado de sus riquezas naturales y energéticas.


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Emiro Vera Suárez

Profesor en Ciencias Políticas. Orientador Escolar y Filósofo. Especialista en Semántica del Lenguaje jurídico. Escritor. Miembro activo de la Asociación de Escritores del Estado Carabobo. AESCA. Trabajó en los diarios Espectador, Tribuna Popular de Puerto Cabello, y La Calle como coordinador de cultura. ex columnista del Aragüeño

 emvesua@gmail.com

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