Mi palabra

Los desvaríos de Vivas Santana

La ironía es el coraje de los débiles,

y la bellaquería de los fuertes.

A. Barthet

Es difícil encontrar a un columnista, con más creatividad para inventar, cualquier cantidad de falsedades, y con un deseo obsesivo por ver al país, convertido en un campo de batalla, y de esa manera regocijarse al satisfacer su ego personal. Cualquier lector, puede revisar en la página de APORREA.ORG, el perfil de JESÚS ANTONIO VIVAS SANTANA para que se cuenta de manera clara, y precisa, hasta donde llega la mente por demás enfermiza de este individuo; uno de los más leídos de este importante medio, donde se confrontan las ideas de manera libre, y democrática al extremo, que no pasan dos o tres días, para ver un escrito de su autoría, con toda la malévola intención, difícil de superar por los laboratorios mediáticos del imperialismo, y esto es bastante decir.

El mayor deseo de este escribiente, porque no me atrevo a llamarlo de otra manera; la palabra profesor, o cualquier sinónimo, me parece demasiado reconocimiento para una persona con tanto odio brotándole por los poros; parece un toro de lidia, apenas sale al ruedo, y ve el trapo en manos del torero. Estamos consciente de la gravedad de la situación económica, y parte de ella es producto de la improvisación del gobierno, pero ninguno de esos errores, llevan la perversa, y destructiva enfermedad de Vivas Santana.

Me alegra, cuando escucho un asiduo lector de este señor, repetir entre risas: ¡Menos mal, que no pega una, de lo contrario este país, ya hubiese explotado; lo leo porque me acostumbre! No deja de tener razón este amigo. Es tanto el rencor concentrado en su mente, que parece despertar desvariando con grandes alucinaciones. Para él no existe un pasado no muy lejano, gobernado por dos grandes partidos–AD y COPEY– el cual hacían lo que les daba la gana. Da la ligera impresión de haber nacido, en el preciso momento de haber llegado a la Presidencia el Comandante Hugo Chávez, y luego se consiguió en el camino con Nicolás Maduro, desafiándolo con una aversión enfermiza, el cual no ocultar ni un instante, al hacer uso de nuestro idioma para comunicarse con un selecto grupo de lectores, fieles a sus escritos.

Sin embargo, me parece, que está perdiendo el tiempo; se equivoca de manera muy repetitiva, aun, cuando ejerce una profesión muy compenetrada con el sentir del pueblo, la razón es muy sencilla: la Venezuela de hoy, a pesar de la cantidad de problemas, el cual nadie puede negar, necesita de la paz, y el dialogo; eso quedó demostrado, desde el mismo momento de haber asomado el Presidente Nicolás Maduro, la elección a la ANC, pero además en nuestro país, se está dando un cambio muy valioso, e interesante: el común del pueblo, ha empezado a entender, quiénes son los responsables de la anarquía desatada en los últimos meses–deseo del imperialismo, y de los dirigentes opositores: Borges, Guevara, Capriles, y María Corina para nombrar los más perseverantes– buscando propiciar el caos, y la invasión por parte de los Estados Unidos.

Todo lo trasmitido por Vivas Santana, es una enorme frustración, por demás venenosa, el cual no podemos echar en el cesto de la basura; por un antecedente sumamente peligroso, como el ocurrido en RUANDA, donde un comunicador a través de un medio –la radio– desató una masacre sin precedente. Las incineradas guarimbas, representaban algo de ese episodio tan gris de la humanidad; sin embargo, el gobierno, las fuerzas armadas, con el apoyo del pueblo, echaron por tierra las malas intenciones de la oposición, y ahora no les queda a estos enemigos de la patria–entre ellos Jesús Antonio Vivas Santana– someterse a las leyes, y a la constitución, a través del dialogo, y los procesos electorales, porque no hay otro camino, así vivan pronosticando desastres, y tempestades.



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Narciso Torrealba


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