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Maduro: ¿Perseguido en caliente por Trump? Y plegaria por Venezuela

Plegaria al Señor por Venezuela. Feliz día. No se puede hacer nada para cambiar lo que ya pasó, pero si se puede hacer mucho para cambiar lo que viene.

Dale fe y esperanza a mi país ilumina Señor a Venezuela no permitas que el CAOS lo aleje de ti. De tu amor necesita Venezuela. En el nombre precioso de Jesús te pedimos Señor por Venezuela. Bendice su suelo, su sol y sus mares, sus pueblos y ciudades en cada caso que el presidente y los demás gobernantes reflexionen o renuncien sino pueden controlar este desastre. Y que sus hijos no huyan de su país. Pon tus ojos en cada amanecer cada vez que despierte Venezuela, pon tu mano bendita en cada venezolano. Santifica Señor a Venezuela. Fin de la cita.

Venezuela sufre la peor tragedia por la ruina de su economía, peor que la caída de la Unión Soviética. Y la horrorosa crisis de miserias en Cuba. La ruina de la economía venezolana ha superado todas las tragedias de esos países.

Venezuela en este mayo del 2019 experimenta el mayor colapso económico sucedido en un país, ahora con la terrible escasez de gasolina.

El desespero por la tragedia humana de esta magnitud que no es el producto de una guerra civil, está llevando a mucha gente a suicidarse, como me lo comentó mi amigo O...R, su nombre y apellidos los mantengo en reserva por razones obvias, el hoy difunto hace dos meses. En el Tigre-Anzoátegui tomándonos un café en una panadería me dijo: "tengo ganas de matarme aquí no se puede vivir, esto está muy arrecho la comida, y las medicinas ya no se pueden comprar, yo le contesté: ‘tú estás loco, sácate eso de la cabeza, la vida es muy sabrosa así sea guindando’. Cuál fue mi sorpresa cuando el pasado lunes 13 de mayo recibí a través de una llamada telefónica (ya que estoy de viaje, y no pude asistir a su sepelio, y casi me da un patatús) la infausta noticia de su muerte, descansa en paz mi querido amigo desde la infancia. Fin del comentario.

La escasez ahora de gasolina, junto a los apagones, y los terribles racionamientos de electricidad de 6 horas, son el ejemplo del caos causado por las políticas desastrosas en estos últimos años.

Está deslave económico, es solo comparable con países devastados por la guerra, como lo fueron Libia, el Líbano, y ahora Siria.

Venezuela, era el país más rico de América Latina, pero el mal gobierno, la corrupción, y las políticas erróneas del gobierno bolivariano, desataron una hiperinflación desenfrenada que quebró empresas, y destruyó al país. Aunado ahora, a lo que el gobierno de Donald Trump le ha impuesto duras sanciones al país, y se está destruyendo más a esta nación.

Mientras la economía del país se desploma, los colectivos armados toman el control de la población para atemorizarla, los servicios públicos colapsaron, y el poder adquisitivo de los venezolanos se ha reducido a 6$ mensuales.

En los mercados, los comerciantes de cárnicos se ven afectados por los apagones frecuentes por lo que, al final de cada jornada, compiten para vender la carne en proceso de descomposición; quienes antes trabajaban como obreros escarban entre la basura en busca de residuos, plásticos, y botellas reciclables. Pequeños comerciantes en el imposible de competir con las mafias de bachaqueros ilegales e indocumentados y transportistas públicos, que son quienes sacan los billetes de baja denominación de circulación al no recibirlos, donde los comerciantes más débiles tienen que acudir en cambote a los bancos a depositar esos cerros de billetes cuyo valor se les vuelve sal y agua, y no los pueden utilizar para dar el vuelto debido a la hiperinflación.

En Venezuela el mercado cárnico ha dejado de vender los cortes de carne de 1ra y de 2da, ya que las vísceras como el mondongo, las sobras con grasa, patas de res, pollo y el teretere se han convertido en la única proteína animal que pueden comer la clase media profesional, y los asalariados trabajadores.

