Monetizar las reservas de oro

—Compita, se enteró que van a monetizar las reservas mineras de la nación. ¿Qué será eso?

—A pues, seguro que quieren saber cuánto es eso en dólares o euros para ver cuánto se van a meter en los bolsillos. A lo mejor dicen esto es tanto, entonces, esto pa´mi, esto pa´mi, esto pa´tu y así van haciendo hasta que se guardan las monedas. Como los tres alegres compadres.

—¿Será?

—Estos no son unos inocentes que se diga. Además, leí que no sé en cuánta guarandinga más somos la mayor reserva del mundo. Siempre el mismo cuentico de las reservas, y el hambre y la necesidad jugando garrote.

Tienen las ganas largas de hincarle el diente a todo ese platal que hay ahí. Hacen negocios con quién sea, y nada de eso pasa por el Congreso, perdón, por la Asamblea Nacional ni la una ni la otra. Estos disponen a como les ronca las riquezas de la nación.

—Yo recuerdo que antes esos negocios requerían la aprobación del Congreso Nacional.

—Lo recuerda, verdad. Bueno, eso se acabó. Ahora estos chavecos son como Jalisco, si no ganan arrebatan. Y es más lo que arrebatan.

Qué estos van hacer algo bueno con toda esa plata es de ilusos, esos están ya pensando en dónde la van a guardar, si antes no la gastan en prepagos.

Seguro que todos esos contratos que van firmar es con la misma empresa, que le van cambiando el nombre. Nada bueno puede salir de ese asunto de la monetización de todas esas riquezas. Y uno mirando pa´Petare.

Todas las maravillas que van hacer en este país eso es de los dientes pa´fuera. Porque solo de promesas hemos vivido en estos años del mostachudo. La noticia la tiran así de lo más inocente haber si uno muerde el anzuelo.

—Y la cara tan seria que ponen cuando dicen esas cosas, ni hipo les da. Usted cree que le metan mano a ese dineral.

—Hasta el codo se les va. Y ahora si que nos llevo quien nos trajo. Sin petróleo, sin hierro, sin oro, sin níquel… Estos está quedando arramblao, y no hay soga que nos arrastre.

Ya sacaron las cuentas a cómo se van dividir la marusa cada uno. Y lo dicen en cadena nacional para uno no vaya a decir, más adelante, que no nos lo dijeron. Por cuentas claras y que conservan amistades.

Allá uno que no entienda lo que le están diciendo. Esos hablan de millones de euros, porque parece que ya con el dólar no da abasto para sacar la cuenta del platal que piensan silbarse.

—Esto se volvió pira.

—Así es. Y no hay nadie que les diga nada. Y si alguien sale de atrevio, le dicen que es vendepatria, traidor de la patria y no sé cuanta cosa más. Y todo eso es para no dar respuestas del chanchullo que tienen montao.

Esos y que están acabando con todo lo que hay en esas tierras. Nada les importa, por allí hay una gente que anda defendiendo esas tierras del arco minero; cualquier día de estos les dicen que son unos traidores y pa´l pote. Le ponen los ganchos y adiós luz que te apagaste.

Son unos barril sin fondo, no se les consigue orilla en las malas ambiciones que tienen.

—Aunque la masa no está pa´bollo.

—Eso no les importa ná. Están raspando la olla. Y uno comiéndose las verdes porque es la única que hay. Y sigue hablando lo mismo de siempre que nos vamos a convertir en una «potencia productiva», parece un disco rayao.

Siempre en futuro por esos son mesiánicos, como dice el primo. Todo es para mañana y si no es mañana será pasao mañana. O algún día se realizan las promesas y si no es por culpa del catire del norte, que no lo deja hacer.

—A otro perro con ese hueso.

—Es que no se le puede creer, son unos cleptómanos. No así no se dice, ya le dijo. Mitómano, así es que los mientan. No sé exactamente lo que significa, pero creo que son los mismos que hacen las «fake news» esas. Bueno, por ahí va la cosa.

Volviendo al asunto de la monetización de las reservas mineras. Dios nos agarre confesaos. Si hemos llegado a este estado de miseria, de acá pa´lante ya no se sabe que irá a pasar.

—Yo siempre me encomiendo a las tres divinas personas.

—Si son cuatro o cinco mejor, para que esté bien respaldado. Porque lo que viene es candanga. Ya el dólar va los 7 mil soberanos, que de soberanos lo que le quedó fue el mero nombre.

Y el serrucho está trabao. Ese cuentico que la monetización es para mejorar al pueblo, miré. A otro muerto con esa vela.

Bueno, ahí lo dejo.

Y le dijo: Por ahora, apriete.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 



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Obed Delfín


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