No nos llamemos a engaño, estamos pidiendo la "ñapa" sin comprar, y sorpresivamente, contra todo pronóstico, el Presidente Maduro anuncia un plan de becas para estudiantes universitarios colombianos y perdónenme la aclaratoria, residenciados en Colombia que, quieran venir a realizar sus estudios superiores en universidades venezolanas.
La verdad es que el plan de becas nacionales con poco control del rendimiento de los becarios, algunos de los cuales siguen cobrando a pesar de haber abandonado los estudios, por otro lado muchos mantienen un promedio en sus notas con frecuentes "aplazados" sin que se les aplique un rígido control que establezca que, siguen siendo buenos candidatos para continuar disfrutando del esfuerzo económico que hace la nación, al proporcionarles ingresos para que siga con su desarrollo personal y profesional y aunque el programa en sí es bueno, en relación al esfuerzo económico y los resultados parece bastante mediocre.
No podemos entender que, mientras a lo largo y ancho del país se multiplican las acciones reivindicativas por aumentos salariales, aspiraciones que pretenden relacionar al valor de la "Cesta Básica", que no podemos afrontar, se pudiera decir que en todas las actividades que contempla la administración nacional: magisterio, funcionarios públicos, empleados de PDVSA, de los diferentes Metros, de Ferrominera, de la Siderúrgica y sin incluir las numerosas empresas "socializadas" que se mantienen en paro por mejoras salariales y las constantes solicitudes para revisión de los contratos colectivos y paremos de contar; no obstante el Presiente invitó a 20.000 estudiantes universitarios colombianos y supongo que los aspirantes a ingresar a universidades que no lo han podido hacer por falta de cupo o porque no les han dado los promedios requeridos, a venir a Venezuela para realizar estudios universitarios: Es este momento ocurre por lo estrecho de las disponibilidades presupuestarias que, cuando nos arropamos hasta la cabeza se nos salen los pies y el Presidente de manera que pudiéramos calificar a la ligera, compromete al país con el pago de becas que, no pueden estar contempladas en el presupuesto actual y habría que estudiar su inclusión hasta el 2025, despertando justa envidia entre estudiantes venezolanos que no disponen de tal ayuda,
Las autoridades educativas colombianas deben estar bailando en un solo pie, porque se sacudirán 20.000 alumnos del contingente que debe ingresar a la educación universitaria y nos los endilgarán. Es lógico suponer que dadas las tensas relaciones entre los dos países que, Ernesto Samper expresidente de Colombia califica de muy delicadas y al borde de un conflicto armado, que concptúa que sería catastrófico, favorecido especialmente por la agresiva campaña antivenezolana que adelanta el muñequito de torta Ivan Duque, "titiritiado" por Álvaro Uribe Vélez que, recalco que, se lamentó al salir de la presidencia de Colombia cuando dijo abiertamente que, "no había atacado a Venezuela por falta de tiempo, no de ganas"; personaje obediente al Imperio, quien a su vez manipulado desde Washington, pudiera presionar a su pupilo Iván Duque, hasta provocar un enfrentamiento armado fratricida.
Estoy con el Presidente en que debemos mantener la Paz a toda costa, pero no podemos equivocarnos en la forma de mantenerla, porque ocurre igual que el borrachito de bar de poca monta que, molesta a un parroquiano quien lo esquiva en numerosas oportunidades y sólo desiste de su empeño agresor, cuando el parroquiano le planta cara y lo increpa "¿hasta cuándo? es que quieres, un revolcón" La diplomacia y buenas relaciones de convivencia y la paz son primordiales, pero no es sólo con evasivas que se garantiza, porque considero que hay que mantener especial firmeza con un vecino de zigzagueante conducta antivenezolana y meta definida, especialmente el Golfo de Venezuela, a pesar de nuestras muestras de conviviencia pacífica y la acogida que hemos brindado a millones de desplazados colombianos, consecuencia de su guerra civil no obstante, por actitudes repetitivas de confrontación de Duque con Venezuela, en su retórica pre belicista, profundizando el comportamiento usual que, han mantenido la casi totalidad de los gobiernos colombianos desde la Independencia y la muerte del Libertador en Santa Marta.