En el alto gobierno bolivariano que conocen de esta tragedia, culpan de la actual crisis a las sanciones estadounidenses que buscan obligar al presidente Nicolás Maduro ceder el poder a Juan Guaidó. Las medidas recientes de Trump contra PDVSA, imposibilitan aun más que el gobierno oferte el petróleo en el mercado internacional, ya que es el mayor generador de divisas, y el principal producto de exportación del país. También el gobierno de USA ha prohibido también la comercialización de los bonos venezolanos, así como la importación de productos para el parque industrial, de alimentos y medicinas.

También escurren el bulto cuando le echan el carro de mierda por esta tragedia a la oposición venezolana por apoyar a USA, por la hambruna generalizada, y la falta de insumos médicos, pero expertos economistas consultados afirman que el caos comenzó antes de las sanciones pero estas también, aceleraron el colapso. "Hoy el minusválido gobierno militar bolivariano libra una batalla cruel contra las sanciones internacionales que le han causado pérdidas a la Republica por el orden de los 20.000 millones de dólares en el 2018. "Nos rastrean las cuentas bancarias, nos impiden las compras en el mundo, de la diversidad de producto que necesita el país, esto no es un bloqueo, es una persecución (¿en caliente, preguntaría el suscrito?) de parte de Trump". Nicolás Maduro Dixit.

La escasez de alimentos de producción nacional es muy escasa, ahora compiten en precios con los productos importados que se exhiben en los anaqueles, a precios impagables que han sumido a gran parte de la población en una crisis humanitaria que hace estragos, aunque los altos mandos civiles, y militares ‘leales’ a Maduro tiene acceso privilegiado por la gordura, y las barrigas que exhiben frente a las cámaras de televisión, son obvias las razones de su acceso a los recursos que quedan para sobrevivir, e incluso del enriquecimiento ilegal, cuando se lucen conduciendo lujosas camionetas Toyota de manera grosera.

Los venezolanos que no han emigrado han perdido la esperanza ya que diariamente aumentan los precios por esta tragedia histórica.

Venezuela el país con las mayores reservas certificabas de petróleo en el mundo que tuvo una producción histórica en América Latina, su producción ha caído bruscamente, según datos aportados por la Organización de Países Exportadores de Petróleo.

Venezuela se ha ido desmembrando poblacionalmente ya que una décima parte de su población ha huido, desatando una crisis de refugiados siendo la más grande que se haya visto en Sudamérica.

La hiperinflación venezolana que destruye la economía de la nación, donde los expertos predicen que de continuar este caos alcanzaría los diez millones por ciento, y está en el espinoso camino de convertirse en el más largo e histórico periodo de aumentos incontrolados de precios por encima de los países africanos que vivieron esta tragedia.

Basta salir a cualquier mercado, auto mercado o puestos de los bachaqueros, para verificar el colapso absoluto del consumo.

El monitoreo que hacen expertos en la materia al gobierno del presidente Maduro, alertan sobre la caída en el rendimiento económico de Venezuela que experimenta el deslave más pronunciado que haya tenido un país que no está sumergido en una guerra desde 1975.

De continuar este caos, el PIB disminuirá en un 65 por ciento contabilizado desde el comienzo de este caos económico que comenzó en el 2013/2014.

El gobierno concentra sus pocas reservas en mantener a flote la Capital de la Republica-Caracas para evitar un estallido social. Pero su presencia es cada vez más raquítica en las provincias del país, y muy visible el desastre y caos en todos los servicios públicos. En el Estado venezolano del Zulia, la región con el más alto índice poblacional luce desbastado, donde el apagón del mes de marzo lo dejó en la oscuridad durante una semana, y cientos de negocios fueron saqueados.

