A los que saben escribir: ¡sigan escribiendo bolserías!

"Diosdado no come casquillo -nos dijo ayer expresamente un contertulio a quien respetamos muchísimo; viejo compañero de poco hablar pero de firmes convicciones revolucionarias- ni Maduro tampoco".

_¿Cómo es que tú le dices al Toby Valderrama?

_Ah, carajo, esto se puso bueno, yo le digo "Corín Tellado".

_Ajá (quiso decir anjá), mira esta perla, lo que escribe ese carajo Corín Tellado (y sacó un papelito anotado)…

Cada vez que conversamos yo me nutro de su moral revolucionaria, me lleno de brío, él es muy crítico pero sabe dónde está parado; "a los que saben escribir que sigan escribiendo bolserías pero yo noto una cohesión difícil de romper entre Diosdado y Maduro, por mucho que algunos sinvergüenzas pretendan romperla" -dijo-. Y, en eso estuvimos completamente de acuerdo.

Hablamos de muchas cosas cotidianas y coincidimos en que no hay que sacarle el cuerpo a las dificultades pero es imprescindible a cada momento, a cada paso que damos, poner de relieve las razones.

Si bien Diosdado se echó el partido al hombro, Maduro destaca como un hombre de gran fortaleza de criterios; ambos jefaturan dos frentes vitales de la revolución pero la cizaña del enemigo apunta a quebrar ese binomio de partido y gobierno revolucionario, tratando de meter casquillos a esa vital relación personal y política entre Diosdado y Maduro; así lo veo yo y lo discuto con los camaradas.

Seguirá la plomazón de pacotilla contra Diosdado y Maduro pero nosotros conocemos el sebo de nuestro ganao; da pena ajena, por ejemplo, que en algunos lugares se perdiesen alcaldías apenas por poquísimos votos por la tozudez del partido comunista y de otros grupos como tupamaro, y no generalizo, pero esos compañeros deberían entender la trascendencia de la unidad y no restar por apetencias personalistas, repito que no generalizo pero eso es lo que tengo entendido ha sucedido en la reciente elección de alcaldes.

Ah, también hablamos de lo del exministro Ramírez, qué desvergüenza, la de ese señor; pero el hecho de que las cosas se vayan aclarando es excelente, consideremos que el mal es parte del bien, a medida que la revolución avanza tal como un barco ante la tempestad, se ira depurando el proceso revolucionario y al final, cuando sea posible consignarle todo el poder al pueblo organizado en comunas, se harán irreversibles la soberanía y la independencia de nuestra patria.

Ni Diosdado ni Maduro son de anime; allá quienes pretendan darle patadas a una piedra o escribir bolserías y, por lo demás, ridículamente dándoselas de chavistas en vez de salir de frente y dar la cara contra el chavismo pero para eso a muchos y entre los cuales el folletinesco señor Corín, les faltan bolas.

 



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Guillermo Guzmán


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