Aquí voy a desarrollar una idea, símil, explicativa de mi posición de firmeza como política de paz frente al Gobierno Colombiano. La paciencia infinita de Chávez frente a los militares alzados de plaza Altamira resultó favorable cuando manifestó "dejen que se cocinen en su propia salsa" y al final la charada se resolvió con la pérdida de pocas vidas; pero las guarimbas de 2017 con similar tratamiento de paciencia de Job, costaron numerosos muertos, por no haber aplicado un correctivo restrictivo a tiempo, se habla de cerca de150 fallecidos por el largo período que estuvieron atrincherados los insurrectos, causando bajas entre las fuerzas de orden público e inocentes transeúntes ajenos a la violencia desatada, básicamente consecuencia de falta de compromiso con el obligado "mantenimiento de la paz pública",(Art. 156 Numeral 2 de la Cosntitución) por añadidura también entre los guarimberos hubo bajas, por su mal manejo de los objetos de ataque y hay que decir que de todas las víctimas acusaron injustamente a la Guardia Nacional y a la Policía Nacional, cuando estos cuerpos completamente desarmados, resultado de la pasividad decretada y conocida por los insurrectos, actitud que lo alentaba, además de sufrir numerosas bajas fueron vejados y hasta bañados de excrementos y orina con el invento de las llamadas bombas puputov. A mi juicio el no haberlos reducido con carácter y a tiempo utilizando los medios lícitos autorizados internacionalmente, aumentaron el numero de muertos, heridos y los cuantiosísimos daños materiales causados por los violentos actuando con entera libertad.
Con esta referencia aparentemente inconexa con la materia, quiero significar que no siempre la contemporización y la retórica pacifista dan resultado pro paz y que muchos venezolanos piensan como yo que, no es posible que nuestro Presidente de Venezuela permita que, le destrocen su imagen y afecten su posición como mandatario ante el mundo y especialmente ante su pueblo, haciéndolo ver como un mandatario blandengue, al ser acusado constantemente de todos los defectos que se le pueden endilgar a un gobernante y que, éste se mantenga incólume, mientras de manera provocativa como tentando la situación, tanteando el terreno, se le llama: Dictador, Violador de Derechos Ciudadanos, Genocida de su Propio Pueblo, Jefe de un narco Estado, y algunas cuantas bellezas más y la reacción del Presidente cuando lo amenazan con acusarlo ante un tribunal internacional por Crímenes de Lesa Humanidad, se limite en una larga intervención televisiva, a hablar de la hermandad de los dos pueblos, de los lazos históricos que nos unen, que ciertamente existen, pero sin parecer percatarse de que, los Gobiernos de los "Hermanos Colombianos" a través de la historia," desde la traición de Santander hasta hoy, nos miran recelosos y crea que con espejismos, como la oferta de 20.000 becas, va a lograr un acercamiento entre los dos países, y un cambio de actitud de Uribe e Ivan Duque, porque ellos tienen apetencias territoriales que nacen desde la creación de la Capitanía General de Venezuela en 1777 sobre territorios limítrofes, lo que hoy son: Falcón, Táchira y especialmente Zulia, y apoyados por Estados Unidos sus 9 bases militares y la OTÄN, podrían hacer realidad su sueño. Estoy seguro como ya manifestara que, recibirán las becas, enviarán estudiantes debidamente seleccionados y aleccionados, pero seguirán en su empeño anexionista y financiados por Venezuela fortalecerán su 5ª columna en el caso no tan imposible, de un encuentro armado como pronostica con vehemencia Samper.
Me resulta muy duro lo que voy a escribir y es tomar como nuestra realidad ante la agresión verbal, desafiante y constante del Presidente Colombiano, la locución latina "Si vis pacen para bellum" y en mi propia interpretación digo: si quieres la paz demuestra carácter, que tienes disposición y estás preparado para la confrontación, que no nos amilanamos por nada ni ante nadie, obligándolos a recapacitar.
Este es el momento de mostrar que tenemos uñas y dientes y de recordar que ante una agresión aparentemente pacífica pero de doble filo, con la Corbeta Caldas de la Armada Colombiana en el Golfo de Venezuela, el Presidente Jaime Lusinchi reaccionó con carácter y prontitud despachando escuadrillas de F16, sin actitudes dubitativas que, a lo peor en caso de indecisión, hubieran dado alas al gobierno colombiano y pudo haberse llegado a una posible confrontación de gran envergadura; igual actitud asumió en 1952 el gobierno del general Marcos Pérez Giménez ante el intento de toma de algunos de los islotes de los Monjes, luego de un cañoneo por la Fragata Almirante Padilla, nave y tripulación veteranas de la guerra de Corea. El despliegue rápido, oportuno y masivo ordenado a nuestra fuerza aérea constituyó un gran disuasivo ante la presencia de importantes componentes de la Armada Colombiana como su buque Insignia, en nuestras aguas territoriales.