En Venezuela el suministro eléctrico es esporádico, lo que acelera la escasez de agua y gasolina, dejando al pueblo en mengua, sin el servicio bancario, y las caídas de las plataformas de la telefonía celular.

Mercados, autos mercados y centros comerciales que eran un bullicio de gentes donde se expendían alimentos y artículos para el hogar, se han convertido en el rostro macabro de la crisis, ya que lucen con la Santa María abajo.

Cantadores de compras de dólares con pacas de dinero en las manos, ofertan bolívares por dólares en los principales mercados y terminales de pasajeros aéreos, marítimos y terrestres, ya que el bolívar ha perdido buena parte de su valor.

El dinero que obtienen los pequeños comerciantes y vendedores de comida elaboradas, los invierten de inmediato en insumos como: arroz, harina, y teretere porque los precios aumentan a diario. Y el dinero pierde su valor, ya que cuando van a reponer inventario, ya perdieron el valor de una parte de lo que tenían.

Los ingresos reales del pueblo trabajador en Venezuela han caído a niveles nunca vistos en el país, lo que ha ocasionado que muchas personas sobrevivan de tareas como limpiar patios, trabajar de cachifos de los árabes y chinos, y vender chucherías en las puertas de sus casas etc.

El gobierno habla de soluciones en el mediano y largo plazo, pero el hambre necesita soluciones diariamente con el desayuno, almuerzo y cena. En las barriadas populares, las cosas son todavía peores, ya que el hambre es pareja.

La electricidad, y el agua potable solo están disponibles unas horas al día. Así como el suministro de alimentos subsidiados clap’s, el precario sustento de los venezolanos más pobres es de cada tres meses.

La hiperinflación ha reducido todo el presupuesto de la clase trabajadora venezolana que era el equivalente a 400 dólares al mes, a solo unos 6 dólares por mes.

Los hospitales no tienen medicamentos ni pacientes. La persona que se arriesgue en ser hospitalizada morirá si está en estado de gravedad por la escasez de tratamiento para cualquier enfermedad, según confirmaciones de médicos bajo el anonimato.

Las empresas productivas que constituían las industrias del país no han producido más desde que fueron acorraladas y expropiadas.

Venezuela era un paraíso, me dijo un ingeniero amigo en el aeropuerto de Maiquetía que emigró a Colombia, y trabaja como superintendente de perforación en una petrolera, quien huyó del país para aumentar en algo su salario, equivalente a 3000 dólares mensuales para mantener a su familia que dejó en Venezuela. "Ahora, todos estamos huyendo amigo de esta tragedia, finalizó diciéndomelo con mucha tristeza en sus ojos".

Por otro lado el colapso económico ha diezmado la industria de la carne, y los lácteos que suministraba estos productos a todo el país.

Los apagones eléctricos hacen estragos en empresas que cierran sus operaciones, donde había empresa que una vez fueron de las más grandes de América Latina. En los mal llamados puntos de control policial y militar en las carreteras, militares y policías extorsionan y roban a los transportistas, ganaderos, comerciantes y ciudadanos que transitan por esas vías.

No se puede producir si no eliminan esos puntos de controles por parte del hampa militar, manifestó, un transportista que lo matraqueaban en unos de esos puntos y que por inconsistencia en la guía.

Los centros comerciales, que proyectaban ser unos de los más grandes de América Latina, lucen inactivos y desolados por los cortes de energía eléctrica y la hiperinflación.

Muchos empresarios colaboran para ayudar en el mantenimiento de las líneas eléctricas y mantener operativa las torres de telecomunicaciones, también colaboran con la alimentación de los trabajadores, y el diesel para los generadores eléctricos de respaldo.

Muchos de ellos, ha asumido las funciones del Estado. No podemos bajar la Santa María, y darnos por vencidos. Tenemos la esperanza de salir de esta tragedia lo más pronto posible.



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Edgar Perdomo Arzola

Analista de políticas públicas.

 Percasita11@yahoo.es      @percasita

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